El circo de Almagro

Las encadenadas acciones del actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, contra los gobiernos progresistas en Nuestra América, confirman su real compromiso con una postura política.

Almagro, no oculta su representación a los intereses imperiales que atentan contra la región, países que se han levantado con la fuerza popular y la resistencia donde se escenifican procesos revolucionarios. El "agente" uruguayo se olvidó de su rol diplomático y ha asumido un papel fundamental en el "lobby de Washington, mejor conocido como la OEA, de cumplir al píe de la letra las órdenes de la agenda de agresión, orquestada desde territorio estadounidense, la cual busca debilitar la soberanía y la integración de las democracias del continente, sin importarle el inmenso daño que le hace con su parcializado actuar a la diplomacia regional.

Desde mi rol de diplomático puedo aseverar que la OEA le hace un flaco favor a la integración de nuestros países, permitiéndole a su secretario asumir el rol del nuevo siervo de la Casa Blanca que pretende utilizar este organismo internacional, el mismo que ha callado múltiples golpes de Estado como el de Honduras en el año 2009, para justificar una intervención fallida que no guarda ninguna coherencia con la situación de Venezuela, ni con los principios que rigen a la misma Organización.

No es coincidencia que Almagro haya emprendido una agenda abierta y solapada contra Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, entre otras naciones; mientras se hace la vista gorda ante los hechos que se suscitan en otros países de la región, por demás muchísimos más graves.

Parece importarle poco o nada al nuevo títere imperial la ejecución de los acuerdos para el fin del conflicto en Colombia, y mucho menos que la Patria Grande sea de una vez por todas un lugar de paz, como fue declarada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC) en su segunda Cumbre celebrada en La Habana, Cuba, en el año 2014.

En su afán de aislar a Venezuela Almagro se olvida que nuestro país no está solo en el contexto internacional e insisto en aseverar que mal puede aportar con esta actitud, a la solución de los conflictos que pudieran existir en Venezuela, cuando abiertamente se exhibe a la par de las representantes de la oposición venezolana llamando a la intervención del país. ¿Será que Almagro conoce el rol de su función como Secretario de este organismo? ¿Conocerá Almagro la normativa que rige a estos organismos multilaterales?

No es para nada nuevo que "circos" como este sean organizados con intereses mezquinos, haciéndose del poder y derrocando gobiernos legítimos, democráticos; la Carta de Almagro sería un boleto de entrada para una invasión militar y sometimiento de un pueblo, que despertó hace más de 17 años con la llegada de Hugo Chávez. No lo tendrá fácil Señor Almagro, puede estar seguro de ello.

Dudo realmente que el noble pueblo venezolano, cualquiera sea su postura política, quiera esta salida para Venezuela.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2892 veces.



Daniel Gasparri Rey

El Licenciado Daniel David Gasparri Rey, se desempeña en la actualidad como Ministro Consejero en la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela ante la Mancomunidad de Australia cargo que asumió el pasado 06 de enero del 2014. Anterior a ello fue Investigador del Centro Internacional Miranda- CIM.

 danielgasparri@hotmail.com

Visite el perfil de Daniel Gasparri Rey para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: