Aventis

Maduro y Ortega, la idea de perpetuarse en el poder

La izquierda latina le hizo una mala jugada al pueblo y nuestro vasto territorio es hoy, devastado por compromisos ideológicos, terroristas y mafias que buscan desafiar el sentimiento popular, con tal de exaltar sus propios intereses, lo que constituye una verdadera vergüenza histórica. Muchos de estos grupos cercaron prácticamente al rio Orinoco y sus afluentes, ante la mirada inerte de muchos oficiales nuestros, allí acantonados.

Ahora, ante tal discurso de contínua falsedad de bienestar, claro con un signo populista, tenemos a Nicaragua en un descuido de Daniel Ortega, quién volvió su mirada al Oriente Medio creyéndose en un Ayatolá, cuando en el Extremo Sur. En el otro Continente virgen, somos de naturaleza aborigen, una cultura muy diferente a la asiática y arábiga, aunque estamos plenos de una filosofía cristiana por la gesta colonizadora de España

Hoy por hoy quizás es más urgente lo de Nicaragua que lo de Venezuela. El régimen chavista se desmorona solo. En cambio, lo de la dupla Ortega-Murillo y la represión, torturas y muertes en el sufrido país centroamericano hacen preciso seguirlo más de cerca y estar muy arriba para evitar que derive en una nueva Venezuela o algo peor.

Aunque de izquierda democrática, soy contrario al servilismo, esclavismo y dictadura que quieren imponer los presidentes Nicolás Maduro Moros y Daniel Ortega Saavedra. Es simple, se han fusionado con el ala militar para entorpecer la existencia de nuestros pueblos indígenas y urbanos. Obviaron, el plan dado por el comandante Hugo Chávez para integrarnos en un solo continente y luchar contra la barbarie de los imperios.

Sin duda, el mensaje dado por Maduro, es el mismo mensaje de Ortega, ambos, desobedeciendo las ideas marxistas quieren imponer sus propias dictaduras. Esto, nos da un claro mensaje. El diálogo en Nicaragua pasa por la salida de Ortega como de primera se lo dijeron los estudiantes al mandamás, en su propia cara.

En la Asamblea de la OEA de esta semana, y más allá de las urgencias, hay que reconocer que se ha ido por buen camino. Muchos sienten que el paso es muy lento, sobre todo aquellos que tienen hambre, que necesitan medicinas o que luchan y enfrentan en la calle a los fascistas “grupos” de choque” gubernamentales. Pero es que hay determinados trámites y mecanismos formales que hacen a la legitimidad institucional imposibles de esquivar.

Necesitamos hacer una revisión de la historia hispanoamericana. Somos un pueblo rebelde en su amplitud y deseamos un verdadero proyecto bolivariano y no. Que un grupo de popes piense sobre nosotros, aunque la última palabra la tiene, los imperios. De verdad, que hicieron Pepe Mujica, Cristina Fernández, Daniel Ortega. Dilma, Lula y Hugo Chávez en favor de un amplio sector colectivo, empresarial y de hombres dados al trabajo, tendríamos que ver como priva lo político sobre lo jurídico.

Y que cada uno tome nota y no venga después con cuentas turbias.

Es anticipable que Ortega, después del tiempo que ha solicitado frente a la demanda de los obispos, se niegue a concesiones esenciales en términos de justicia y democratización. Entonces, y como lo señalé en mi último artículo, solamente cabrá que Ortega renuncie, y a eso deberán converger todas las fuerzas que dentro de Nicaragua (sandinistas y no sandinistas, institucionales y no institucionales), y fuera, buscan que termine la matanza.

Los costos en vidas humanas son altos y los costos económicos se hacen sentir. El escenario latino es acompañado por una crisis financiera inducida, donde las pérdidas económicas se hacen sentir, cuando la mujer o el hombre se dirige al mercado, solo tiene oportunidad de adquirir un solo alimento.

