La ambigüedad como arma política

A finales de este mes de octubre de 2010, los neogranadinos echaron a correr unos rumores por los pasillos de la diplomacia internacional, haciendo ver que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, no iba a presentar ante el poder legislativo de su país la ratificación del Acuerdo Bush-Uribe, que le permitía a los EEUU utilizar 7 bases militares para sus fines belicistas en la región.

Al no ser informado por el propio Santos, la incertidumbre se sembró en la comunidad regional y mundial. Para la comunidad internacional esta iniciativa acogió un altísimo rechazo, por lo que la sola idea de eliminarla despertó elogios y loas al nuevo presidente, ¡pero cuidado!, esto quizás fue una estrategia política para hacer olvidar un poco el hecho que el mastermind de esta propuesta fue del mismo Santos mientras se desempeñaba como ministro de la defensa de Uribe.

El presidente Hugo Chávez, mientras culminaba su gira por Euro-Asia, saludaba la “decisión de Santos de anular la entrega de las bases militares a EEUU”. En declaraciones al diario Últimas Noticias, desde Libia, la penúltima escala de una gira internacional de once días que culminaría en Portugal.

Concluyó esperanzado el presidente venezolano diciendo, “…La mayoría de los pueblos de la región deben respirar con alivio. Se impuso la racionalidad, el sentido común y la responsabilidad“.

Recordemos que el jueves 21 de octubre, la vicepresidenta del Senado de Colombia, Alexandra Moreno, informó a la Agencia Internacional Efe, que el Presidente J.M. Santos le informó a ella y a otros congresistas de su decisión. “El Presidente nos ha manifestado que no lo va tramitar en el Congreso, que lo va dejar quieto (…); el acuerdo se cayó desde el momento en que la Corte Constitucional dijo que había que tramitarse obligatoriamente por el Congreso y eso no se ha hecho, así que no hay acuerdo de cooperación militar en esos términos en este momento”.

Adicionalmente, la Senadora Moreno agregaba, que “…Hay un giro de 180 grados del presidente Santos y la prioridad ya no va ser la guerra, el conflicto y el tema militar; creo que Colombia va a esforzarse por los temas ambientales, por los temas humanos, por la competitividad del país”.

Demasiado bueno para ser verdad, --too good to be true-- dice un conocido refrán gringo. Fíjense sin embargo, que en la prensa internacional del día lunes 25/oct10, y en los portales web más connotados del universo, aparece la muy atractiva y elocuente Canciller colombiana María Ángela Holguín, señalando que Colombia aún no tiene una decisión tomada respecto al acuerdo militar con EEUU.

De sus declaraciones se desprende que, el gobierno colombiano no ha descartado por completo someter al Congreso de su país el texto del acuerdo con Estados Unidos. “Esa decisión (de archivar el acuerdo suscrito por el gobierno anterior de Álvaro Uribe) no está tomada. Ni el ministro de Defensa (Rodrigo Rivera) ni yo conocemos el fallo y vamos a esperar para interpretarlo y adoptar una decisión sobre el acuerdo”.

Además, Holguín hasta desmintió a la senadora Alexandra Moreno, aliada de Santos, que días anteriores había dicho a medios locales que el gobierno colombiano había descartado presentar el texto del acuerdo militar al Legislativo.

Entonces, cual es la noticia; Que sí o que no, se va a revisar el acuerdo? La respuesta es más bien, que la incertidumbre en la que se coloca al contrario y a la opinión pública internacional, viene a ser la estrategia “correcta” para que ganen tiempo Bogotá y Washington, mientras desconsientan y toman desprevenidos a los demás. Y así, ver que pasa en el concierto de naciones, lo cual dará pié para mover las otras piezas del tinglado de intereses colombiano-estadounidenses.

Al mediodía del 25 de octubre, rompe el celofán de los noticieros que el presidente J.M. Santos ha confirmado --que al final de esta semana-- se reunirá en Caracas con su par venezolano, Hugo Chávez. Vamos a ver qué sorpresa, a este respecto, se traen entre manos los magos de las relaciones diplomáticas colombianas.

Sin querer pecar de ser pesimista, a los venezolanos, al gobierno nacional y a su fuerza armada, no nos queda más sino, estar muy atentos a los acontecimientos y no “perder de vista las cuadrículas” que delinean la verdad verdadera de lo que está pasando a nuestro alrededor, y que pudieran constituir una potencial amenaza a los más altos intereses nacionales.


(*)Tcnel. Miembro del Equipo Estadal del Psuv.
Dir. Nacional del Frente Cívico Militar Bolivariano

comabol@hotmail.com


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Héctor Herrera Jiménez


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