"Como seres humanos, todos queremos ser felices y estar libres de la desgracia, todos hemos aprendido que la llave de la felicidad es la paz interna. Los mayores obstáculos para la paz interna son las emociones perturbadoras como el odio, apego, miedo y suspicacia, mientras que el amor y la compasión son las fuentes de la paz y la felicidad".
Fin de la cita. Dalai Lama.
¿Quién será el nuevo Presidente de los Estados Unidos de América? ¿Donald Trump o Joe Biden? ¿La experiencia política de 52 años de Biden, o la experiencia empresarial de Donald D Trump? ¿El trabajo político cotidiano de décadas de Biden, o la irrupción fulgurante de una estrella mediática, política, y empresarial como Trump?
Las encuestas electorales en esta campaña electoral presidencial USA 2020, no pasan de ser una diversión, un juego de intereses. Expertos estrategas electorales advierten, solo una cosa que se puede anticipar: Ganará quien esté moviendo tácticamente las emociones de los votantes, con tanta fuerza que logre superar la apatía de ir a votar, y los actos de Trump por lo que se ve son multitudinarios, y llenos de fervor. Mientras que los de Biden son unos cortejos fúnebres sin emoción. Y no se trata de que uno u otro tengan razón, es la emoción de la campaña.
Trump trata siempre de emocionar a las personas de tal manera que tengan una fuerte motivación para ir a votar por su candidatura. Tan simple como eso, que no lo vemos del lado de Biden. Es algo tan complejo, en esta campaña electoral americana, de la cual está pendiente la opinión pública mundial.
En su obra ‘El Príncipe’, Nicolás Maquiavelo trató de ilustrar la forma de adquirir, mantener, y fortalecer un principado. Maquiavelo se centraba siempre en varios aspectos fundamentales, siendo uno de ellos la conexión del gobernante con sus súbditos. En esa parte, de su obra siempre se preguntaba qué era mejor: ¿ser temido o amado? Decía Maquiavelo que si había que elegir era mejor ser temido, que ser amado, pues ser amado depende de la voluntad de otros, y los hombres, a veces tienen el menor cuidado en ofender a uno, que se sabe hacer amar, que a uno que se haga temer, y está parece ser la estrategia de Donald Trump. Los demócratas americanos, por querer ser amados por la galería comunistoide de Kamala Harris, según Trump, han dejado de ser temidos por los comunistas, y ahora los que sienten temor de Biden son los propios ciudadanos norteamericanos.
El pueblo norteamericano ha cambiado con la amenaza del virus chino, y la posible desmantelacion de la autoridad policial, ya que esto choca contra la propia dignidad del sueño americano. Ya se duda de la autoridad de Biden, cuando estuvo 8 años como vicepresidente de Obama, donde el gobierno cubano de Raúl Castro no respetó los acuerdos tomados durante la visita de Obama a esa Isla en el 2016, ni las acciones que se consideraban necesarias para imponer la democracia en Cuba.
En estos últimos días Donald Trump, ha arreciado sus ataques en contra de Biden. Donde argumenta una infinidad de motivos, acusándolo que de llegar a ser presidente de los Estados Unidos De América, destruiría todas las instituciones, organismos, y especialidades científicas, pero lo cierto es que USA, es la primera potencia militar, y económica del mundo, una autoridad, y ahora es amenazada por China a través del plagio de toda su tecnología, es el mismo Trump, el que interactúa al mismo nivel que sus seguidores. En sus discursos Trump ataca a Biden cuando manifiesta en sus mítines de campaña políticos. Que es un error manifiesto de Joe Biden, el querer convertir la sociedad norteamericana, en una sociedad totalitaria, y comunista como la china, y la cubana, destruyendo todo su pasado histórico como el de ser una sociedad democrática y de oportunidades, Biden quiere erradicar, según Trump en sus discursos, los términos disciplina, orden, autoridad, respeto, y todos los vocablos democráticos. Todo esto me suena a comunismo Trump dixit….el presidente Trump, ahora hay un crecimiento económico a pesar del virus chino, amparado por las vueltas a clases con tendencias educativas que potencian que el maestro sea un amigo, y las clases, a pesar de la pandemia, sea algo parecido a una sesión de terapia de grupo, un lugar para formar, exigir, educar y crecer.
Trump manifiesta, no quiero ser temido. Tampoco amado en exceso, y que nuestros ciudadanos nos tengan respeto. La condición de autoridad pública, aún siendo insuficiente por sí sola, es un buen comienzo, para superar todas las dificultades que le crearon los chinos al mundo con este virus. No hay que temerle al policía por ser autoridad (excepto el transgresor), pero tal condición permite que confiemos en ellos, y aceptemos sus indicaciones, y órdenes, conscientes de que son por el bien común e individual de la nación.
La condición de autoridad pública servirá como medida disuasoria, preventiva, y como ayuda para normalizar la convivencia en esta gran nación. Queremos ser autoridad por MAGA, para que prevalezcan los derechos, de todos los ciudadanos, y residentes en este país, donde puedan recibir una excelente calidad de vida sin sufrir atropellos. El 3 de noviembre amanecerá, y veremos lo que pasará en la elección presidencial de USA.