¿Podría sobrevivir la banca varios meses de esta situación? Muchos economistas piensan que no y prevén que, ante la fuga masiva de depósitos, el Gobierno seguirá devaluando, la moneda e impondría el “corralito financiero”, apresando los dólares de los ahorrantes. Los escenarios podrían ser menos o más severos que estas proyecciones. La represión podría disminuir o aumentar. Pero hay dos verdades inescapables: que cada día más sin solución, tendrá un costo trágico y que Nicaragua como Venezuela están a centímetros de una debacle abismal y sangrienta. Y la causa es, nada más, la obstinación de una pareja que está demostrando ser capaz de llevar el país entero a la ruina, antes que renunciar al poder. Y, el otro, esta maniatado al gobierno cubano. Bastaría que ellos cedieran a las aspiraciones de democratización y elecciones prontas, que hoy exigen unidos obispos, pueblo, estudiantes y empresarios, para que evitemos el abismo y vuelva a brillar la paz.

Ojalá reflexionaran o alguna fuerza patriótica los haga reflexionar. Daniel Ortega y Rosario Murillo, como Nicolás Maduro deben irse, el pueblo de izquierda quiere un gobierno que se respete la institucionalidad empresarial.

Ahora, hay grupos que no quieren comprender que ya son gobiernos y deben resguardar sus vidas. Las bandas sociales quieren dialogar y, todos desean plantear sus problemas y ser oídos.

Hacía décadas que no era tan real nuestro deseo de tomar nuestras propias decisiones y responder a nuestra propia realidad, que es responsabilidad exclusiva de los nicaragüenses, y es por ello que debemos articular orgánicamente los esfuerzos dispersos que hoy muestran la posibilidad real e innegociable de cambiar de una vez por todas el régimen que oprime y reprime a nuestro pueblo, especialmente a lo más valioso: nuestra juventud y su deseo de participar en la construcción de una mejor Venezuela y Nicaragua.

Aprovechemos, esta oportunidad de ser escuchados.

Nunca en Nicaragua ha habido tanta gente descontenta con la pérdida de derechos ante la irracional respuesta del régimen y por ello tiene que surgir una nueva opción para canalizar esa indignación a través de un movimiento político que demuestre capacidad de representación de las mayorías golpeadas por las razones sabidas. Para las próximas elecciones, como primer paso —con nuevas autoridades en el poder electoral y en el sistema judicial— se hace necesario que se forme un movimiento político inspirado en valores genuinos para la búsqueda del bien común. Tal, como lo planeó, el comandante Chávez.

Necesitamos un movimiento político estructurado de forma diferente a lo que nos han acostumbrado para convertir el pesimismo en optimismo y el descontento en voluntad popular de cambio, y poder reconstruir la joven democracia y crear así las condiciones para promover inversión extranjera y generar empleos para salir de la pobreza.

En las calles se repite insistentemente: no eran delincuentes, eran estudiantes. En memoria de esos héroes que nos inspiran, llegó el momento de que pasemos de las consignas, a los hechos; de la teoría, a la práctica. Esa será la mejor herencia que deje la lucha de los valientes que no dijeron que morían por la patria, sino que murieron. Hay que dar un paso adelante para sumar más y más nicaragüenses comprometidos con las mismas ideas de libertad y democracia. Es tiempo de sumar voluntades para ¡convertir la indignación en cambio!

Los hombres de izquierda, aceptaron hacer una revisión a sus postulados

Al Partido Popular (PP) de España, lo destrozó la corrupción. Muy poca gente creía en su inocencia. Por eso Mariano Rajoy perdió el poder. Algo parecido a lo que le sucedió a la Democracia Cristiana italiana a principios de la década de los noventa. La severidad de las sentencias de los jueces españoles contra los responsables de la “Operación Gürtel” fue devastadora. Era la perfecta coartada para liquidar al PP mediante una moción de censura en el parlamento.

No es que 180 diputados sufrieron un espasmo súbito de honradez. Fue el instinto matador de los políticos. Vieron una oportunidad de tirarse a la yugular de la derecha y la aprovecharon. Unos por razones ideológicas. Eran sus enemigos de clase. Otros por cuestiones de identidad. Veían al PP como los promotores del españolismo: ese supranacionalismo que ahoga a los otros nacionalismos regionales.

