Cercados por la ignorancia

El valor revolucionario nace de la interacción de la necesidad impuesta y del amor a la vida. No del amor de uno a su propia vida, sino a lo que la vida significa, y a lo que puede llegar a ser por el cambio revolucionario cuando esta disciplinado por la libertad.

En los dos casos, la revolución trata la mente como un recipiente que puede vaciarse de las ideas equivocadas y llenarlo con ideas acertadas, nuevas, para el sistema que se pretende construir. El marxismo leninismo sostenía, que el contenido de la mente esta determinado por el ambiente económico social. El modo de producción y la estructura jurídica, la política, la cultura, erigida sobre la gente, sugería que todo lo que se necesita para convertir al hombre y mujer con mentalidad burguesa en comunista, era reemplazando el ambiente viejo por uno nuevo, evitando la contaminación del ambiente nuevo, controlando el ambiente desde la infancia. Hoy sabemos que no es así.

En este momento del proceso, preguntar al respecto, significaría que tenemos que cambiar tarde o temprano, mejor seria temprano que tarde. Pero el conformismo, la ignorancia, alarga la pregunta. “Si la transformación social se da, bien, sino se da también, que Chávez se encargue, total, el es el líder, para eso lo elegimos, si fracasa, el culpable es él, nosotros llenamos plazas y avenidas, nos vestimos de rojo y ya. Somos revolucionarios, hablamos algo de marxismo, leninismo, nos aprendemos de memoria algunas tonterías, mentimos que somos camaradas de este o aquel, y continuamos con nuestra vida bohemia, que el petróleo se encargue”.

Las expropiaciones, Chávez dice. Toda esa propiedad le pertenece al pueblo, para demostrarlo entrega propiedades y obras. Toma puertos y aeropuertos democratizando procedimientos, pero sostiene el burocratismo, la ignorancia ideológica y el nuevo burguesismo, y esto nos lleva al gigantismo centralizado. La pregunta es: ¿Estamos en condiciones de sostenerlo? Tampoco es para que conteste el fanático. Hay que contestar con la realidad, la mentalidad burguesa de todos, el consumismo, la falta de conciencia en el servicio de los tecnócratas, la indiferencia cultural, la dignificación de la nueva élite, la deslealtad y las traiciones de nuestro pueblo, funcionarios y amigos. Si se retrocede hasta la revolución independentista liderada por Simón Bolívar y la comparamos con este Proceso, lo único que ha cambiado es: en ese entonces, se utilizaban caballos, hoy vehículos, tecnología, y había menos población; en lo demás, es lo mismo. Pugnas, deslealtad y traición, en los mismos funcionarios y sociedad en general. Entren a las bibliotecas, estudien la Historia, y lean las cartas de los oficiales y generales dirigidas al libertador y es el mismo cuento de hoy, 200 años después...

Los más conformistas dirán: Eso ocurre en todas partes, es cierto, pero hasta cuando seguir con ese pretexto, o dirán, estamos en proceso, felices, quieren seguir en el proceso toda la vida, porque el proceso es una palabra cómplice que alarga la ineficiencia, sostiene el burocratismo y la corrupción. Agreguémosle a esto, lo que nos dice una parte de la historia, que Rusia no paso de una revolución. Entonces los intereses cuando producen permiten continuar eternamente con el proceso, y a cierta gente mantener el conformismo. En contradicción con la teoría marxista, un proceso así, atrae a un número cada vez mayor de estúpidos de los dos extremos económicos conformes con la situación en la que viven. En vez de ser atraídos por la ideología, especialmente la clase pobre.

Llevamos ya cinco años con esa cantaleta, no superamos el 50% de apoyo y… esta lejos el colectivismo social. Recién empezamos con un frente agrícola e industrial liviano, y ya se lo utiliza como excusa, todo lo que se haga sirve como proceso, para ocultar la ineficiencia, burocratismo público transformado en reunionismo y grueso papeleo por aquí y por allá. Los burócratas, secretarias, asesores de los dignificados funcionarios de puestos medios y altos, se esconden en sus empleados, faltos de dignidad y libertad le dicen al pueblo, “esta en reunión, ya va… venga el otro siglo para ver si lo atiende”.

Esto ocurre por no tener un partido de masas, y porque el presidente cada abril, a mas de ser una fecha significativa para la revolución, nos recuerda, que el precio a la ineficiencia y a la corrupción se la paga con lealtad para no arriesgarse a otro golpe. Eterno problema que UD. Sr. Presidente no quiere resolver, lo manifiesta cada vez que puede, es verdad, toca los temas sobre corrupción, burocratismo, ineficiencia, y… siempre lo mismo. Nos dice que confía en el pueblo, entonces demuéstrelo, solo hablar lo esta desgastando camarada presidente. Es hora de entregar a las bases el partido, antes que más responsabilidades comunales en la ignorancia ideológica en la que se encuentran, con la felicidad de alcaldes y gobernadores.

Esta depositando una esperanza desproporcionada en su tren ejecutivo, no puede, no debe olvidarse del juramento que le hizo al pueblo la noche del 15 de febrero. Lo están cercando con la ineficiencia y el burocratismo. No puede seguir utilizando la desmemoria del pueblo como un don, para sus intereses políticos. Usted discúlpeme Sr. Presidente, nunca creí en ese cuento de los 5 motores, las 3 R, o todo el alfabeto que se pueda inventar, si no hay el combustible de la conciencia ideológica o al menos del conocimiento social en la estructura pública. Una cosa es su liderazgo, importante, otra la ideología que usted no quiere enseñar. Digo no quiere, porque si usted no les ordena, nadie de su tren ejecutivo las tiene bien puestas para decírselo ¿Por qué? Hay tantas respuestas, por ahora son pura especulación, el tiempo es el mejor juez, el lo dirá. Lo cierto es, que usted ordena que los alcaldes y gobernadores estén en la calle con el pueblo, nadie le para, o eleva el salario y la especulación se lo lleva todo con ñapa, por manifestar algo.

Utilizando el privilegio de disentir, estoy convencido que el PSUV no es el pueblo, sin importar que tenga en sus filas 5 millones de personas, si solo se movilizan para llenar avenidas y plazas, siempre y cuando usted se presente o por votar por usted, eso no es revolución, pues, la gente no vota por una ideología en un gran porcentaje. Solo los disconformes vestidos de rojo votan en secreto, otro privilegio revolucionario. El convencimiento es seguridad. Estamos trabajando constantemente para los que se lavan las manos, la abstención, son las inmediatas consecuencias de la carencia ideológica. Que los medios tienen la culpa, si y no, el mayor culpable es nuestra idiosincrasia que reposa tranquilamente en la excusa llamada proceso.

No hay lugar para la oposición, de acuerdo, terminar con la oligarquía, de acuerdo, reformar todo lo que haya que reformar, si Sr. Presidente, pero también “ordene” a su gente, servicio y respeto por la revolución. Se la pasan peleando entre ellos, por usted, mientras el pueblo continúa con los mismos problemas por la ineficiencia y usted los premia ubicándolos otra vez en el gobierno. Parecería que desprecia la capacidad del pueblo así exprese lo contrario. Varios camaradas, cientos dicen con pesar: “Es que la gente cambia cuando están en el gobierno” es relativo, no siempre, pero nunca pensaría eso de usted Sr. Presidente, no se me ocurrió pensarlo siquiera. ¿O será que estoy ciego? No veo la realidad en usted camarada presidente.

La libertad, solo se logra con un pueblo convencido que el futuro revolucionario nos pertenece.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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