El
golpe de Estado que se produjo en estos días (domingo 28 de junio) en
Honduras dejó al descubierto las enormes contradicciones de los
llamados “demócratas” del mundo y sobretodo de nuestro continente
Americano. El presidente legítimamente constituido Manuel Zelaya fue
secuestrado desde el palacio presidencial de la capital hondureña, por
militares golpistas para impedir la consulta popular a la ciudadanía
para reformar la Constitución política y llamar a una asamblea
constituyente. Sin embargo las anacrónicas instituciones hondureñas
como La Corte Suprema y el Poder Legislativo legitimaron y peor aun,
alentaron a los golpistas a actuar en contra del orden constitucional.
Como dijo el Embajador hondureño, este golpe se asemeja al 11 de
septiembre de Chile, donde los poderes Legislativo y Judicial llamaron
a los militares fascistas chilenos a terminar con el gobierno
socialista y asesinar al presidente Salvador Allende. Siempre se dice
en forma majadera que la historia se repite cuando el pueblo no aprende
de las lecciones.
Pero dejemos atrás estas odiosas comparaciones y
remitámoslo al caso hondureño. Cuando se estaban escuchando rumores de
Golpe de Estado, el Presidente Zelaya llamó al pueblo a reunirse en
torno al palacio presidencial y así evitar que los golpistas actuaran.
Destituyó a los altos mandos militares, usando una facultad legítima de
un presidente de la República y convocó a la consulta popular, que
finalmente los insurrectos impidieron.
Honduras se integró al ALBA (Alternativa Bolivariana de América Latina y el Caribe) durante el último año y desde entonces ha estado en la mira del imperio. El ALBA lo constituyeron los países de Venezuela y Cuba en el año 2004 y se han ido integrando con los años Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y las Granadinas y por supuesto Honduras. Ya el hecho de integrarse un país al ALBA constituye un acto de provocación hacia el imperio norteamericano, que ve con estupor como pierde su influencia en su patio trasero. Si no fuera por la actitud valiente y digna de este conglomerado de naciones liderado por Cuba y Venezuela, estaríamos lamentando más golpes militares como se intentó fraguar en Bolivia hace un tiempo atrás. Que han dicho los “demócratas” de Chile y de nuestro continente. Hace poco La Cámara de Diputados de Chile votó un acuerdo de resolución para manifestar su preocupación por los derechos humanos en Venezuela. Vamos a ver ahora cuanto demoran en condenar el Golpe de Estado en Honduras. La OEA llamó a todos los países a condenar este quiebre de la institucionalidad en Honduras, y de acuerdo a las informaciones provenientes de diversas agencias internacionales daban cuenta que el rechazo al nuevo gobierno es casi unánime; sin embargo el Presidente de Estados Unidos Barak Obama, emitió un comunicado expresando su “profunda preocupación” sobre la detención y expulsión de Manuel Zelaya a Costa Rica. El mandatario norteamericano también pidió “a todos los actores políticos y sociales en Honduras que respeten las normas democráticas, el estado de derecho y los principios de la Carta Democrática Interamericana”, pero no llamó a restituir en su cargo al Presidente Manuel Zelaya. ¿Qué intentó decir el Pdte. Del Imperio con esta declaración? Que todos los actores deben negociar cuando aquí no hay nada que negociar y cuando estamos ante un claro y rotundo golpe de estado. Debió haber sido más claro y solicitado la restitución inmediata del Pdte. Zelaya en su cargo.
Todos sabemos, y aquí no valen las ingenuidades típicas de nuestros pueblos, que el imperio norteamericano necesitaba un “palo blanco” o mejor dicho una cara amable de un país desgastado en una crisis económica y un conflicto con el mundo islámico que parece no tener fin, y después de ocho años de la peor administración de su historia,. Barak Obama representa una cara amable de un régimen que no tiene nada de amable con aquellos países y gobiernos que le son adversos.
Según el Diario La Tercera de este lunes el Pdte. Obama siguió el conflicto de Honduras directamente de voz de su consejero de seguridad Jim Jones, que tenía contacto directo con su Embajada en Tegucigalpa. Una vez mas esta triste historia se repite y la luna de miel que estaba gozando el mundo con Obama se rompió de cuajo. Con esto se demostró que el nuevo inquilino de la casa blanca no es más de lo mismo que hemos sido testigos durante la historia, de las intervenciones norteamericanas en América latina.
Es de esperar que nuestro
gobierno se alinee con la postura enérgica de condenar el golpe y no
legitimarlo como ocurrió durante el gobierno del “socialista” Ricardo
Lagos que apoyó con tropas chilenas el Golpe de estado en Haití, cuando
fue destituido Jean Bertrán Aristide.O de
la gran “metida de pata” cuando realizó una declaración pública
culpando al Pdte. Hugo Chávez de Venezuela de ser el culpable del
alzamiento militar en su contra en abril del 2002, y posteriormente
cuando el presidente de Venezuela fue reinstalado en su puesto por el
pueblo, culpó al Embajador de Chile en Caracas de actuar en forma
autónoma.
Por ahora debemos solidarizar con el valiente pueblo de Honduras que eligió el camina de la dignidad.
Por
ultimo esperamos que nuestros periodistas sean más incisivos a la hora
de preguntarle al presidente Obama y no se porten como unos fans.
*Ex candidato a Alcalde por Maipú