Es probable que al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) le suceda lo mismo con los casos ERE. Pronto los tribunales dictarán las sentencias y los aliados de la víspera sentirán otra vez el instinto matador. Si las trampas con el dinero público que llevaban a cabo algunos tipos inescrupulosos del PP, o de su entorno, se centraban, fundamentalmente, en Madrid, Valencia y Galicia, los socialistas inescrupulosos recurrían, en primer lugar, a Andalucía, territorio que han gobernado durante muchos años.

Los delitos cometidos son similares: apropiación indebida, blanqueo de capitales, falsificación de documentos públicos, tráfico de influencia, cohecho (soborno) activo o pasivo, y un vasto etcétera. Por eso las sentencias son tan severas: cada delito conlleva una pena. Se suman las penas y surgen esas cifras terroríficas.

Durante milenios los cortesanos emprendedores y los jefes políticos se han repartido las rentas más suculentas en detrimento del pueblo llano. Ambos grupos se retroalimentan. Son las “sociedades de acceso limitado”. Pero, a fines del siglo XVIII ocurrió la revolución americana y, de pronto, unos granjeros blancos, descendientes de británicos, se vieron conminados a organizar un Estado independiente.

Como se habían enfrentado a la monarquía inglesa y a sus aristócratas, proclamaron que todos los ciudadanos eran iguales ante la ley y poseían los mismos derechos y obligaciones. Pero no lo hicieron de una manera retórica hueca, sino porque realmente lo creían. Ese principio los llevó a fundar la República sobre la base de la meritocracia, el mercado, la renovación permanente de los servidores públicos mediante la regla de la mayoría, y la subordinación de todos a la Constitución. Habían creado, sin proponérselo, la primera “sociedad de acceso abierto”.

Como el experimento dio resultados de inmediato, poco a poco algunas de las naciones comenzaron a copiar el modo de comportamiento americano, adaptándolo a sus tradiciones y valores. Ese es el caso de Holanda, la propia Inglaterra, Francia, los países escandinavos, e incluso naciones ajenas a Occidente como Japón o Corea del Sur, para un total de 20 o 30 naciones de “sociedades de acceso abierto”.

Es probable que España a partir de ahora, se sume a ese pelotón de cabecera. Si es así la sacudida ha valido la pena, por lo del colonialismo

La izquierda latina le hizo una mala jugada al pueblo y nuestro vasto territorio es hoy, devastado por compromisos ideológicos, terroristas y mafias que buscan desafiar el sentimiento popular, con tal de exaltar sus propios intereses, lo que constituye una verdadera vergüenza histórica. Muchos de estos grupos cercaron prácticamente al rio Orinoco y sus afluentes, ante la mirada inerte de muchos oficiales nuestros, allí acantonados.

Ahora, ante tal discurso de continua falsedad de bienestar, claro con un signo populista, tenemos a Nicaragua en un descuido de Daniel Ortega, quién volvió su mirada al Oriente Medio creyéndose en un Ayatolá, cuando en el Extremo Sur. En el otro Continente virgen, somos de naturaleza aborigen, una cultura muy diferente a la asiática y arábiga, aunque estamos plenos de una filosofía cristiana por la gesta colonizadora de España

Hoy por hoy quizás es más urgente lo de Nicaragua que lo de Venezuela. El régimen chavista se desmorona solo. En cambio, lo de la dupla Ortega-Murillo y la represión, torturas y muertes en el sufrido país centroamericano hacen preciso seguirlo más de cerca y estar muy arriba para evitar que derive en una nueva Venezuela o algo peor.

Aunque de izquierda democrática, soy contrario al servilismo, esclavismo y dictadura que quieren imponer los presidentes Nicolás Maduro Moros y Daniel Ortega Saavedra. Es simple, se han fusionado con el ala militar para entorpecer la existencia de nuestros pueblos indígenas y urbanos. Obviaron, el plan dado por el comandante Hugo Chávez para integrarnos en un solo continente y luchar contra la barbarie de los imperios.

Sin duda, el mensaje dado por Maduro, es el mismo mensaje de Ortega, ambos, desobedeciendo las ideas marxistas quieren imponer sus propias dictaduras. Esto, nos da un claro mensaje. El diálogo en Nicaragua pasa por la salida de Ortega como de primera se lo dijeron los estudiantes al mandamás, en su propia cara.

