El esclavismo y la mentalidad española

Para todo intelectual, librepensador o una persona simplemente analítica les es imposible desvincular las noticias y los acontecimientos del presente, de los vividos en su país o en el mundo en el pasado. Siempre hay una conexión sin solución de continuidad entre lo que sucede hoy y lo que sucedió ayer. (Pero no comparto ese tópico de que los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla, entre otras razones porque todos la conocen. Otra cosa es que se nieguen a tenerla en cuenta). Esto es muy importante para distintos ámbitos o planos del pensamiento individual pero sobre todo colectivo en el que el imaginario tiene tanta fuerza. Sea el político, el sociológico, el biológico o el antropológico. . En todo caso, sería muy interesante saber qué pensaban en los países europeos no colonialistas, ni imperialistas sobre este horrendo asunto. Y qué decían. Entonces ya había periódicos…

Por ejemplo, España fue la última potencia occidental en abolir la esclavitud. Lo hizo en Cuba en 1886, donde había alrededor de 300.000 esclavos. Por ejemplo, en el Reino Unido hace cinco años vivieron un gran escándalo cuando se descubrió que al abolir la esclavitud en 1833 se pagó una indemnización a los dueños de esclavos que no se terminó de abonar hasta 2015. Lo que en la práctica suponía que los descendientes de los esclavos estuvieron pagando vía impuestos a quienes esclavizaron a sus antepasados, quienes no recibieron ninguna indemnización...

Si ahora nos parece una barbaridad la esclavitud y que tardasen tanto los países que la practicaban en darse cuenta de que era una monstruosidad, por la simple evolución darwiniana o por la inercia de los cambios de mentalidad, algún díaveremos en España como barbaridad los desahucios salvajes que suponen el desalojo de familias enteras o de ancianos de una vivienda, para pasarla a manos de personas jurídicas multimillonarias. Y así, como barbaridad, se verán también las disposiciones en cuya virtud se transforman lo que fueron viviendas sociales en viviendas libres, para vendérselas como negocio para ambas partes, a entidades, compañías o Fondos de inversión.

Lo digo, porque hay cosas como ésta incrustadas en las instituciones de la sociedad española que son barbaridades, y otras que embargan la mentalidad del español medio que también lo son aunque no sea plenamente consciente en la medida que no lo era todavía a finales del siglo XIX en este depravado asunto de la esclavitud. Como tampoco lo es el machismo criminal ni tampoco el hembrismo salvaje que una parte de la sociedad contagiada desde una política aberrante, está empeñada en implantar… O incluso la Fiesta. Como tampoco lo es en el bárbaro de la pena de muerte que persiste en naciones que se tienen por muy civilizadas…

¿Que hay diferencias cuantitativas entre unos y otros asuntos? Por supuesto. Sí, pero no diferencias sustantivas…

Jaime Richart

16 Marzo 2023



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Jaime Richart

Antropólogo y jurista.

 richart.jaime@gmail.com      @jjaimerichart

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