Tremendo jolgorio armaron los medios privados venezolanos festejando de antemano la supuesta victoria alcanzada por el candidato oficialista en las elecciones presidenciales de México, Felipe Calderón o lo que es mejor para ellos, la derrota sufrida por Andrés López Obrador que por añadidura, afectaría a Hugo Chávez Frías.
Toda esa euforia triunfalista tiene su origen en el enfrentamiento protagonizado por el presidente Vicente Fox y Hugo Chávez cuando el mandatario azteca reclamó públicamente a su homólogo venezolano su oposición al TLC y éste lo calificó como cachorro de Bush.
Fue tal el entusiasmo de esta gente que hasta el canal de Barcenas envió una corresponsal para cubrir los comicios y sólo se vio entrevistando (por llamar de alguna manera lo que hizo) al supuesto vencedor de la contienda, a quien atosigó con descripciones muy particulares sobre Chávez para preguntar cómo serían las relaciones de su gobierno con el de Venezuela.
Por los distintos programas de opinión desfilaron alborozados un sin número de “analistas” explicando las causas de la derrota de López Obrador que no es otra, por supuesto, que “la alianza con Chávez lo que el pueblo mexicano rechazó categóricamente como días antes lo hicieran los peruanos”. Ninguno mencionó la guerra sucia de que fue víctima el candidato opositor mediante videos manipulados, editados aquí en Venezuela con los que se trató de vincularlo a la violencia que aseguran encarna el gobierno venezolano en su empeño por construir un eje de poder junto a Cuba y Bolivia.
Mucho menos que la diferencia de votos constituye por sí sola una derrota para el partido gobernante, el PAN de Vicente Fox, incapaz de incrementar los votos con que ganó la primera magistratura. Apenas 240 mil sufragios separan a López Obrador de Calderón, y las evidencias de un fraude mayúsculo comienzan a desvelarse y con ello, la participación de los grandes grupos económicos y personajes vinculados a la administración norteamericana en un intento por torcer la voluntad popular de los mexicanos a quienes intentaron aplicar la ley de Herodes: o te chingas o te jodes*.
Al igual que en Venezuela, en México los medios privados se adelantaron a certificar el supuesto triunfo de Felipe Calderón. Los gobiernos de Estados Unidos y España felicitaron telefónicamente al candidato oficialista, pero ayer los voceros de Bush y Rodríguez Zapatero rectificaron, coincidiendo en que su gesto no pretende prejuzgar el resultado final de los comicios hasta tanto el IFE, declare oficialmente al ganador.
Y esto solo ocurrirá cuando se resuelvan las impugnaciones que sobre el proceso ya adelantó legalmente el partido “Por el bien de todos” en la persona de su abanderado, Andrés Manuel López Obrador, ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con las inconsistencias detectadas el mismo día de las votaciones. Ahora es cuando, chile verde, le has de dar sabor al caldo*
El recule de los Estados Unidos y España provocó la desazón en las filas del PAN y aunque Calderón anuncia que está dedicado a escoger a sus futuros ministros, voceros de ese partido reclamaron a los representes diplomáticos de esos gobiernos haber hecho pública la aclaratoria, reveladora de que ni los más cercanos amigos confían en la victoria con una votación tan cerrada, mientras el pueblo mexicano se apresta a empinarse desde el zócalo para defender la voluntad de cambio democrático que depositó en las urnas.
Freddy Pérez/PERIODISTA