Arabia Saudita y sus cambios de reyes

Luego de la operación “Tormenta Decisiva”, en la cual el Reino de Arabia Saudita bombardeó la República de Yemen, con el fin de acabar con la milicia Chiíta Ansar Allah o Hutíes, sin resultados satisfactorios para la Monarquía Wahabista, reconociendo el Príncipe Talal Bin Abdulaziz Al Saud[i], el fracaso de la acción militar, es de hacer resaltar que este alto miembro de la Casa Real es conocido por sus posturas liberales, al apoyar la idea de redactar una constitución que garantice la igualdad ante la ley, no obstante, la acción militar ha dado como resultado un reordenamiento interno en lo político, en razón de los cambios anunciados por el Rey el 29 de abril de 2015, por lo cual se debe hacer una breve revisión a la decisión tomada.

El actual Rey Salmán Bin Abdulaziz Al Saud, ascendió al poder el 23 de enero del año en curso, en vista de la muerte de su hermano Abdalá, este procedimiento de sucesión de consanguineidad en segundo grado, desembocó en una gerontocracia, en razón que los líderes rondaban los 80 años de edad cuando ascendían a la primera jefatura de estado, siendo los hijos del Fundador de la Nación el Rey Abdulaziz Bin Abderramán Al Saud –los cuales fueron alrededor de 37- los encargados de llevar las riendas del gobierno a todo nivel, gobernadores, alcaldes, ministros, clérigos, ejecutivos de empresas básica y nacionales; así como sinecuras del poder, todos en lo absoluto, están ocupadas por uno de los 7.000 príncipes que conforman la Casa Real, a través de una familia que ha monopolizado el poder desde 1932, es decir esta entidad territorial hace honor a su nombre, es la Arabia de la Familia Saud.

Sin embargo, el hasta ayer príncipe heredero Muqrin Bin Abdulaziz Al Saud, el cual era el único hermano vivo del Monarca, pero hijo de una mujer yemení llamada Al Baraka Yamaniyah y cónyuge decimoctava del “Fundador” -circunstancia que era mal vista por el resto de la Dinastía- siendo relevado de dicho cargo, nombrando el Rey en su lugar a un sobrino de 56 años Mohamed Bin Nayef como primera opción en la línea de sucesión y a su hijo de 30 años Mohamad Bin Salmán como segunda, traspasando de esta manera a la siguiente generación el poder, es decir ambos príncipes nietos de la Casa Real.

Ahora bien, Mohamed Bin Nayef es un príncipe formado en ciencias políticas en Universidades norteamericanas, igualmente fue entrenado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos de América en temas de contrainsurgencia y es el encargado (según las fuentes del Reino) de la lucha contra Al Qaeda en la península arábica, acreditándose la expulsión hacia Yemen del grupo terrorista. Es de hacer resaltar que este personaje sustituyó a su padre Nayef Bin Abdelaziz en el Ministerio de Interior, cargo que ostentó por 37 años hasta su muerte en 2012, para ese entonces era el primero en la línea de sucesión.

Por otra parte, el Monarca reemplazó al Ministro de Relaciones Exteriores más veterano del Mundo, príncipe Saud Al-Faisal (hijo del Rey Faisal, con más de 20 años en el cargo y de 75 años de edad), por el embajador de Arabia Saudita en Washington Abdel Al-Jubeir de 52 años (el cual no pertenece a la Casa Saud), por lo que se lee de dicha decisión, que el actual Rey está preparando el camino para una nueva generación de líderes que le dará un rumbo particular a la actual Arabia Saudita.

No debemos olvidar que Arabia Saudita es la potencia regional sunita en la zona y pugna en contra de la República Islámica de Irán por el liderato político y militar en la Región, la actual campaña de bombardeos a Yemen, ha sido comandada por el mismo hijo del Rey, nombrado como dijimos líneas arriba, como segundo abordo con apenas 30 años de edad, lo cual lo colocaría como el Ministro de la Defensa mas joven del Mundo en la actualidad, y una de las tres personas más influyentes del mayor exportador mundial de crudo, junto con su padre Salmán y su primo Mohamed.

Asimismo, los resultados observados en la campaña militar saudí contra Yemen fueron en realidad desastrosos, incluso el Príncipe Talal Bin Abdulaziz Al Saud expresó que tuvieron que pagarle a pilotos mercenarios de otras nacionalidades hasta 7.500 dólares, por ataque aéreo que hicieran contra las posiciones Hutíes, sumado igualmente a que el Príncipe Al-Waleed  Bin Talal en su cuenta de Twitter ofreció 100 vehículos de lujo marca Bentley a dichos pilotos[ii]. Por otra parte, la fase de invasión terrestre a Yemen aun estaría por verse, por cuanto carecería el ejército saudí de la experiencia y preparación para enfrentar una guerra irregular casa por casa y calle por calle, lo cual incluso al ejército norteamericano le ha costado cuantiosas víctimas en sus experiencias en Irak y Afganistán.

En este orden de ideas, existen informaciones en que si llegasen las potencias mundiales a un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear, muy probablemente Arabia Saudita se proveería de artefactos nucleares (si es que no los tienen) dado por sus aliados pakistaníes[iii] para enfrentar una amenaza persa. Aunado a lo anterior, altos mandos militares[iv] iraníes han expresado que existe una crisis interna política en Arabia Saudita, en razón de existir una pugna por el poder, así como una bomba social a las puertas, al haber altos índices de desempleo juvenil, en un país donde mas del 60 % de su población es menor de 30 años y las mujeres están en un estado de servidumbre e ignorancia absoluta, incluso la única mujer saudita que tenía un cargo de importancia en el País, como fue la Viceministra de Educación Norah Al Faiz, fue destituida igualmente por el Rey.

Es por todo lo anterior, que el Reino de Arabia Saudita con estas últimas decisiones se radicaliza en su concepción violatoria de los derechos humanos, tanto de su población como de los pueblos vecinos, abriendo una etapa de intervencionismo en la región, colocando en puestos de poder a personas más acólitas con esta concepción estadounidense, asimismo, debido a la crisis operacional que vive el ejército saudí, se recurrirá a mercenarios y a grupos terroristas como el del Estado Islámico para tratar de implantar el “caos constructivo” en cada uno de los estados que amenace a la monarquía, siendo esta un arma de doble filo, por cuanto estos grupos han demostrado pretensiones propias y podríamos estar a la puertas de una primavera árabe en Arabia Saudita, lo que generaría una crisis petrolera peor que la vivida en 1973, todo esto posible gracias a un gobierno anacrónico que lucha por mantenerse a la fuerza en la zona.

*Abogado

Magíster en Relaciones Internacionales.

 



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Jesús Millán Alejos


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