En la Asamblea de la OEA de esta semana, y más allá de las urgencias, hay que reconocer que se ha ido por buen camino. Muchos sienten que el paso es muy lento, sobre todo aquellos que tienen hambre, que necesitan medicinas o que luchan y enfrentan en la calle a los fascistas “grupos” de choque” gubernamentales. Pero es que hay determinados trámites y mecanismos formales que hacen a la legitimidad institucional imposibles de esquivar.

Necesitamos hacer una revisión de la historia hispanoamericana. Somos un pueblo rebelde en su amplitud y deseamos un verdadero proyecto bolivariano y no. Que un grupo de popes piense sobre nosotros, aunque la última palabra la tiene, los imperios. De verdad, que hicieron Pepe Mujica, Cristina Fernández, Daniel Ortega. Dilma, Lula y Hugo Chávez en favor de un amplio sector colectivo, empresarial y de hombres dados al trabajo, tendríamos que ver como priva lo político sobre lo jurídico.

Y que cada uno tome nota y no venga después con cuentas turbias.

Es anticipable que Ortega, después del tiempo que ha solicitado frente a la demanda de los obispos, se niegue a concesiones esenciales en términos de justicia y democratización. Entonces, y como lo señalé en mi último artículo, solamente cabrá que Ortega renuncie, y a eso deberán converger todas las fuerzas que dentro de Nicaragua (sandinistas y no sandinistas, institucionales y no institucionales), y fuera, buscan que termine la matanza.

Los costos en vidas humanas son altos y los costos económicos se hacen sentir. El escenario latino es acompañado por una crisis financiera inducida, donde las pérdidas económicas sse hace sentir, cuando la mujer o el hombre se dirige al mercado, solo tiene oportunidad de adquirir un solo alimento.

¿Podría sobrevivir la banca varios meses de esta situación? Muchos economistas piensan que no y prevén que, ante la fuga masiva de depósitos, el Gobierno seguirá devaluando, la moneda e impondría el “corralito financiero”, apresando los dólares de los ahorrantes. Los escenarios podrían ser menos o más severos que estas proyecciones. La represión podría disminuir o aumentar. Pero hay dos verdades inescapables: que cada día más sin solución tendrá un costo trágico y que Nicaragua como Venezuela están a centímetros de una debacle abismal y sangrienta. Y la causa es, nada más, la obstinación de una pareja que está demostrando ser capaz de llevar el país entero a la ruina, antes que renunciar al poder. Y, el otro, esta maniatado al gobierno cubano. Bastaría que ellos cedieran a las aspiraciones de democratización y elecciones prontas, que hoy exigen unidos obispos, pueblo, estudiantes y empresarios, para que evitemos el abismo y vuelva a brillar la paz.

Ojalá reflexionaran o alguna fuerza patriótica los haga reflexionar. Daniel Ortega y Rosario Murillo, como Nicolás Maduro deben irse, el pueblo de izquierda quiere un gobierno que se respete la institucionalidad empresarial.

Ahora, hay grupos que no quieren comprender que ya son gobiernos y deben resguardar sus vidas. Las bandas sociales quieren dialogar y, todos desean plantear sus problemas y ser oídos.

Hacía décadas que no era tan real nuestro deseo de tomar nuestras propias decisiones y responder a nuestra propia realidad, que es responsabilidad exclusiva de los nicaragüenses, y es por ello que debemos articular orgánicamente los esfuerzos dispersos que hoy muestran la posibilidad real e innegociable de cambiar de una vez por todas el régimen que oprime y reprime a nuestro pueblo, especialmente a lo más valioso: nuestra juventud y su deseo de participar en la construcción de una mejor Venezuela y Nicaragua.

aprovechemos, esta oportunidad de ser escuchados.

Nunca en Nicaragua ha habido tanta gente descontenta con la pérdida de derechos ante la irracional respuesta del régimen y por ello tiene que surgir una nueva opción para canalizar esa indignación a través de un movimiento político que demuestre capacidad de representación de las mayorías golpeadas por las razones sabidas. Para las próximas elecciones, como primer paso —con nuevas autoridades en el poder electoral y en el sistema judicial— se hace necesario que se forme un movimiento político inspirado en valores genuinos para la búsqueda del bien común. Tal, como lo planeo, el comandante Chacez.

