Honduras es rehen del crímen organizado

Tal como lo hemos venido sosteniendo en Honduras lo que ha capturado el poder es una “Cosa Nostra”, una “Familia”, que ahora comienza a quitarse la careta dejando a un lado los argumentos leguleyos y admite que la expulsión de Zelaya era insoslayable, porque iba a ganar la encuesta, iba a instaurar una constituyente e iba a cambiar la forma de gobernar y quien sabe cuantas cosas más, que no son compatibles con la forma de pensar de la casta disociada del ejercito, cúpulas de las iglesias católica y protestante, de los cogollos políticos y minoría de truhanes que históricamente ha desangrado a ese pequeño país centroamericano, ocupado militarmente por Estados Unidos y sometido por los criminales formados en la Escuela de las Américas, en la CIA y las gavillas del narcotráfico, que han violentado todos los principios de derechos humanos, particularmente con el silencio informativo impuesto, que es la peor tortura psicológica que se le puede aplicar a una sociedad, porque la información precisamente reduce la incertidumbre y en consecuencia proporciona tranquilidad.

La experiencia vivida en Venezuela durante los días 11,12 y 13 de abril de 2002, donde la punta de lanza del golpe fueron los medios , nos sirven para comparar el libreto aplicado en Venezuela y repetido en Honduras con la diferencia que aquí los militares patriotas se colocaron al lado del pueblo y el filibustero que había asaltado el Palacio de Miraflores con su mafia, no tuvo tiempo de tomar posesión, porque la furia de un pueblo democrático en defensa de sus derechos repuso al presidente Hugo Chávez en su cargo a las 37 horas de la criminal acción de su secuestro, por parte de actores similares a los que secuestraron a Zelaya.

El Coronel Herberth Bayardo Inestrosa Asesor Jurídico de la Comandancia General del Ejército, no vaciló en asumir la responsabilidad de la fechoría cometida al admitir en entrevista con periodistas que el secuestro y expulsión de Zelaya había sido una decisión de la cúpula militar tras analizar los escenarios que pudieran presentarse si el presidente se quedaba en Honduras, aún en calidad de prisionero.

Bayardo Inestrosa un militar formado como todos sus compañeros del ejercito hondureño, en la Escuela de las Américas, no razona ni admite posibilidades de flexibilizar posiciones cuando de confrontar a la izquierda se trata. Su reacción es radical y violenta cuando le plantean la posibilidad de que el presidente Manuel Zelaya, regrese a su país. No vacila al afirmar que de ocurrir esto se iría de baja del ejercito y fuera del país, porque su manera de pensar no le permite convivir con un presidente de izquierda.

Otra perla que soltó esa máquina de sacrificar gente fue la advertencia al presidente Hugo Chávez Frías, para que se abstenga de visitar a Honduras, si no quiere que lo reciba un francotirador del ejército

al cual según él ofendió y vilipendió y continúa haciéndolo a través de sus intervenciones públicas. Ese coronel que odia todo lo que represente pensamiento progresista, opina que si Zelaya regresa, sería el fin del Estado de Derecho en Honduras (¿?), porque para él todo lo que hicieron el 28 de junio está ajustado a derecho, tal es el asalto de morada a mano armada y con nocturnidad, privación ilegitima de la libertad, secuestro y expulsión del país, mediante maltrato físico y amenaza de muerte, con fusiles apuntándole al pecho y a la cabeza.

Esa actitud no puede ser aceptada por la comunidad internacional porque efectivamente se trata de una nación que es rehén de un grupo de criminales capaz de todo, incluso de atentar contra la vida de un presidente extranjero, tal y como lo afirmó este oficial, asesor jurídico del alto mando. Honduras aguanta que el mundo se levanta.

(*)Periodista

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Cástor Díaz (*)

Periodista CNP 2414

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