Estas elecciones argentinas creo que han mostrado la falta de análisis político desde la izquierda hacia las cosas que están sucediendo en América Latina, ya que muchos de sus seguidores sintieron con gran dolor la perdida de las elecciones por parte de Sergio Massa, sin parar en que para la izquierda estas elecciones estaban perdidas desde su arranque y quizás antes.
Es que Sergio Massa es un hombre de la derecha, un político de la derecha que cabalgó sobre el peronismo o mejor dicho cabalgó contra el peronismo prácticamente hasta el último día de su campaña electoral. Al final, aunque es un hombre de derecha el no representa nada, ni al peronismo ni a los grupos empresariales argentinos. El solo no es nada, así que la izquierda ni el peronismo tienen a quien llorar en este caso.
Las elecciones argentinas fueron por lo tanto unas elecciones de la derecha donde los dos candidatos representaban a visiones empresariales para Argentina desde distintos puntos de vista supuestamente vinculados al interés nacional. Pero no hay nada de eso pues la derecha no tiene soluciones efectivas ni para Argentina, América Latina o el mundo. Creo que ni siquiera tienen soluciones para su propio centro de poder, los Estados Unidos.
La diferencia que había entre estos candidatos de la derecha era la propuesta de cuanto capitalismo necesita hoy la argentina para supuestamente salir de su crisis. Mientras Massa proponía la continuidad del capitalismo tradicional y sus estructuras, Milei planteaba la desaparición de esas estructuras y su sustitución por el gobierno directo de los gremios de empresarios y la oligarquía agraria exportadora empresarial. Más capitalismo, pero no lo dice con claridad.
Eso es en el aspecto interno porque en lo que respecta a la articulación internacional Milei tendría vinculación con el Partido Republicano, Donald Trump y sus propuestas. Los demócratas parece que no veían nada interesante en juego y no le dieron un apoyo importante a su seguidor que sería Sergio Massa.
En cuanto al peronismo este fue alejado del escenario político por todos los medios de desprestigio comunicacional, la persecución y hasta por el terror directo, como fue el caso del atentado contra Cristina Kirchner.
La izquierda por su parte, atacada desde adentro y desde afuera, no surge con sus propias propuestas para la solución de los problemas argentinos, conectados a los intereses de los trabajadores y no de los empresarios, ya que parece que olvido la lectura de sus fuentes intelectuales y la práctica de la ciencia como instrumento de la política, asociándosele a ello que en los naciones donde gobierna no puede ofrecer claramente opciones políticas e intelectuales de gran atractivo para las masas trabajadoras y con ofertas prácticas de sus ideas socialistas que sirvan de ejemplo para otros países.
Al no tener un mensaje argentino y social para las masas de trabajadores, empleados, técnicos y más, la izquierda no contaba en estas elecciones. Fue una elección interna de la derecha.