Porque la actual pandemia puede desembocar en un neo-fascismo (parte I)

La actual pandemia del COVID 19 ha causado la implosión el neo imperialismo que basado en la conformación de una nueva división internacional del trabajo, se ha instaurado parcialmente a nivel global en la era pos Guerra Fría.

Este neo imperialismo, si bien conserva en lo fundamental el cuadro de dominación imperial descrito por Lenin en su obra "El Imperialismo, Fase Superior del Capitalismo", que se caracterizaba por países imperiales que cimentaban su poderío en el dominio territorial de sus propias colonias de las cuales extraían sus materias primas y a las cuales exportaban los productos manufacturados por sus emporios industriales, como fueron los imperios de Inglaterra, Francia, Holanda, Italia, etc. se diferencia en que ahora no existe una relación biunívoca entre un imperio y sus colonias, sino que el dominio casi total de esas neo colonias es ejercido por los imperios coaligados mediante el control y subordinación de las economías al poder de sus transnacionales, las cuales ya no se limitan a exportar sus productos desde el centro, sino que también a través de la instalación de sus manufacturas en los países colonizados.

Esta estructura de dominación ha generado una clase política y empresarial nativa con los cuales conjuga sus intereses que tienen como objetivos fundamentales el generar una exportación, o más bien sangría, neta de capital de la periferia hacia el centro; así como el impedir el desarrollo de industrias de capital local que puedan competir con las transnacionales, permitiéndole solamente al empresariado de las neo colonias actividades económicas marginales como la exportación de minerales, de flores o del turismo, etc. Condenando a los países dominados a vivir en una permanente situación de minusvalía.

Este sistema imperialista fue bautizado como neoliberal.

EL IMPERIALISMO NEOLIBERAL EN VENEZUELA

En Venezuela pudimos apreciar el imperialismo neoliberal en toda su magnitud bajo el segundo mandato del asesino y corrupto de Carlos Andrés Pérez, cuando las grandes transnacionales pasaron a dominar la economía, bien comprando empresas emblemáticas que pudieran ser una peligrosa competencia como Savoy, Pampero y muchísimas más; bien "privatizando" empresas del Estado que controlaban importantes sectores de servicios como CANTV, Banco de Venezuela; bien mediante conductas mafiosas para destruir empresas nacionales como en el caso de Grapette o VIASA; bien operando a través de testaferros locales.

Además, impusieron al Estado que la inmensa masa de dinero obtenido por las "privatizaciones" y por los préstamos del FMI se canalizara en inversiones "inocuas" para las transnacionales, como el turismo, la siembra de plátanos o flores, las telenovelas, etc.

Es más, en nuestros países llegaron más lejos buscando destruir las monedas locales, como sucedió en Ecuador y sucede ahora en Venezuela, para de esta forma y sin tantas trabas financieras que puedan ser "inconvenientes" en el futuro, lubricar la "exportación neta de capitales".

Ahora bien, para lograr que sus transnacionales dominen los mercados locales, los imperios procuran subvertir el orden social de las neo colonias en todo lo que se refiere a lo que ellos consideran "trabas proteccionistas, legales, y sociales" que choquen con sus propósitos.

Para ello van desde métodos soft como la venta de ideas peregrinas de los beneficios que trae una "Inversión Extranjera", hasta medidas duras, como el chantaje de organismos como el FMI, o hasta asesinando o derrocando líderes nacionalistas.

LA PANDEMIA ACABO CON EL MITO DEL PROGRESO GLOBALIZADO

El argumento central es que un mundo así concebido traería bienestar y riquezas a los habitantes de todos los países, dominadores y dominados.

Pero ese mito lo derrumbó el COVID 19, Los países neo coloniales que viven de la exportación de minerales, de productos agrícolas o del turismo, al depender fundamentalmente de la demanda de esos productos por parte de los países más industrializados, ahora que esta ha caído producto de la crisis, han sufrido un cataclismo económico. Los han dejado a la deriva, sin ayuda de ningún tipo, hasta robándoles mascarillas o respiradores.

En esa famosa globalización los imperios han dirigido para sí toda la ayuda financiera de rescate, la Unión Europea a sus integrantes y Estados Unidos a sí mismo. El resto del mundo "globalizado", tan importante para ellos a la hora de expoliar sus recursos, ahora no existe, son un cero a la izquierda.

Por supuesto que los pueblos y los sectores más progresistas de las neo colonias han tomado o están tomando consciencia que esa situación es insostenible; Que un mundo así estructurado es contrario a sus intereses; Que ante otra situación similar, llámese pandemia, guerra global o agotamiento de las fuentes de energía, las neo colonias estarán condenadas al hambre y al sufrimiento; Que se hace imprescindible que sus economías pasen a ser productivas, autosuficientes, no dependientes del capital extranjero.

ASI SE FORJO EL FASCISMO

Es decir, la figura del nacionalismo económico tomará cada día más fuerza en esas naciones.

Esa es una situación que las grandes potencias no pueden permitir bajo ningún concepto, sencillamente porque es de esa relación de dependencia y dominación que obtienen su poder. Y mientras más los pueblos luchen por su desarrollo soberano, más esas potencias tratarán por todos los medios de impedirlo, lo que desembocará, inevitablemente en nuevas formas de fascismo.

Es que el fascismo y el nazismo son eso, es la utilización de la fuerza por parte de los imperios, no importa el nivel, con tal de mantener su dominación. Lo vimos en la primera mitad del siglo pasado en Alemania, Estados Unidos, España, Italia, etc. y en América Latina en la segunda mitad de ese siglo con asesinos como Pinochet, Videla, Betancourt, Carlos Andrés Pérez, etc.

Resumiendo, podemos afirmar que el mundo tiene ante sí una confrontación entre, por una parte, unos pocos países imperialistas que solo conciben las relaciones entre naciones bajo la figura de la dominación y la explotación y por la otra, la inmensa mayoría de países y pueblos que desean un mundo basado en relaciones de paz y solidaridad.

El asunto es que los imperialistas han articulado todo un sistema orgánico que sostiene esa dominación a través de instituciones creada Ad Hoc, como el FMI, el Banco Mundial, el Consejo de Seguridad de la ONU, el Grupo de los 20, la OEA, etc. En tanto que el resto de los países solo cuentan con una entelequia como la ONU que no sirve absolutamente para nada.

De allí que la tarea fundamental de los pueblos en esta situación es la construcción de un poderoso movimiento orgánico mundial, basado en la solidaridad, que pueda enfrentar y derrotar la dominación imperialista.

En ese objetivo no pueden existir equívocos, ni subordinar ese objetivo a conductas y soluciones basadas en ideologías desprestigiadas y caducas, que solo servirán, como sucedió en la Guerra Civil Española, para acarrear la derrota y la frustración.

Si bien no es tarea fácil, las condiciones actuales permiten vaticinar la victoria.



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Carlos Enrique Dallmeier


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