¿Da cagajón en China?: la maobamanía

 

El capitalismo, mientras exista, tendrá siempre a la mano genios de la publicidad, porque ésta, esencialmente, se realiza para ofertar y vender mercancías incluyendo a los seres humanos y, muy especialmente, para explotar la belleza física femenina. No es por arte y magia, no es por obra y gracia del Espíritu Santo ni tampoco lo es por la casualidad que en China se haya creado la “Maobama”, mucho más como una publicidad comercial que ideológica.

 En China, que muchos sostienen aun como un sublime ejemplo de socialismo o comunismo, no sólo se legalizó, sino se constitucionalizó la propiedad privada sobre medios de producción como derecho individual para hacerse de riqueza económica y explotar mano de obra asalariada. Extraño “socialismo”  chino que nunca fue imaginado por el camarada Mao Tse Tung en tiempo de largas marchas. Pero, en todo caso, ese es el  “socialismo” que ve con muy buenos ojos el imperialismo capitalista.

 Estudiosos de la economía sostienen que en una década China tendrá la economía más poderosa del planeta y, además, manifiestan que en el 2030 disfrutará del 24% del PIB del mundo; es decir, crecerá 15 veces más que en la actualidad en que goza de un 9%. Y eso se logra es a punta de políticas económicas de carácter capitalista y no socialista. China no es realmente productora de técnica que interese a los países subdesarrollados para utilizarla en beneficio del progreso social. No, es la campeona en producir celulares o teléfonos móviles. Computadoras, vehículos, corbatas, botones, juguetes para niños, lavadoras y otras mercancías que no tienen ninguna importancia, por lo menos, para los campos. Pero esa es su economía y hay que respetársela. Por otro lado, es quien compra la deuda externa de Estados Unidos. Así tendrá de recursos el Estado Chino. Y, para que nadie se coma el cuento del socialismo chino, el Estado Chino no regala absolutamente nada a ninguna nación que se encuentre con una economía en caos y ni siquiera a algún país que invoque el socialismo. La solidaridad revolucionaria o conocida como proletaria o socialista le importa un pito al Estado Chino. Eso es bueno saberlo para que nadie se trace falsas esperanzas, en la actualidad, sobre la ley del desarrollo combinado.

 Pero bueno, no nos ocupemos de eso por ahora, pero sí de la tal “Maobama”,  que es lo que está moviéndole el piso a una buena parte de la sociedad china y le tiene bailando en una sola pata de tanta alegría. La “Maobama” es una mezcla pragmática del pensamiento del Presidente de Estados Unidos, Obama y del pensamiento del camarada Mao. Los ideólogos del capitalismo chino se cuidaron mucho de que la composición con los dos nombres no produjera malos entendidos, porque que se diría si en vez de “Maobama”, se dijera “Obamamao”.

En China se comercializan mercancías con la combinación de las imágenes de Obama y de Mao. Incluso, se creó un muñeco de traje azul y corbata roja que simboliza la “Maobamanía” y fue presentado en el Octavo Festival de Cultura del Sexo en Guangzhou. ¿Qué tal? ¿Qué les parece ese socialismo?

Para el Estado Chino parece que el pensamiento del camarada Mao Tse Tung dejó de poseer contenido ideológico y se convirtió en un simple fetiche de economía capitalista. Es todo. Es necesario decir que la “Maobama” o “Maobamanía” es un vulgar irrespeto al pensamiento y la obra del camarada Mao. No existe posibilidad alguna de comparación entre Obama y Mao, son personajes históricos totalmente diferentes, con sueños totalmente opuestos. Sin desmeritar para nada al Presidente Obama, éste no le llega ni a las rodillas al Mao histórico, al Mao revolucionario, al Mao socialista, al Mao marxista, aunque muchos sean los errores o fallas que se le etiqueten en cualquier género de su pensamiento y su obra como gobernante. Que el Estado Chino permita que los capitalistas deformen, contaminen, degeneren y se burlen del camarada Mao, es otra cosa esa es la compatibilidad del pensamiento actual de la dirigencia estatal china con el capitalismo salvaje. Ojalá no se les ocurra a algunos ideólogos burgueses o de algunos amantes del reformismo crear una imagen donde se mezclen el rostro de Obama con el del Libertador Simón Bolívar y lancen a la opinión pública el término: “Bolívarobama” u “Obamabolívar”. ¿Qué significaría para los cubanos que mañana aparezca la “Fidelobamanía” u “Obamafidelnía” o la “Cheobamanía” u “Obamachenía”? Terrible, terriblemente repugnante para la conciencia de los venezolanos o de los cubanos, pero también para la conciencia de los latinoamericanos.

Está muy bien que la dirigencia china haya comprendido que el socialismo no se puede construir aisladamente en China; que aislarse del mercado mundial es caer en un abismo sin fin; que sin el carácter de la revolución permanente y, especialmente, en las naciones del capitalismo altamente desarrollado, toda revolución proletaria tiene que vivir, con múltiples dificultades aunque tenga mucha riqueza económica, un larguísimo período de transición del capitalismo al socialismo y, entiéndase esto, sujeta a la posibilidad de ser vencida, tal como lo fueron la extinta Unión Soviética y los demás países del campo socialista del Este. Está muy bien que el Estado Chino entienda que vive bajo las reglas del capitalismo y no del socialismo, pero que se permita el grosero irrespeto y la burla al pensamiento y la obra de ese extraordinario personaje de la historia china y quien jugó el papel de la personalidad histórica en la lucha revolucionaria que los llevó al poder en 1949, no es justo, no es correcto y debe ponérsele o coto a menos que el Estado Chino diga, de una vez por todas: nada queremos saber de socialismo porque creemos fervientemente en las bondades maravillosas y divinas del capitalismo.

¡Viva el camarada Mao Tse Tung! ¡Abajo el imperialista Obama! ¡Abajo esa falacia de “Maobama”!



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El Pueblo Avanza (EPA)


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