El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos emitió un informe, según el cual la indigencia aumentó en un 18% en el 2024, por lo que 800 mil estadounidenses forman parte de la indigencia que se vive en el Big Brother.
El informe asegura que el número de personas sin hogar se disparó a su número más alto desde que el Gobierno Federal comenzó a llevar registro hace dos décadas, de acuerdo a un informe dado a conocer el 27 de diciembre pasado por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.
De acuerdo a la investigación, más de 80.000 familias tienen niños menores de edad, el grupo social que más creció en el último informe, con un aumento de 39% en 12 meses. Sin embargo, son las personas de la tercera edad e individuos pertenecientes a minorías raciales y étnicas quienes, según las cifras oficiales, siguen experimentando la falta de vivienda en mayores números.
Según el informe, este aumento histórico se explica por varios motivos, entre ellos el fuerte crecimiento de los precios de alquileres (en los últimos tres años, el promedio de los arrendamientos se disparó en un 20%, más del doble del incremento de los salarios), la falta de viviendas sociales disponibles y, principalmente, la llegada de migrantes ilegales a través de la frontera con México.
Es decir, que a la crisis en Estados Unidos se le suma el gravísimo problema social con un número de indigentes que se acerca al millón, en un país que es capitalista; mientras que el Gobierno de China informó que ya unos 150 millones de chinos hacen turismo por todo el mundo, que es un país socialista.
A ese número de indigentes se le suman 70 millones de gordos y 50 millones de drogadictos, más, quién sabe qué cantidad de delincuentes y narcotraficantes. Quiere decir que de los 300 millones de habitantes de ese país, casi la mitad no sirve para nada, pero deben ser mantenidos por el Estado, que en el caso de los obesos son atendidos en los hospitales, generando gastos enormes en programas para la obesidad mórbida.
Hace tiempo que venimos diciendo que el imperio iba a implosionar. Y todo apunta a que las intenciones de Trump, quien en breve asume la presidencia, completarán esta implosión, porque sus declaraciones no tienen nada de conciliadoras, sino que son terriblemente explosivas.