Los altos cargos burocráticos tienen, la mayoría de las veces, un hito misterioso que transforman a muchos funcionarios; una metamorfosis sucede desde el inicio que afecta aspectos fundamentales tanto en lo cognitivo, como en lo emocional.
Ocurre casi siempre en no pocos ámbitos de la vida privada y pública, Verónica Michelle Bachelet Jeria resultó afectada por el virus que transforma el cuerpo y las ideas al revés y lo sume a la patología de la normalidad sin que la víctima se percate de su situación.
Como latinoamericano y caribeño, consciente de la importancia que tiene la Patria Grande, de los abundantes recursos dados generosamente por la madre naturaleza; pueblos ricos en sabiduría que devienen de los extensos bosques de los árboles genealógicos, de sus raíces, de sus antepasados cercanos y distantes, de la cultura cósmica que llevamos hasta en nuestros tuétanos, de los dolores y los desarraigos que el colonialismo, que no cesa en mutar, ha implantado; de la rebeldía indoamericana, de los sueños comunes que tenemos, del deseo de construir como bien común y la paz, la justicia social y la independencia definitiva, la autodeterminación, el ejercicio pleno e integral de la soberanía; el hacer del multilateralismo una expresión de la integración más de los pueblos que corporativo; el respeto como cualidad y hacer inveterado constante y para siempre.
Necesario señalarte Bachelet que te has convertido en un instrumento más de la orquesta fúnebre del establecimiento mundial, conducido al capricho y antojo de un grupo de familias, que no llegan a ser más de dos decenas, que busca convertir a esta parte de la América en un rompecabezas sin vínculos afectivos que aseguren desde los pueblos la construcción de una narrativa compartida, el relacionamiento permanente, la articulación y la integración, la cohesión cultural en aras de la Latinoamérica y el caribe posible. La que soñó Bolívar, Martí, Emiliano Zapata, Sandino, Che Guevara, Allende, Fidel y Chávez,
El coadyuvar a desintegrarnos más de lo que estamos como Estados y Naciones es un delito de lesa humanidad, es promover la desesperanza y la miseria, es permitirles a las corporaciones que acecen con máximos privilegios y concesiones para acarrear más empobrecimiento a nuestros pequeños medianos agricultores y empresarios, el robo de las riquezas y la destrucción masiva del ecosistema.
Bachelet tu representas la continuación de las políticas neoliberales implantadas inéditamente por el dictador Pinochet en América Latina, representas el medio idóneo para las corporaciones multinacionales para ejecutar de una manera efectiva el consenso de Washington, representas una herramienta útil para ofrecer falsa "licitud" al intervencionismo militar de los EEUU en esta parte de los países del sur, representas un modo expedito para la imposición de gobernantes tipos como el autoproclamado, en cualquier lugar cuando así lo desee el Pentágono y el Departamento de Estado, incluso en Chile.
Bachelet desde la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas te asignaron para llegar a esas alturas y crear las condiciones para justificar los ataques oprobiosos del imperio contra los venezolanos y venezolanas; conseguir beneficios e inversiones en Chile en nombre de un supuesto desarrollo concebido a engrandecer la riqueza material de una elite blanca y racista, para asegurar más poder al sistema punitivo y reprimir las ingentes protestas que sacuden tu país; garantizar tu nominación a ser nuevamente presidente; ocupar nuevas posiciones en el marco de la arquitectura del poder internacional y ser pieza clave en los procesos de pauperización de los pueblos que se gesta todos los días desde los centros de conducción y mando ubicados en Europa y los Estados Unidos.
Bachelet y Chile sienten y viven un inequívoco orgullo de ocupar posiciones que otros Estados anhelan pero que ellos ocupan para favorecer a una minoría donde eres apenas es un peón de la oligarquía chilena y mundial.
Bachelet no representas la naturaleza ni el carácter heroico del Partido Socialista Chileno, no representas los miles de seres inmolados por las más variadas dictaduras en nombre de transcendentes ideales, no representa en su actuación y pensar al cantautor Víctor Jara, ni al presidente mártir Salvador Allende. Bachelet no representas a los miles de jóvenes que han luchado y siguen luchando por una educación gratuita, que exige programas sociales que fomente la dignificación.
Bachelet eres un fraude todavía en proceso. Eres una estafa política para las personas que creyeron en tu condición de mujer y socialista. Eres un fiasco para los pueblos latinoamericanos y caribeños. Eres la espada de Damocles para las generaciones futuras. Eres el VIH para el desarrollo sostenible. Eres la que trabaja para asegurar el ingreso a la privatización en todos los niveles. Eres la que acribilla la solidaridad, la hermandad, la amistad entre las naciones con su inmenso legado de miles de años.
Bachelet no le has jugado limpio a Venezuela ni a nuestra América. No le has jugado limpio a los pueblos del sur. No le has jugado limpio a la vida. No le has jugado limpio a la esperanza, al mundo sin explotados ni explotadores.
Bachelet te casaste con la muerte, con la tragedia, con la división, con el racismo, con las 72 bases militares que nos rodean y las 1.118 que cubren a los pueblos de todos los continentes. Bachelet te has casado con Pence, Pompeo, Trump, y el sanguinario Elliott Abrams.
Bachelet no se te critica tu manera de pensar, se te acusa es ir contra los ideales de liberación de nuestros pueblos, lo que se te critica es haberte sumado a la patota imperial que aspira convertirnos materialmente en su patio trasero. Es actuar contra la historia. Es buscar prestigio imperialista. La vida política, social, cultural de los venezolanos y venezolanas sigue su curso. La historia no te absolverá, la historia pronto te olvidará. NO olvides nunca: el odio al pueblo de Venezuela es similar al odio con el cual has tratado al pueblo mapuche.
Caracas, 23 de marzo de 2019