Estaba "recontracantado", el Senado de la república profundizo el bloqueo institucional a las reformas sociales, y le sumó el más grotesco fraude, para hundir y anular la Consulta popular laboral convocada por el presidente Gustavo Petro como parte de sus reformas sociales para alcanzar la justicia social que permita superar la pobreza y exclusión de millones de colombianos.
Ya lo habían hecho hace algunas semanas, 8 senadores de la Comisión Séptima, pertenecientes a la ultraderecha reaccionaria, quienes se conjuraron para impedir el trámite de la reforma laboral que ya tenía aprobación de la Cámara de representantes, que propició la convocatoria de la Consulta como mecanismo de participación democrática consagrado en la Constitución política y en la Ley.
Efraín Cepeda, presidente del Senado, acudió a todas las artimañas y trapacerías típicas de la politiquería colombiana para reunir los votos suficientes que cerraran con la negación de la Consulta para impedir la participación del pueblo en la definición de un nuevo régimen laboral democrático que reivindicara derechos esenciales de la clase obrera colombiana sometida a un régimen esclavista del peor de los capitalismos.
Cepeda consumó un verdadero fraude parlamentaria a la manera como ocurre en todos los comicios en que se compran, venden y ponen votos para atrapar curules, cargos y mayorías espurias.
El presidente Petro ha caracterizado de manera precisa lo que éste siniestro acontecimiento político significa y lo que procede en consecuencia:
"No se hundió la consulta popular. La hundieron con fraude, como en un 19 de abril de 1970.
El senador Efraín Cepeda sabedor que ingresaban los votos que la hacían mayoría, cerró la votación.
Estamos ante un fraude y el pueblo debe decidir.
Propongo de inmediato la reunión de las centrales obreras, la coordinación campesina, las juntas de acción comunal, los comités juveniles barriales y el movimiento indígena para dar el paso siguiente.
La orden como presidente de la república de Colombia es que, en estos momentos, la fuerza pública no debe hacer uso de su fuerza contra el pueblo.
Su presencia debe ser a la suficiente para cuidar los edificios de las instituciones y garantizar la convivencia pacífica entre la ciudadanía
Conservar la paz y la alegría. Hora le corresponde a la coordinación del movimiento popular, dar los pasos a seguir, de acuerdo a la Constitución
Al pueblo no se le silencia con trampa. Estoy listo para lo que el pueblo decida.
Efraín Cepeda cometió el peor error, posible que en Colombia pueda cometerse, usar el fraude".
Así, lo que procede es convocar al Paro general como ocurrió entre abril y mayo del 2021 cuando se dio un potente "estallido social" como respuesta a la nefasta reforma tributaria del gobierno de Ivan Duque, aprobada por el Senado.
Hay que proceder con calma, pero con energía, para organizar en los grandes centros urbanos del país la huelga de masas que movilice la multitud y su poder constituyente tal como se ha manifestado en las movilizaciones recientes como el primero de mayo.
Hay que proteger la unidad del pueblo para evitar que corra la sangre y las castas pesquen en el rio revuelto del anarquismo.