El terrorismo combatido por terroristas...

Los "falsos positivos" en Colombia consisten en una acción terrorista del estado contra el pueblo de ese país; los asesinatos de campesinos por sospechar que pertenezcan a las FARC o al ELN es terrorismo; las acciones de los paramilitares en contra de gente humilde y opositores al régimen colombiano es terrorismo, el ataque artero a Ecuador so pretexto de "la lucha contra el terrorismo" es terrorismo, la infiltración de paramilitares a Venezuela con la intención de asesinar al presidente Chávez es terrorismo, el Plan Colombia es terrorismo, permitir la instalación de bases gringas dentro del territorio colombiano; bases donde no solo participarán estadounidenses sino también soldados israelíes, británicos y canadienses con los ya conocidos "contratistas", gozando de inmunidad dentro del territorio colombiano para cometer cualquier tipo de crímenes es terrorismo...la lista se hace interminable si tratamos de recordar las acciones en donde el gobierno colombiano o integrantes de éste han estado involucrados bajo la llamada "seguridad democrática" de Uribe en hechos que dan suficientes elementos para afirmar que estamos en presencia de un para-estado o un estado terrorista para precisarlo mejor. Por otra parte según fuentes consultadas por la agencia ANNCOL, durante el reinado de Varito, nombre con el cual se le identifica en predios de la mafia al actual presidente de Colombia, se ha incrementado 30 veces el contrabando de estupefacientes a Europa y EEUU...es noticia conocida la cantidad de congresistas pertenecientes al partido de Uribe que están enjuiciados por vínculos con los paramilitares que vienen cumpliendo una especie de doble función, por una parte han servido de brigada armada de la burguesía para "frenar a las guerrillas" a punta de la más bestial represión y por la otra como brigada armada de los narcotraficantes, es decir, entre el paramilitarismo colombiano y el narcotráfico existe una unión estructural que lo convierten en una misma cosa, no obstante, para el manejo mediático internacional los responsables del narcotráfico son las FARC o el ELN, dependiendo de la conveniencias de las matrices generadas por la oligarquía mediática Colombiana e internacional. Esta realidad nos da elementos suficientes para hablar de narcoestado y hablar de un narcoestado permite asomarse hacia la economía, la banca, el comercio y toda actividad económica que signifique movilización de recursos financieros en donde se mueven grandes cantidades de dinero procedente de la droga.

Investigadores de la talla del estadounidense James Petras, al referirse a EEUU y su economía nos permite corroborar que el narcotráfico no está al margen de la economía del primer consumidor de drogas del mundo, EEUU, sería ingenuo pensar que el primer productor de drogas del mundo, Colombia, está exento de la penetración de la droga y el cúmulo de recursos financieros que se mueven motivados por este negocio ilegal. El colmo del cinismo del estado colombiano está cuando pretende dirigir una lucha contra el terrorismo cuando sus agentes u actores internos han desarrollado las prácticas más terroristas conocidas. El desplazamiento de pueblos enteros, los asesinatos, la censura informativa, la alienación y enajenación forman parte de actos terroristas que atentan contra los derechos humanos y es precisamente estos actos los que el estado colombiano viene llevando a cabo.

La llegada a la presidencia de un mafioso como Uribe no hace más que corroborar la injerencia de los actores internacionales que se benefician en EEUU del tráfico de drogas, esta situación en vez de resultarles incómoda le cayo “como anillo al dedo” para manipularlo a su antojo. Por un lado EEUU presionaron a Uribe hasta que se convirtió en su perro fiel, obediente al aparato industrial militar gringo y capaz de hacer cualquier locura. El imperio aterrorizado ante el avance en el proyecto liberador de los pueblos de América Latina sin sonrojo alguno echa mano a personajes como Uribe; antes lo hizo con militares traidores a sus pueblos que convertían en dictadores sostenidos a fuerza de plomo y fuego, ahora recurre a narcotraficantes que también se comportan como dictadores solo que con el eufemismo de "demócratas" o de tesis de "seguridad democrática"; seguridad democrática para las oligarquías, represión para los pueblos. No es casual que en Honduras el señor Micheletti este señalado de vínculos con el narcotráfico y del par colombiano, ni se diga.

El narcotráfico es un acto terrorista contra los pueblos, miles de personas mueren producto de la acción asesina de los traficantes de alucinógenos, sin contar con la violencia que generan los carteles de la droga en sus áreas de influencia y de acción; sicariato, paramilitarismo y todos esos fenómenos que condenan a los pueblos a la violencia. Desde pueblos inocentes cuyo único "delito" es ocupar un pedazo de tierra que los narcos requieren para sus operaciones, hasta acciones estructuradas en contra de organizaciones sociales, dirigentes populares y todo aquello que represente un "peligro" para sus acciones criminales.

