Calentar la calle con alegría y conciencia

Estamos pasando por un nuevo episodio de coyuntura en la cual se ve de nuevo el pragmatismo de unos y la locura de otros.

Es importante resaltar la gran victoria en las elecciones de delegados y delegadas donde la juventud estuvo presente y las bases dieron golpes contundentes a los famosos “tubos” y macolle ros de oficio, que solo viven del figurismo y oportunidades de tomar algún espacio para crear una plataforma política, donde se convierten en politiqueros de oficio.

Hoy vemos a nuevos compatriotas que surgen de las bases y otros que han tenido su momento importante el este proceso de cambio.

Esperamos que la dirigencia nacional del PSUV respete y entienda que aquí solo las bases, las organizaciones sociales que han nacido de la Revolución Bolivariana son el pilar fundamental y que es hora de dejar los “GRUPUSCULOS” que lamentablemente le han hecho daño a muchas iniciativas.

Cuando hablamos de calentar la calle con alegría y conciencia, es que se lleve el mensaje sincero y verdadero, ese sentimiento que nos a unido en momentos difíciles, donde se demuestra que con odio y señalamientos malsanos no se construye una democracia verdadera, los tiempos cambian, cada 100 años los pueblos despiertan y derrumban imperios y anarquías.

Celebro todo el trabajo del camarada Héctor Rodríguez, y que este apoyando a esos nuevos liderazgos que siguen luchando en esas trincheras.

Debemos construir y fortalecer el camino hacia las próximas elecciones.

Aquellos que aspiran merecer una oportunidad que se la ganen con respeto, humildad y compromiso verdadero.

Que no se vuelvan demagogos, representativos, y no prometan, solo den su vida si es necesario como lo hace el Comandante Presidente todos los días, y sabemos que muchos jerarcas de la derecha y también de nuestro lado, están jugando al desgaste de nuestra dirigencia.

Hay que hacer cambios profundos y darle un cambio a esos ministerios, direcciones, y darle una lección de critica y revisión a la oposición que hasta ahora para mi, mis queridos camaradas, no la tenemos, solo un grupo de choque, pagado por los imperios que no creen en el surgir de los pueblos que una vez fueron esclavos del capitalismo salvaje, pero que aun sigue presente. No es acabar con un sistema privado, sino controlar y regular y trabajar por los pueblos, no por un grupo o un interés personal.

La juventud esta marcando pauta, y este el momento de demostrar que somos el pilar fundamental de las transformaciones profundas de un estado enrumbado hacia un socialismo nuevo y verdaderamente lleno de amor y fortaleza.


rufinazam@hotmail.com


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John Duarte


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