EEUU Hoy; Notas sobre Supremacismo y Revolución

A Inés, a su insurgencia.

Desde hace varios días, la sociedad estadounidense se encuentra en completa movilización al grito de "no puedo respirar". esa consigna busca conmemorar la súplica que George Floyd repitió varias veces mientras un agente de policía apretaba una rodilla contra su cuello para causarle la muerte.

Al momento de escribir estas lineas la Casa Blanca acaba de apagar sus luces; el presidente de la nación mas criminal y mas embustera de la historia esta gobernando vía twitter y está siendo resguardado en un bunker, tras la intensificación de las manifestaciones que se han venido realizando como respuesta al asesinato de George Floyd.

Tengamos en cuenta que la casa blanca es uno de los lugares mejor custodiados en el mundo y el hecho de que las manifestaciones hayan llegado hasta allí, obligando al NarcoEmperador a esconderse, demarca un acontecimiento que expresa una crisis profunda en el centro de operaciones del capitalismo mundial y en las relaciones de poder que marcan el metabolismo de ese país.

El viraje que llevo las protesta hacia estos escenarios mas elevados en la lucha de clases, comenzó con la toma y posterior incendio de una estación de policía en Minneapolis, en la noche del jueves pasado. Desde ese hecho, han ido mutando las consignas de ese movimiento; lo que arrancó siendo una protesta por la muerte de un afroamericano, hoy se presenta como una jornada nacional que interpela a la oligarquía blanca, cristiana y multimillonaria, que hasta ahora ha gobernado en ese país y que puede constituir un devenir revolucionario del movimiento social.

En el transcurso de estos días, los cuerpos represivos yanquis han incrementado la brutalidad de su respuesta a las protestas, e incluso han lanzado ataques contra los periodistas que las cubren; como las denunciadas en los últimos días en louisville, las vegas, atlanta, washington y mineápolis, donde golpearon, e intentaron detener, a distintos grupos de reposteros, entre los que destacan Sputnik, CNN y otros medios.

Los disturbios han tomado una intensidad tal que ya superan los de 1991, cuando se viralizó un vídeo que mostraba la paliza policial propinada a Rodney King en Los Ángeles, ó las manifestaciones de 2014, sucedidas tras los asesinatos de Michael Brown y Eric Garner, en Ferguson y que levantaron el perfil del Movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros también importa).

Nos enseñó Foucault que "Donde hay poder, hay resistencia" y ese ciclo de violencia que se compone de una acción de protesta y una reacción represiva, que luego es respondida con mas fuerza y con mas masividad en las protestas; para luego ser confrontada con mas represión, representa un Eterno Retorno de la lucha de clases, del que brotarán nuevas formas de resistencia y otros modos de autoconcepción de la sociedad estadounidense en estos años de decadencia imperial.

Volviendo al inicio, el New York Times, reportó que Trump fue llevado a un búnker blindado, mientras el pueblo oprimido forcejeaba con el servicio secreto yanki buscando retirar las barreras metálicas instaladas frente a la cerca que rodea la residencia presidencial estadounidense. Según CNN, Trump estuvo en ese búnker mientras, en el exterior, los manifestantes tiraban piedras y mantenían escaramuzas con las fuerzas represivas.

Por eso, el gesto de apagar las luces y esconderse de la ira popular, representa la muestra de una realidad que emerge de las sombras y un acto simbolico que muestra el distanciamiento existente entre la clase política yanqui y un pueblo estadounidense que está apunto de tener su propia toma de La Bastilla.

Ante todo esto, el discurso de Trump, insiste en mantener una posición reactiva y gorilesca que, en palabras de expertos, "busca aplacar este incendio lanzandole gasolina" y es que ante la avanzada de descontento popular; el gobierno imperial ha ordenado un despliegue de la guardia nacional en 21 estados de la unión americana. Apelando a un discurso malandrezco, e incapaz de una reflexión acorde con el momento histórico, Trump también amenazó diciendo "Asumiremos el control, pero cuando comienza el saqueo, comienza el tiroteo".

Ademas, Trump calificó de "matones" a los manifestantes y prometió poner fin a "la violencia colectiva", responsabilizando a la "izquierda radical" y al grupo "Antifa" de la violencia en las manifestaciones.

