El dinero decide la Presidencia

Si AMLO y Sheinbaum reúnen más millones para comprar votos, le ganarán a la muy corrupta “oposición”

1. No dudo que el presidente López Obrador logrará imponer a Claudia Sheinbaum como candidata de Morena; es un compromiso inexplicable. Las otras "corcholatas", sin pena ni gloria, están de cómplices esperando que les toque algo del botín. No estoy seguro que esa candidata pueda ganar frente a una "oposición" que, igual a AMLO, está muy ligada al dinero empresarial. En la alta política, el llamado pueblo –por desinterés e ignorancia- sólo se entera de lo que interpretan los medios de información y la llamada "Mañanera" diaria de AMLO.

2. El llamado pueblo de abajo, nunca ha sabido, ni ha tenido interés por saber de la política, por ello la odia. Éste durante casi un siglo ha sido manejado por los políticos del PRI, PAN, y más partidos, mediante promesas, regalos y limosnas de gobiernos. ¿Es sabio el pueblo?, obviamente sí en su trabajo, en el que siempre le han pagado muy poco dinero, manteniéndolo entre la pobreza, la miseria y el hambre. Si este pueblo supiera un poco de buena política, hace décadas que se hubiera rebelado para acabar con los políticos de partidos y de gobierno.

3. López Obrador conserva cierta fuerza porque la llamada oposición es reconocida como muy corrupta; todos sus más distinguidos dirigentes fueron antes gobiernos que se llevaron muchos miles de millones de pesos a sus cuentas bancarias y a los llamados paraísos fiscales. Sin embargo, ese mismo AMLO se ha debilitado porque no ha actuado en consecuencia: denuncia a cientos por defraudar a la población, reafirmando que lo que dice es verdad, pero como demagogo, jamás ha actuado contra ellos. Decepciona o traiciona al pueblo miserable, porque en vez de castigarlos por saqueadores, los deja libres.

4. Con excepción de López Obrador que, por fraudes electorales contra él y terquedad, hizo tres campañas políticas recorriendo el país 18 años; ninguno de los 20 presidentes de la República fue conocido antes de sus respectivas campañas presidenciales por sus llamados electores. Eran "tapados" como "corcholatas", luego el presidente los "destapaba" para hacer el anuncio público. De manera inmediata el presidente y su candidato recogían cientos de millones de pesos de los empresarios para contratar a cientos de miles de propagandistas, que con regalos recorrían el país casa por casa.

5. Sólo con ese recorrido, con millones de pesos comprando el voto, hasta acarrearlos a las urnas, se daba a conocer al candidato y se podría asegurar el voto. Jamás -se podría decir nunca- el pueblo conoció la diferencia de pensamiento de algún candidato. Lo único válido para él fue saber quién mandaba los regalos y el dinero y la persona que de las manos llevaba a las urnas. En las elecciones de 2024 será exactamente lo mismo, sólo con algunos cambios de nombre y de cantidad de regalos para la compra de votos. El dinero seguirá decidiendo todo y los empresarios y políticos recogiéndolo a manos llenas.



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Pedro Echeverría


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