Ahora bien, por los medios internacionales, en campañas seguramente dirigidas por los tanques pensantes que financia el imperio, se lleva a cabo una criminal campaña publicitaria..."las bases militares de EEUU en Colombia son para combatir el terrorismo". Podemos decir entonces que se trata de la batalla contra "el terrorismo" llevada a cabo por terroristas. En realidad no es una batalla contra ellos mismos, es una batalla contra los pueblos, contra los movimientos sociales, contra la democracia, contra el derecho de todos a participar. Colombia se convierte entonces en "la cabeza de playa" de los gringos en sus planes de agresión contra Venezuela, contra Ecuador y contra cualquier pueblo que se salga "del área de influencia" de la política gringa, de la política imperial.

Venezuela se convierte a partir de la llegada del presidente Chávez al poder en "el principal enemigo" de la política expansionista e imperial de EEUU, pero además de eso renace las ideas libertarias de Bolívar y se propone la unidad suramericana y latinoamericana y para ello coloca su enorme potencial energético al servicio de esta batalla, es decir, con solo recortar los subsidios que antes Venezuela otorgaba a EEUU, se puede financiar cualquier proyecto social en Latinoamérica, sin ningún perjuicio al país, pero además de eso la revolución Bolivariana inicia un replanteo de su doctrina militar para retomar su génesis, es decir, la ideología bolivariana basada en la unión suramericana, la independencia y la justicia social. Sin duda se trata de "una lanza" al corazón del imperio y su hegemonía, pero lo más extraordinario es que todo esto se ha logrado por la vía de elecciones libres, sin recurrir a la guerra irregular; esto ha sacado de paso al propio imperio que desnuda su discurso y sus doctrinas quedando sus acciones en paños menores ante la opinión mundial.

Colombia es desde luego un país ocupado por un imperio, eso lo debemos tener claro, como debemos tener claro que Colombia forma parte de una misma patria bolivariana. Señalamos esto tomando en cuenta el acierto de la política exterior venezolana al intentar de reencontrarse con la otra Colombia, con el pueblo, con su esencia, con su gente que batalla en las más complejas condiciones y vicisitudes, y por largo tiempo; para reencontrar esa Gran Colombia cuyo padre fue Bolívar, inspirador de la revolución venezolana. Desde el alto gobierno colombiano la revolución venezolana no ha recibido otra cosa que traiciones; grandes esfuerzos hace Venezuela para intentar llevar buenas relaciones con un país signado por los fenómenos antes descritos, pero lo más grave, un país intervenido militarmente por el imperio. En una nueva modalidad de intervención es cierto, pero intervención al fin y al cabo. El encuentro con el corazón de Colombia es una tarea que no tiene dilación, que se debe hacer cuanto antes, de allí que las bases por la paz debe ser algo que trascienda más allá de la mera formalidad y se convierta en la base organizativa de un gran encuentro de pueblos por objetivos comunes en el complejo escenario de la geopolítica del hemisferio. Sin duda el presidente Chávez con sus reconocidas dotes de estratega debe estar muy al tanto de esa necesidad; se puede decir que se trata de una necesidad histórica el reencuentro con los hermanos colombianos, no con el estado terrorista de Colombia. Soy de los que piensa que las instrucciones que le han dado los imperialistas a Uribe es que vaya a Buenos Aires, coloque su "cara de yo no fui" e intente bajar el termómetro ante la reacción de toda Suramérica a la política gringa en Colombia, no obstante, el desenvolvimiento de los acontecimientos nos hace pensar que tarde o temprano el estado intervenido por el imperio en Colombia actuará de la forma más agresiva contra Venezuela. Excelente la posición de Lula en Quito referida a la invitación a Obama a este encuentro de UNASUR en Buenos Aires, es necesario conversar con el representante del imperio, el verdadero dueño de Uribe y la clase que detenta el poder del estado en Colombia. Hemos dicho en otras oportunidades que si bien el imperio trata de disimular su intervención en Colombia, esta actitud es producto de la realidad interna de ese país (Colombia); el papel similar de Colombia al estado de Israel en el juego geopolítico imperial sufre una alteración gracias a las guerrillas de las FARC y el ELN pero también gracias a un conjunto de organizaciones sociales en donde juegan un papel importante los integrantes de El Polo Democrático Alternativo; personalidades como Piedad Córdova y ahora el expresidente Samper. No le será fácil al imperio convertir a Colombia en otro Israel, sin embargo, no podemos pecar de ingenuos pensando que esta no es su verdadera intención.


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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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