Trump ha planteado que "La memoria de george floyd es deshonrada por alborotadores, saqueadores y anarquistas. la violencia y el vandalismo son liderados por la antifa y otros grupos radicales de izquierda que aterrorizan a gente inocentes, destruyendo empleos, dañando negocios y quemando edificios

"Los Estados Unidos de América designarán a antifa como una organización terrorista", expresó Trump, como forma de criminalizar la protesta y de avanzar en la escalada de brutalidad policial que esta marcando estas jornadas. Con esta iniciativa, Trump estaría aplicandole al pueblo norteamericano, la misma dosis de arrogancia sádica que nos ha venido aplicando los EEUU a los movimientos sociales y a las organizaciones populares del sur, al satanizar la legitima protesta y la libertad de expresión.

Inmediatamente, William Barr, fiscal general de Trmp, emitió una declaración en la que asegura que el departamento de justicia activará las 56 oficinas de la Fuerza de Tareas Conjunta del FBI para identificar a "grupos radicales y agitadores externos" que aprovechan para "seguir su propia agenda". "la violencia instigada y llevada a cabo por la antifa y por otros grupos similares, en relación con los disturbios, es terrorismo doméstico y será tratada en consecuencia", advirtió Barr.

No perdamos de vista esa necesidad de acusar a agentes externos de ser responsables de los disturbios tal como lo han venido haciendo los gobiernos proclives al mandato imperial al enfrentar las movilizaciones AntiNeoliberales que marcaron la agenda política de Nuestramerica el año pasado. No nos extrañe entonces que, tras la aparición de una imagen de los ojos de Chávez y de un morral tricolor en las protestas, se eche mano de nuestra condición de "amenaza inusual y extraordinaria" para acusar a Venezuela de fomentar esos disturbios y con ello buscar la intensificación del bloqueo y las sanciones.

Entendiendo que lo "antifa" lejos de ser una organización estructurada, representa una condición ideológica que, tras la llegada de trump a la casa blanca, se ha hecho cada vez más presente en actos que se oponen a las manifestaciones de los supremacistas blancos, y que por su carácter difuso, este discurso puede ser aprovechado para que cualquiera sea acusado de antifa y por ello ser condenado por terrorismo a conveniencia del gobierno yanki.

A estas horas el gobierno supremacista de Trump, ha decretado "toque de queda" en, al menos, 40 ciudades. En la costa oeste de Estados unidos, varios agentes de las fuerzas represivas y algunos manifestantes resultaron heridos en las protestas y solamente en Nueva York, fueron detenidas más de 200 personas este fin de semana.

Mientras escribimos pensamos en el devenir de este movimiento, poniendo nuestra confianza en la sabiduría de Fidel Castro cuando nos señala que los pueblo aprenden mas en un día de insurrección que en 100 años dedicados a la literatura revolucionaria, (o algo así) y a partir de esa convicción se pueden hacer algunas observaciones tempranas sobre estos acontecimientos.

Este proceso esta desenvolviendose de manera vertiginosa y está cada vez mas marcado por el incremento en los niveles de violencia de clases, ese movimiento que arrancó como una protesta, hoy se desenvuelve entre disturbios que perdieron todo respeto por las fuerza represivas, dejando al descubierto las debilidades internas del gobierno yanqui.


Es interesante ver como unas manifestaciones, se fueron convirtiendo en una interpelación al sistema racista y represivo que domina en los EEUU; hoy esas movilizaciones están elevando sus niveles de intensidad y consciencia, lanzandose al desenmascaramiento del supremacismo blanco que los gobierna desde mucho antes de la guerra de secesión y del el capitalismo como sistema productor de miseria.

No perdamos de vista el hecho de que estos acontecimientos se desarrollan en pleno año electoral; por eso toca estar pendientes de los movimientos que pudieran estar haciendo los Halcones del Pentágono en medio de esta crisis, de como están jugando los zamuros del partido demócrata y de como éste descontento se convierte en votos.

