La vigencia del manifiesto de Cartagena en nuestra vida actual


Exposición dirigida al Congreso de Nueva Granada

Cartagena, noviembre 27 de 1812 y

Memorias dirigidas a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño

Cartagena de Indias, diciembre 15 de 1812 

Bolívar, Coronel del Ejército y Comandante de Puerto Cabello, después de la pérdida de la 1ª republica (19 de abril de 1810 y el 30 de julio de 1812) se refugió en Cartagena de Indias, que como puerto había deseado la libertad de comercio, también había intentado liberarse de España como del caos que la rodeaba.1 Allí la revolución contaba con una base más ancha, ya que la elite mercantil había movilizado a los pardos en apoyo a la junta y posteriormente a la lucha por la independencia total. 2  

Bolívar en Nueva Granada3 comenzó escribiéndole al congreso las razones por las cuales se derrumbó la primera república venezolana, señaló en primer término: 

    1) La caída de Caracas ha arrastrado tras sí toda la confederación de Venezuela. Extraordinarias vicisitudes físicas y políticas que se acumularon fatalmente sobre nosotros desconcertando su máquina hasta su ruina total. 

    2) El horroroso terremoto del jueves santo 26 de marzo de 1812, acusó la muerte de más de veinte mil personas. 

    3) Errores políticos cometidos, muy culpablemente por el Gobierno, tuvieron influjo más directo en la catástrofe.  

    El terremoto, fue físico y moralmente destructivo, pero aún más desencadenó una oleada de fanatismo religioso que se encontró con un gobierno central débil, incapaz de hacer  frente a la tragedia y reparar daños, finalmente en el sectarismo que subvirtió la república  desde dentro. Y apunta John Lynch; “las facciones internas que en realidad fueron el mortal veneno que hicieron descender la patria al sepulcro.”4  Debemos recordar las palabras de Simón Bolívar al ver a los curas caraqueños atacando a los republicanos diciendo que “ese terremoto había sido obra de Dios por haberse sublevando contra el Rey de España.” 

    Continua Bolívar con sus señalamientos,  “La influencia eclesiástica tuvo después del terremoto, una parte muy considerable en la sublevación de los lugres, y ciudades subalternas: y la introducción de los enemigos al país: abusando sacrilegamente  de la santidad de su ministerio a favor de los promotores de la guerra civil.” 5  

     El coronel Bolívar en su Memoria a los ciudadanos de la Nueva Granada, señaló: 

    4) “La impunidad de los delitos como una de las causas más fuertes para la caída de la república,  

          Los delitos de Estado cometidos descaradamente por los descontentos, y particularmente por nuestros natos, e impecables enemigos, los españoles europeos, que  maliciosamente se habían quedado en nuestro país, para tenerlo incesantemente inquieto, y promover cuanta conjuraciones les permitían formar nuestros jueces, perdonándoles siempre, aun cuando sus atentados eran tan enormes, que se dirigían a la salud pública.” 6 

          “La doctrina que apoyaba esta conducta tenía por su origen en las máximas filantrópicas de algunos escritores que defienden la no residencia de la facultad en nadie, para privar de la vida a un hombre, aun en el caso delinquido éste, en el delito de lesa patria. Al abrigo de  esta piadosa doctrina, a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón otra conspiración que se volvía a perdonar; porque los Gobiernos liberales deben distinguirse por su clemencia. ¡Clemencia criminal, que contribuyó más que nada, a derribar la máquina que todavía no habíamos concluido!”7  

    5) El más consecuente error que cometió Venezuela en la primera república, fue “la fatal adopción que hizo del sistema tolerante: sistema improbado como débil e ineficaz, desde entonces, por todo el mundo sensato, y tenazmente sostenido hasta los últimos periódos, con una ceguedad sin ejemplo.”8 

    6) Como de vital importancia señaló, que fue un error muy grande dejar que Coro se conformará en polo contra la lucha independentista porque no era solo Coro sino que también abarcaba  a la región de Maracaibo que se declararon como insurgentes y hostiles enemigos, pudiendo haber contenido esta revuelta con solo haber enviado una expedición marítima.  

    7) Un séptimo punto que vio nuestro futuro Libertador fue la falta de disciplina de nuestras tropas, señaló que las tropas deberían ser formadas por hombres veteranos, disciplinados capaces de presentarse en el campo de batalla, a defender la libertad. Y no por jóvenes milicianos que en la primara derrota que sufren se desaniman.  

