Crimen sin castigo

Los que invocan la legítima defensa de Israel y hablan de solidaridad con palestina, sin hacer nada para detener el genocidio, son cómplices del crimen

Con esta reanudación de la matanza de palestinos, después de la breve tregua con Hamás, el planeta entero vuelve a ser testigo de los crímenes de Israel y su mayor soporte, Estados Unidos. Pero también, no puede ocultar la vergüenza, al ver que un puñado de hombres armados más con valor y dignidad, enfrentan a los ejércitos más tenebroso y cobardes del mundo, expertos en masacrar civiles.

Desde toda óptica del derecho internacional y desde cualquier resquicio de la ética y la moral, Hamás y la resistencia islámica han cobrado legitimidad porque:

"La resistencia del pueblo palestino, utilizando todos los medios disponibles a su alcance contra un poder de ocupación ilegal, es un acto legítimo. Privar a los pueblos de uno de los derechos más básicos es negar su derecho a la igualdad y la dignidad humana, lo que va en contra de la Carta de las Naciones Unidas. La legitimidad de la resistencia es provocada por la gravedad de la ilegalidad en cuestión, tal como la ausencia de voluntad política de la comunidad internacional para detener las violaciones y la posición asimétrica en la que se encuentran las personas subyugadas. La legitimidad de esta resistencia ha sido establecida en diversas fuentes del derecho internacional. La confirmación de esta legitimidad es evidente cuando se examinan las fuentes teniendo en cuenta las opiniones de los Estados y académicos de los países del Sur global en la construcción del derecho internacional.

Esta resistencia no es incompatible con la prohibición del uso de la fuerza, ya que constituye una forma de autodefensa colectiva por parte de los pueblos. Tampoco está prohibida por el Derecho Internacional Humanitario, que establece que las personas no están obligadas a prestar lealtad al poder de ocupación y, por lo tanto, se les permite recurrir a las armas en su resistencia contra un poder de ocupación ilegal.

Como consecuencia de esto, los terceros Estados están obligados a reconocer la legitimidad de la resistencia del pueblo palestino, y el Estado de Israel está obligado a abstenerse de perseguir a los palestinos por su resistencia legítima. Además, Israel no puede invocar la legítima defensa como justificación para violar el derecho internacional en respuesta a tales formas de resistencia." Fuente: insurgente.org. Shahad Sammouri: La resistencia del pueblo palestino (…) es un acto legítimo.

Ahora, cuando los creadores del caos salieron de los destrozos de Afganistán, de la destrucción de Irak y Siria y de la derrota de sufrida en Ucrania, como cuervos o aves de mal agüero se posan sobre Palestina y vuelan sobre Taiwan y el Esequibo.

Hay que tener mucha precaución y valentía. Porque aún, son criminales sin castigo.



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Memo Fernández


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