(Por una nueva geopolítica del conocimiento)

El cerebro: Teatro de operaciones de la guerra IV generación

El sistema económico capitalista, en su lógica y esencia explotadora, crea un conjunto de apariencias en la cual el lenguaje de sus aparatos de dominación genera falsas representaciones sociales que de manera paradójica mantienen una sistemática aceptación en la conciencia.
En esta perspectiva, la visión depredadora de las grandes potencias económicas en su afán de control por los recursos naturales, energéticos y zonas geoestratégicas del planeta, sostienen en el desarrollo a ritmo acelerado de las telecomunicaciones, la informática, la internet y las redes sociales, toda una plataforma de medios de comunicación masivos para imponer su mensaje de dominación.
En este sentido, el cerebro “representa el órgano del carácter “, es decir, que: “ el carácter es de naturaleza psico-social…depende de la concepción que la persona tiene del mundo, del saber y la experiencia, acumulados de los principios morales aprehendidos”, de acuerdo con esto, y teniendo en cuenta los factores externos que repercuten sobre el carácter los medios de comunicación masivos bajo la lógica del capitalismo fragmentan la realidad y saturan de información el cerebro para generar una reflexión neutra en el análisis dialéctico que muestra la explotación del hombre por el hombre.
Esta situación, indudablemente deja claro los escenarios no convencionales y las nuevas estrategias imperiales que utilizan las grandes potencias, para imponer su hegemonía cultural apoyados en los valores de la sociedad de consumo, en este caso desde nuestro espacio radioeléctrico, el cerebro de nuestros hombres y mujeres, se convierte en un verdadero teatro de operaciones que constantemente es bombardeado de falsas representaciones, a modo de estrategia de baja intensidad para sistemáticamente contribuir a la desnacionalización y aniquilamiento de la memoria histórica de nuestros pueblos, con la finalidad de sumergirlos en las arenas movedizas del aparato de dominación capitalista.
En síntesis, la guerra de cuarta generación nos inserta en un teatro de operaciones que está regido por la batalla de las ideas, teniendo impacto a través de los aparatos de dominación masiva sobre el carácter y la conciencia de nuestras mujeres y hombres, pero en contraste a esto no debemos olvidar que en nuestro corazón: “como órgano del temperamento” congénitamente existe una herencia histórica heroica, capaz de desafiar las fuerzas más poderosas que oprimen nuestra conciencia.
*Profesor-Instructor-Soldado de las Ideas.



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Alexander Colmenares

Profesor-Instructor-Soldado de las Ideas.

 alexmax001@hotmail.com

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