El PSUV y sus futuros parlamentarios

Creo en los consejos obreros, creo en los sindicatos independientes, creo en la necesidad de ganar con una amplia mayoría las elecciones parlamentarias de 2010. Reniego de la conseja de que los poderes comunales estén subordinados al parlamentarismo. El proceso bolivariano debe cuidarse de que el inminente triunfo de las parlamentarias del próximo año confronte el saltatalanquerismo del actual parlamento. Ganar esas elecciones no lo es todo, hay que cuidarse del cambio de bando de muchos “chavistas robolucionarios” que, actualmente electos para el Congreso Ideológico del PSUV, se quiten la máscara ante la primera situación de riesgo y devengan en Miquilenas, Didalcos, Ismaeles, Azuajes, y terminen a la larga dando la mayoría a los quintacolumnistas del imperio. En realidad, las debilidades del actual proceso alimentan estas contradicciones que culminan en deserciones, por lo demás calculadas en virtud, además, de las carencias ideológicas y falta de convicción de, no tan solo muchos aspirantes a parlamentarios, sino de quienes hasta ahora han fungido como altos funcionarios que, prevalidos del pasar “agachados” y de las múltiples omisiones y falencias de la Fiscalía, de la Contraloría y por ende de tanta impunidad, han resultado indemnes y hasta premiados, hasta ahora.

Y es que el peligro es real. Ante una oposición que potencialmente gane el 35-40% de las curules, los “bolivarianos” más débiles, más ambiciosos, los “bailarines de la cuerda floja”, los aspirantes a continuar amarrados a las curules que se les ha “prestado” y cuya única virtud ha sido levantar los brazos cada vez que se les ha requerido, cedan ante la tentación y no resistan dos “pedidos” de pasarse al bando del antipatriotismo.

Conocemos algunos de éstos en el actual parlamento. Vienen de las filas socialcristianas, del adequismo y del masismo más rancio. Son oportunistas que se aprovecharon de los “agujeros” del novísimo “chavismo” del 98 y saltaron la talanquera de sus organizaciones; se anotaron a ganador y ganaron, siguen ganando, todavía permanecen allí, predando, haciendo y/o prestándose para negocios turbios”. No acometerán jamás una empresa difícil o riesgosa, mucho menos cederán un espacio en aras del proceso, no están allí para eso.

No quiero pecar de pájaro de mal agüero, mucho menos convertirme en profeta del desastre, pero así es como percibo el proceso eleccionario que se avecina y lo advierto tal como lo he hecho con mis contertulios, ante este peligro inminente que se cierne sobre el proceso bolivariano.

Docente – Investigador.


cepo39@gmail.com


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César Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

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