Pero así como va, éste movimiento representa un tremendo empujón que tributa al derribo del supremacismo blanco como estructura de dominación y como efecto demostración,representa una denuncia feroz a la hipocrecía de los gobiernos yanquis cuando hablan de derechos humanos, de paz y de democracia.

En esta misma idea, llama la atención el crecimiento que esta teniendo el movimiento "Black Lives Matters" y la pertinencia de las recientes manifestaciones del Partido Panteras Negras con la consigna "Esta vez no nos ahorcarán" aludiendo, obviamente, a las practicas de muerte que han sentenciado históricamente las relaciones de poder en el territorio gringo y que ya no pueden seguir vigentes, lo que representa en términos Gramscianos una Crisis Orgánica en el modelo hegemónico.

Destaca también, la poca incidencia mediática que tienen las vanguardias en esas manifestaciones; hecho que tiene la ventaja de mostrar un sentimiento nacional sin mediaciones partidistas, pero que también permite leer una debilidad en las condiciones subjetivas del movimiento social; los cual hace prever un natural desgaste del movimiento que podría ser capitalizado por la otra cara de la moneda en el bipartidismo estadounidense; el Partido Democrata, con los Clinton a la cabeza; tal y como sucedió con el movimiento "Ocupy Wall Street".

Haciendo salvedades históricas y sociales, bien vale recordar que el 27F de nuestro 89; también estuvo marcado por ese signo. En esas jornadas de lucha popular venezolana, tampoco se presentaba una vanguardia estructurada, ni existía un liderazgo capaz de capitalizar esas acciones en favor de la profundización de la democracia popular.

Pero es bueno recordar también que, esas jornadas parieron el liderazgo que hoy sienta las bases orgánicas, e ideológicas, de nuestra Revolución Bolivariana. Teniendo eso en cuenta podemos reivindicar la idea de que, lejos de lecturas manualescas, cada proceso genera sus propios liderazgos, sus propias dinámicas y sus propios discursos; por ello nos toca esperar que este proceso también logre generar sus propios relatos y sus propias vanguardias.

Así como mantenemos altas las expectativas sobre la necesidad de que el pueblo colombiano construya sus vías hacia la paz y la democracia que representen una victoria para nuestro continente; los pueblos del mundo debemos seguir apostando a un cambio revolucionario en el sistema político estadounidense ´para realizar nuestras consignas democráticas, antimperiales y pacifistas.

Es importante tener en cuenta que la población civil en EEUU está bien armada y que existe un profundo sentimiento separatista en los amplios sectores sociales que fundaron la "unión americana". Por ello, no resulta descabellado pensar en que una, muy posible, profundización de estos conflictos se vayan generando condiciones de posibilidad que den pié a una guerra civil que desemboque en la balcanización de los EEUU.

Por todo ello, nos toca seguir expectantes ante el desarrollo de estos acontecimientos que van dejando marcas profundas en el metabolismo de la Real Politik imperialista; es difícil prever lo que vaya a suceder en el devenir acontecimiento de estos hechos que, aunque no generen un cambio inmediato en las estructuras de poder estadounidense, pueden entenderse mejor en términos del devenir revolucionario deleuziano, veamos.

Tras la experiencia de Mayo del 68, en Francia, Gilles Deleuze fue interpelado por Foucault; le dijo: "Gilles, la revolución fracasó, hay que volver a las clases"; a lo que respondió Deleuze: "No fracasó, duro lo que duró, un instante eterno y prodigioso" "Fue un devenir revolucionario a secas, no se trataba de que la revolución triunfara en lo inmediato, apropiándose de los aparatos del Estado, se trataba mas bien de que las personas devinieran en revolucionarios".

Quizás el planteamiento inmediato no radique en la toma del poder político de las clases instrumentales estadounidenses, o del triunfo electoral de las opciones populares y multiétnicas, entendiendo que estamos hablando de una sociedad mediada por el fanatismo religioso y el control total de la oligarquía supremacista blanca; pero al igual que nuestro 27-F, lo importante es que esta experiencia se presente como una acción capaz de intensificar el espíritu revolucionario de una nación oprimida; y que se proyecte en el tiempo como el inicio de una revolución que geste ese mundo posible, urgente y necesario que todas y todos estamos ayudando a nacer.



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Robert Galbán


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