O se tira de la cuerda para todos, o para ninguno

En el Uruguay, patria de Zorrilla: "La gran originalidad, la verdadera originalidad dimana siempre de un ideal": Pues bien, los hijos de Nuestramerica no tienen ideal propio, y, probablemente, no lo tendrán en mucho tiempo."

"La gran originalidad, la verdadera dimana siempre de un ideal", dice el autor de la tesis: "Pues bien: los hispano-americanos no tienen ni han tenido ideal propio, y, probablemente, no tendrán en mucho tiempo." Y añade: "Nos falta a los hispano-americanos, para ser capaces de engendrar un fecundo ideal colectivo, homogeneidad étnica, confianza en nuestras fuerzas, vida intelectual intensa y concentrada, y hasta desarrollo social y económico." Y nos falta otra cosa, para volver a tener un ideal que nos de originalidad; nos falta sentimiento religioso de la vida, porque la religión que heredamos de nuestros padres, es una mentira convencional.

Y corremos un riesgo, gravísimo, del que tampoco estamos libres. Este riesgo es el de creer que puede ser ideal que dé vida y carácter a un pueblo el de enriquecerse, hacerse fuerte económica y fisiológicamente, lograr comodidades y esplendideces materiales, o que puede ser un ideal eso que llaman la Ciencia, con letra mayúscula, o el Progreso, o cualquier otra entidad igualmente y abstracta. El mamonismo es el gran peligro americano: la prosperidad material, sin contrapeso, amenaza desnaturalizarnos y convertirnos en verdaderos salvajes bizantinizados, como dice el autor de la tesis.

El enriquecerse no es un fin, sino un medio. Como no es fin, sino medio, la libertad en un pueblo, o la independencia en una nación. Si el que lucha por la libertad no tiene una idea, más o menos clara, del uso que de ella ha de hacer luego, jamás será libre; ni será de veras independiente aquel pueblo cuya clase dirigente no tenga una conciencia, más o menos clara, del valor histórico de ese pueblo, del uso que ha de hacer colectivamente, y para los grandes fines de la cultura, de esa independencia. Dice don Justo Sierra, en un pasaje de su Historia de México, que un pueblo no tiene derecho al suicidio. Creemos, que puede llegar ocasión, y más de una vez ha llegado en la Historia, en que un pueblo ha tenido la obligación del suicidio, la necesidad histórica de desparecer como tal pueblo, si han de salvarse espiritualmente los individuos que lo componen. Caso que no ha llegado, ni es de esperar llegue nunca, para las naciones de Nuestramerica que de ella se desgajaron.

Es falta de idealidad, es materialismo lo que tiene postrados a los pueblos de Nuestramerica. Aquí es materialista todo, incluso lo que llamamos nuestro espiritualismo; aquí es materialista la religión misma. Eso que se llama idealismo latino no suele ser sino materialismo, necesidad de hacer de bulto incluso las cosas más ideales. Y luego nos burlamos de las nebulosidades porque necesitamos tierra, tierra material, tierra grosera, tierra que se coja con las dos manos.

Y es puro materialismo lo más de nuestra literatura, cosas que entran por los sentidos, letra, pura letra. Lo demás es, para nosotros, música celestial, nieblas hiperbóreas, embolismos septentrionales, suspirillos germánicos. Y esta literatura nos está envenenando.

"El carácter de los criollos, frívolos, vanidosos, enamorado de las exterioridades, de lo superficial, es un carácter muy literario", dice el autor de la tesis. Muy literario, sí, lo cual no es lo mismo que decir poético. Hay entre esa literatura y la poesía una irreductible oposición.

¡La Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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