Van a joder a los sobrinos Efraín y Franqui Flóres

Efraín y Franqui Flóres, sobrinos de la primera combatiente Cilia Flóres, serán enjuiciados a partir de la semana entrante en la corte del distrito sur de Nueva York (NY) a cargo del juez Paul Crotty; acusados por el fiscal gringo de origen hindú Preet Bharara, del presunto tráfico de 800 kilos de cocaína, provistos por las FARC de Colombia, con destino EEUU vía Honduras. El intríngulis de este caso lo reseñé en un artículo publicado el pasado 21 de septiembre con el título "El curioso caso de los sobrinos Efraín y Franqui Flóres". Y por los vientos que soplan, seguro los van a joder; ¿por qué? Veamos:

Comencemos por el juez Paul Crotty, quien fue hasta hace poco presidente de la empresa estadounidense de telecomunicaciones Verizon Communications, involucrada en el escándalo de espionaje internacional emprendido por la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU; motivo por el cual Alemania canceló el contrato con Verizon, en junio de 2014, así como este año, el cierre del negocio turbio entre Verizon y Yahoo, mediante el cual hackearon 500 millones de cuentas de correo.

La primera vaina que hechó este juez fue desestimar la solicitud de los abogados defensores de Efraín y Franqui, de eliminar ciertas evidencias y testimonios presentados antes de iniciar el juicio, el próximo 7 de noviembre, por manipulación y carecer de autenticidad y veracidad técnica. Como la aseveración de los narcotraficantes e informantes de la DEA, CS-1 alias "el mexicano" y SC-2, actualmente privados de libertad en NY, sobre la existencia de una supuesta grabación donde pareciera que Efraín y Franqui manipulan un ladrillo de cocaína; testificando además, haber ofrecido "$ 20 millones para la campaña de su tía" que nunca se concretó.

Igualmente, el juez Crotty desestimó una fotografía presentada en el juicio como posible evidencia del referido tráfico de cocaína, tomada el 4 de octubre de 2015 en Honduras, donde se observa a Efraín y Franqui supuestamente conversando con dos informantes confidenciales de la DEA: CW-1 alias "el sentado" y CS-3 alias "el colombiano", siendo el primero asesinado en diciembre por ajuste de deudas por $ 1 millón.

Cabe señalar aquí que las leyes estadounidenses permiten a cualquier acusado (en este caso CS-1 y SC-2), comprometerse a rendir supuesto testimonio verídico sobre delitos de los que tiene conocimiento; como parte de un acuerdo de declaración de culpabilidad, con el fin de reducir la sanción penal. Por lo tanto, un fiscal puede utilizar el acuerdo de declaración de culpabilidad de un delincuente menor, para obtener testimonios necesarios para condenar a uno más importante. Lo que implica la comparecencia de un testimonio bajo el principio de la duda; teniendo el juez de la causa, la facultad de transformar una situación probatoria objetivamente dudosa en una certeza personal, libre de dudas. Así lo decidió el juez Crotty, con lo cual carece de sentido la exigencia a un jurado imparcial, basar su decisión condenatoria exclusivamente en lo dicho por dos testigos absolutamente parciales, habiendo creado posibles prejuicios injustos o confusión en el jurado.

Por su parte, el fiscal Bharara ha sido acusado en diversas ocasiones de incitar a la opinión pública en contra de los acusados, antes de emprender los respectivos juicios. Asimismo, ha mantenido una reiterada actitud de discriminación chovinista y racial en contra de extranjeros acusados por diversas causas, como fue el caso en abril de 2013, del presunto traficante ruso de armas, Viktor Buot, extraditado arbitraria e ilegalmente de Tailandia a EEUU, a solicitud de Bharara; por lo cual la Federación Rusa incorporó en una lista de prohibición de entrada a personas por presunta violación de derechos humanos, el nombre de Bharara. Mientras que en diciembre del mismo año, dicho fiscal mandó a detener al cónsul de la India en Nueva York, Devyani Khobragade, quien fue desnudado y mantenido en custodia por varias horas junto con vendedores de drogas, por órdenes de Bharara.

Este juez, no sólo negocia con CS-1 y CS-2 la pena de ambos para que cometan de nuevo falsos testimonios en el venidero juicio, sino también pretende presentar ante el jurado evidencias relacionadas con la situación financiera de Efraín y Franqui; aseverando el fiscal Bharara que "ciertos aspectos de la riqueza de los acusados ​​y, en particular su acceso y capacidad de suministro de aviones privados, son muy relevantes y admisibles en el juicio (…) las pruebas de la riqueza de los acusados -cualquiera que sea su fuente- es probatoria de su participación en la conspiración para importar cocaína y su capacidad para facilitar el envío de grandes cargas de drogas fuera de Venezuela". Lo cual a mi entender, resulta evidentemente circunstancial e inadmisible, como evidencia probatoria de incriminación.

A todas estas, el fiscal Bharara, anuncia ahora la existencia de otro informante de la DEA, Sandalio González, quien comparecerá en el juicio afirmando, también con falso testimonio, que Efraín y Franqui supuestamente contactaron a un comandante de las FARC de Colombia, llamado "El Gocho", para que les suministrara la droga.

Mientras otro amañado argumento llevará a colación el fiscal Bharara, la supuesta relación de Efraín y Franqui con el narcotraficante convicto en Venezuela, Vassyly Ramírez alias "El Potro", ex-guardia nacional capturado y enjuiciado el año pasado; quien, según comentó el asesinado CW-1, era la persona que presuntamente facilitaba a los Flórez los códigos de radar en Venezuela para evadir el control sobre los vuelos de narcotráfico. El informe del fiscal Bharara señala además que "este sujeto (Ramírez) tiene información sobre los militares venezolanos vinculados al narcotráfico y sobre los pagos que varios narcos colombianos hacían a militares de alto rango en Venezuela para que les permitieran moverse con facilidad en territorio venezolano y para realizar grandes envíos de droga". ¿Qué tal?

Y finalmente, otro curioso personaje que rendirá declaración en el juicio, conducido por el fiscal Bharara: Roberto de Jesús Soto García, un narcotraficante que operaba en Centroamérica próximo a ser extraditado desde Honduras; quien como se espera, hará otro falso testimonio en acuerdo con Bharara. Aquí el informe de marras señala: "Soto García habría sido el contacto de los sobrinos del presidente Nicolás Maduro para preparar la logística en el aeropuerto de Honduras para los envíos de los cargamentos de cocaína negociados con el informante confidencial de la DEA, CS-1".

De esta manera, entre el juez Crotty y el fiscal Bharara se urde toda una estratagema para convencer al jurado sobre la culpabilidad de Efraín y Franqui Flóres, acusados de conspirar contra EEUU con el presunto tráfico de 800 kilos de cocaína, extrañamente encontrados en un yate anclado en República Dominicana. En fin ¡van a joder a los chamos!

 

 



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Sergio García Ponce

Ex-vicerrector de Desarrollo Territorial de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).

 sagarciap@yahoo.es

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