Necesitamos un movimiento político estructurado de forma diferente a lo que nos han acostumbrado para convertir el pesimismo en optimismo y el descontento en voluntad popular de cambio, y poder reconstruir la joven democracia y crear así las condiciones para promover inversión extranjera y generar empleos para salir de la pobreza.

En las calles se repite insistentemente: no eran delincuentes, eran estudiantes. En memoria de esos héroes que nos inspiran, llegó el momento de que pasemos de las consignas, a los hechos; de la teoría, a la práctica. Esa será la mejor herencia que deje la lucha de los valientes que no dijeron que morían por la patria, sino que murieron. Hay que dar un paso adelante para sumar más y más nicaragüenses comprometidos con las mismas ideas de libertad y democracia. Es tiempo de sumar voluntades para ¡convertir la indignación en cambio!

Los hombres de izquierda, aceptaron hacer una revisión a sus postulados

Al Partido Popular (PP) de España, lo destrozó la corrupción. Muy poca gente creía en su inocencia. Por eso Mariano Rajoy perdió el poder. Algo parecido a lo que le sucedió a la Democracia Cristiana italiana a principios de la década de los noventa. La severidad de las sentencias de los jueces españoles contra los responsables de la “Operación Gürtel” fue devastadora. Era la perfecta coartada para liquidar al PP mediante una moción de censura en el parlamento.

No es que 180 diputados sufrieron un espasmo súbito de honradez. Fue el instinto matador de los políticos. Vieron una oportunidad de tirarse a la yugular de la derecha y la aprovecharon. Unos por razones ideológicas. Eran sus enemigos de clase. Otros por cuestiones de identidad. Veían al PP como los promotores del españolismo: ese supranacionalismo que ahoga a los otros nacionalismos regionales.

Es probable que al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) le suceda lo mismo con los casos ERE. Pronto los tribunales dictarán las sentencias y los aliados de la víspera sentirán otra vez el instinto matador. Si las trampas con el dinero público que llevaban a cabo algunos tipos inescrupulosos del PP, o de su entorno, se centraban, fundamentalmente, en Madrid, Valencia y Galicia, los socialistas inescrupulosos recurrían, en primer lugar, a Andalucía, territorio que han gobernado durante muchos años.

Los delitos cometidos son similares: apropiación indebida, blanqueo de capitales, falsificación de documentos públicos, tráfico de influencia, cohecho (soborno) activo o pasivo, y un vasto etcétera. Por eso las sentencias son tan severas: cada delito conlleva una pena. Se suman las penas y surgen esas cifras terroríficas.

Durante milenios los cortesanos emprendedores y los jefes políticos se han repartido las rentas más suculentas en detrimento del pueblo llano. Ambos grupos se retroalimentan. Son las “sociedades de acceso limitado”. Pero, a fines del siglo XVIII ocurrió la revolución americana y, de pronto, unos granjeros blancos, descendientes de británicos, se vieron conminados a organizar un Estado independiente.

Como se habían enfrentado a la monarquía inglesa y a sus aristócratas, proclamaron que todos los ciudadanos eran iguales ante la ley y poseían los mismos derechos y obligaciones. Pero no lo hicieron de una manera retórica hueca, sino porque realmente lo creían. Ese principio los llevó a fundar la República sobre la base de la meritocracia, el mercado, la renovación permanente de los servidores públicos mediante la regla de la mayoría, y la subordinación de todos a la Constitución. Habían creado, sin proponérselo, la primera “sociedad de acceso abierto”.

Como el experimento dio resultados de inmediato, poco a poco algunas de las naciones comenzaron a copiar el modo de comportamiento americano, adaptándolo a sus tradiciones y valores. Ese es el caso de Holanda, la propia Inglaterra, Francia, los países escandinavos, e incluso naciones ajenas a Occidente como Japón o Corea del Sur, para un total de 20 o 30 naciones de “sociedades de acceso abierto”.

Es probable que España a partir de ahora, se sume a ese pelotón de cabecera. Si es así la sacudida ha valido la pena, por lo del colonialismo

 

 



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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