El 17 de junio del 2021, en la columna Binóculo que se publica en este portal y en el semanario Kikirikí, escribí con respecto al triunfo de Pedro Castillo en Perú: "Cuánta falta le hace a Pedro aquel genial, filósofo y periodista conocido como La Chira, muerto demasiado pronto, recio militante del Partido Comunista peruano, y con una puntería impresionante para analizar al Perú de su vida. Cuánta falta le haría a Pedro que José Carlos Mariátegui, le dijera cuál sería el camino más expedito para enfrentarse a tantos enemigos que están en el camino y cuántos más estarán. Cuánta falta le haría a Pedro que la extraordinaria capacidad de análisis de La Chira, estuviese a su lado en momentos tan difíciles para comprender que enfrentar a ese enemigo de mil cabezas, a ese monstruo sin piedad y sin ninguna intención de hacer concesiones, sólo es posible enfrentarlo con una poderosa estructura que tenga la capacidad de mover los cimientos de la sociedad peruana. Cuánta falta le haría a Pedro, tener a José Carlos al lado, para explicarle como lo hizo en "Siete ensayos de la realidad peruana" que el hambre no es una palabra, sino un hecho, una historia y una sangre derramada por siglos de injusticias cometidas por el enemigo. Cuánta falta le hace a Pedro, que La Chira le explique cómo enfrentar problemas tan profundos como la economía, la educación, la oligarquía, el problema aborigen, la cultura y la transcultura, los militares y la corrupción; y que con ese lema tan maravilloso "Palabra de maestro" y que un lápiz no será suficiente para resolver unas contradicciones tan profundas.

Ahora si son necesarios aquellos militares nacionalistas del 68, con Juan Velasco Alvarado a la cabeza, para que sean el músculo que necesita para emprender todas las reformas y empujar la fuerza necesaria para avanzar en la revolución que el pueblo peruano ha esperado por años".

La mentira tiene patas cortas y ya se están revelando todos los intríngulis ocurridos en aquel supuesto autogolpe de Estado que se diera Castillo, ordenando la disolución del Congreso. Jamás la política había sido tan rastrera. Y resulta que la asesina Dina Boluarte, designada presidente de ese país, es parte de un complot, pero más una mandadera de la oligarquía peruana. Efectivamente en la lectura del documento de Castillo, se le ve las manos temblorosas, y esto se debía a que un coronel de la policía de apellido Colchado le había mostrado a Castillo fotos de decapitados y del asesino que se encargaría de decapitar a sus hijos.

Es una trama que evidencia lo delincuente que es la sociedad peruana y cómo están de descompuestas las instituciones. Por ejemplo, en el Congreso no escribieron la moción de vacancia, y no hubo más de 26 firmas, que no lo hace legal; pero, además, no hubo debate de dicha moción, lo que deja sin efecto la vacancia. Un elemento adicional es que, por la premura, se les olvidó obligar a Castillo a firmar el supuesto documento por el cual disolvía el Congreso peruano.

Parte del gansterismo fue pagarles a los medios de comunicación 1.800 millones de soles para que hiciera válida la vacancia por vía de la información.

Y entonces apareció un personaje tristemente conocido por Venezuela. Un tal Vladimiro Montesinos, quien, junto a un operador, Alberto Otárola, puesto por la oligarquía para orquestar todo, se reunieron con los militares y le entregaron un millón de dólares a cada general, para que mataran a la población. En los acontecimientos posteriores, cuando comienza el asesinato de manifestantes, al parecer, Boluarte le manifiesta a Otárola que va a renunciar, y éste le dice que, si lo hace, los militares dirán que las matanzas fueron orden de ella y que la juzgarán por crímenes de lesa humanidad, por lo que muy probablemente le apliquen cadena perpetua.

Una de las preguntas que se hacen los analistas, fue la prisa que de la noche a la mañana tuvieron los congresistas para montar todo ese andamiaje. La razón era que los contratos con trasnacionales terminaban en el 2022 y la burguesía peruana no podía permitir que se vencieran los contratos; razón por la que decide actuar de manera acelerada y planean de última hora, la amenaza y el supuesto autogolpe. Cabe destacar que en la componenda estaban también la Fiscal General, cuya hermana es miembro del Tribunal Supremo

Los primeros congresistas sobornados fueron los llamados Niños de Acción Popular, quienes recibieron medio millón de dólares cada uno para votar en contra de Castillo en el Congreso.

Como corolario, ahora se descubrió que detuvieron a Castillo sin una orden judicial violando incluso las leyes internacionales, toda vez que no estaba acusado de nada

Es claro que la putrefacción existía desde mucho antes. Es decir, estos delincuentes, son los herederos de los otros. Solo que aquellos eran más tímidos; y hasta con cierto orgullo, porque cuando se descubrió todo el desastre de Alan García, tuvo la decencia de pegarse un tiro, aunque algunos dicen que lo mataron.

Uno de apartes de destacados de todo ese andamiaje, es el centro de la manipulación, la fábrica de mentiras, el asqueroso escenario de la ilusión, el que lava la cara de los asesinos, el que vende torturadores como si fueran ángeles y asesinos como si fueran hermanitas de la caridad, los poderosos medios de comunicación social, que cada vez más, están por encima del bien y del mal. Ahora se sabe que recibieron 1.800 millones de soles, unos 4.600 millones de dólares.

Ya habíamos advertido que los errores de Pedro los pagaría el sufrido pueblo peruano, que ha demostrado un valor a prueba de tanques de guerra y de helicópteros desde donde los matan. El conocía a la escoria que gobernaba ese país, y desde un principio debió apoyarse en el pueblo, lo único a lo que temería la burguesía, no pueden matarlos a todos sin despertar la repudia internacional. De allí debió agarrarse Pedro. Formar un poderoso frente popular y convocar a todas las fuerzas populares, hasta a los nacionalistas de derechas. De seguro que otra sería la situación y no estarían matando gente en las calles de la nación incaica. Por lo pronto, el número llegó a 70. Ojalá y pare la matanza.

Caminito de hormigas…

"Mira Olmos, la vaina está tan jodida que en un barrio de Cascabel que llaman La Ensenada, a una pobre mujer la fuimos a ayudar, porque los vecinos no sabían de nada de ella. Es una maestra muy humilde y tiene tres carajitos. Y es muy penosa. Cuando nos abrió, parecía que había decidido morir con los niños allí. Yo como paramédico le dije que debíamos llevar a dos de los niños, porque estaban desnutridos. Uno de ellos no se recuperó, murió a los tres días. Me consiguieron Lactovisoy para los otros dos y para ella y le he conseguido dos bolsas de comida. Así está esta mierda camarada", eso me contó un amigo de mil batallas.