Los movimientos políticos – diplomáticos por parte de la ultraderecha internacional del continente americano, están haciendo negociaciones intensas para conseguir un sustituto de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, con "afinidad ideológica", cuando se le vence su período en el cargo, desde el 2015 y renovado en el 2020.
La alianza alcanzada entre países caribeños y gobiernos de la izquierda continental ha allanado el camino para que Albert Ramdin, candidato de Surinam, se convierta el lunes 10 de marzo, en el nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"En los últimos días y de forma abrupta e inexplicable el Paraguay fue informado por países amigos de la región, con quienes compartimos un espacio e historia común, que modificaron su compromiso inicial con nuestro país y decidieron no acompañar finalmente la propuesta del Paraguay. Tomé la decisión de retirar la candidatura del ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, un diplomático de dilatada trayectoria y de bien ganado prestigio para la Secretaría General de la OEA", comunicó este miércoles el presidente paraguayo, Santiago Peña.
De esta forma será Randim quien sustituya al uruguayo Luis Almagro, elegido en 2015 al frente de la OEA y renovado en 2020, quien con el transcurso de los años se convirtió en "el enemigo de los gobiernos progresistas", pese a proceder del Frente Amplio de la izquierda uruguaya. Almagro fungió como canciller del presidente Pepe Mujica.
"Ramdin está en una posición única para abordar los retos contemporáneos de nuestros países", suscribieron en un comunicado conjunto Brasil, Colombia, Chile, Bolivia y Uruguay, los países que orquestaron el asalto final a la OEA. Un "paso significativo" en la actual situación geopolítica y en medio del huracán provocado por Donald Trump, que dedicó los primeros días de su mandato a embestir contra migrantes, en su mayoría latinoamericanos, y a usar su diplomacia bajo presión no sólo contra vecinos como México, también contra sus principales aliados históricos, como Panamá.
Al bloque conformado por la Comunidad del Caribe (Caricom), de la que forma parte Surinam, y los países de la llamada segunda marea rosa se han unido hoy en el apoyo a Randim otros tres países considerados de centro y centro derecha, como República Dominicana, Costa Rica y Ecuador.
La agenda de esta alianza apuesta por la integración regional y adelanta "moderación" ante la presión de Washington, que cuenta con dos aliados principales, Argentina y El Salvador, que apoyaban al canciller paraguayo, al igual que el secretario de Estado, Marco Rubio.