          Escribió Bolívar, “El soldado bisoño lo cree todo perdido, desde que es derrotado una vez; porque la experiencia no le ha probado que el valor, la habilidad, y la constancia corrige la mala fortuna.”9  

    Se establecieron innumerables cuerpos de milicia indisciplinadas, que además de agotar las cajas del erario nacional, con los sueldos de la plana mayor, destruyeron la agricultura, alejando a los paisanos, de sus hogares; e hicieron odioso el Gobierno que obligaba a éstos tomar las armas, y abandonar la familia. 

    Bolívar en sus Memorias dirigidas a los ciudadanos de la Nueva Granada nos señala: 10 

      Las repúblicas, decían nuestros estadistas, han menester de hombres pagados para mantener la libertad. “Todos los ciudadanos serán soldados cuando nos ataque el enemigo. Grecia, Roma, Venecia, Suiza, Holanda, y recientemente Norte América, vencieron a sus contrarios sin auxilio  de tropas  mercenarias siempre prontas a sostener al despotismo a subyugar a sus conciudadanos.” 11  

    En este punto Bolívar saca su amargura contra la capitulación de Miranda, a quien  nunca perdonó12 y escribió: “tuvo sin embargo este (las tropas)  que rendir sus armas, sacrificándose a los designios de su General quien en una inaudita cobardía, no logró las ventajas de la victoria persiguiendo al enemigo sino antes bien cometió la bajeza ignominiosa de proponer y concluir una capitulación, que cubriéndonos de oprobio, nos tornó el yugo de nuestros antiguos tiranos.” 13 

          Apenas tomaron éstos posesión de las plazas de Puerto Cabello, Caracas, y La Guaira, cuando violando abiertamente las capitulaciones y el derecho de gentes, pusieron en cadenas a cuantos ciudadanos de virtud y talentos se habían distinguido en la República; persiguiendo con furor a la inocente infancia, a la vejez respetable y hasta al débil bello sexo; siendo sus escarmientos tal, que parece excedió la crueldad a si misma.      

    Otra de la razones señaladas por Bolívar es su carta al Congreso de Cartagena fue la

    Constitución y el sistema federal. Señaló Bolívar: 

          El sistema federal, bien que sea el más perfecto, y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad, es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestras nacientes naciones. Generalmente hablando todavía nuestros ciudadanos no se hallan en aptitud de ejercer por si mismo y ampliamente los derechos; porque carecen de virtudes políticas que caracteriza al verdadero republicano; virtudes que no se adquieren en los Gobiernos absolutos, en donde desconocen los derechos y los deberes de los ciudadanos.14 

          Por otra parte ¿Qué país del mundo por morigerado, y republicano que sea, podrá en medio de las facciones intestinas de una guerra exterior, regirse por un gobierno tan complicado, y débil como el federal. No es posible conservarlo en el tumulto de los combates, y de los partidos. Es preciso que el Gobierno se identifique. 15  

      Razón tuvo Bolívar,   todas las provincias y hasta los autoridades de las ciudades hicieron lo que les vino en gana amparados en que estaban federados, con tal anarquía fue imposible gobernar bien. “La subdivisión a la provincia de Caracas proyectada, discutida y sancionada por el Congreso federal, despertó y fomentó una enconada rivalidad en las ciudades y lugares subalternos, y en contra de la capital: “era la tiranía de las ciudades y la sanguijuela del Estado”16 De este modo se encendió el fuego de la guerra civil en Valencia.    

    Para ponerle la tapa al frasco, el sistema financiero tampoco funcionó, hubo que ocurrir a la emisión de papel moneda, del cual nadie confiaba.  

    Pero lo que llamó más mi atención y quizá las de ustedes también es la vigencia que tiene su último párrafo de la Exposición que le hizo al Congreso de Nueva Granada  el 27 de noviembre de 1812  allí leemos:  

          La seguridad, la gloria y lo que es más el honor de estos estados Confederados

    exigen imperiosamente cubrir sus fronteras, vindicar  a Venezuela y cumplir  con los deberes sagrados de recobrar la libertad de la América del Sur, estableciendo en ella las santas leyes de la Justicia y restituir sus naturales derechos a la humanidad. 17 

(*) Economista e Historiador

gilrsalame@yahoo.com




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Gil Ricardo Salamé Ruiz

Economista, con Post Grados en Industralización y Ecología. Historiador.

 gilrsalame@yahoo.com      @gilricardosalam

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