(Ordenando el Debate)

La Comuna y el Socialismo del Siglo XXI (y II)

Darle a la Comuna un perfil teórico-conceptual, supone considerar en un primer momento, que la comuna puede asumirse como una de las formas de organización de las comunidades en la ruta hacia el socialismo. Si esta primera consideración tiene sentido, ella nos suguiere apreciar que este proceso de conformación se materializa en un contexto polarizado con una profunda confrontación y con unos líderes de la oposición, que no guardan ningún respeto por Venezuela. Si fuese posible hundir o bombardear a Venezuela para salir de Chávez y del proceso; los líderes de la oposición estarían felices con ese proyecto. Salir de Chavez es darle continuación al proyecto dependiente, excluyente y de entrega del país que mantuvieron durante los gobiernos de AD y COPEI

La comuna no debe desligarse de este situación y su razón de ser y existir, no debería centrarse a la función de no delimitar espacios y elegir a voceros que representarían a grupo de consejos comunales. No hay que olvidar, que el proceso revolucionario intenta colocar en un baúl, todos esos mecanismos de representatividad sobre los cuales cabalgaron los gobiernos “democráticos” de AD y COPEI.

Una segunda consideración, conduce a valor también el proceso de conformación del poder popular. Ni jurídica ni socialmente, el poder popular está definido, porque la propuesta no pudo ser resuelta con la reforma constitucional. El Consejo Comunal como institución comunitaria, es una iniciativa que requiere de una transformación para que deje de ser una instancia de recepción de recursos y ejecución de proyectos particulares y pase a desempeñar un papel de mayor protagonismo en los procesos de gestión. Se trata de hacer operativo el principio de “participación protagónica” e impulsar un nuevo esquema de descentralización, que en contraposición con el esquema que defiende la oposición; coloque al pueblo más cerca del poder y este hecho no está únicamente asociado con la posibilidad del manejo de un 10% de los recursos FIDES/LAEE. El poder aquí debe ser asumido y entendido como una relación de fuerza que es capaz de estar en la toma de decisiones.

Parece razonable que en este momento, “La comuna” tenga una dimensión más POLÍTICA, sobre la cual, se van dando y generando las condiciones para darle cabida al principio contenido en la constitución, que pretende “establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica”. Esto cobra mayor vigencia, si se considera que todas las iniciativas partidistas, electorales y económicas creadas por el proceso (UBE, Batallón, Cooperativas, Fundo zamorano, Circunscripciones-Patrullas) se han circunscritos al problema electoral y económico, pero el problema de disponer de un sujeto político capaz de impulsar el proceso revolucionario ha quedado fuera de las prioridades, aunque por momentos, se reconoce que la profundización de los cambios va depender del fortalecimiento ideológico de los bolivarianos y de los niveles de conciencia que se alcancen.

¿Qué paso con la efervescencia de las cooperativas? ¿Qué ha pasado con los Fundos Zamorano? ¿Qué ha pasado con los Proyectos endógenos? ¿Es posible ver resultados de estas experiencias? ¿Son positivas en el campo de los hechos? ¿Cuántas de esas experiencias tienen resultados alentadores que es importante dar a conocer? ¿Qué ha pasado con las contralorías sociales? ¿Existe efectiva y realmente posibilidad de realizar contraloría social?

Hay un vacío informativo en torno a estas experiencias que es necesario conocer para valorar su utilidad y no tener después un “cementerio” de iniciativas que se quedaron o van quedándose en el camino, porque se constató después, que no logró contarse con un sujeto político capaz de vigilar críticamente estas iniciativas para darle vida. La comuna en tanto masas de sujetos críticos, serviría a los propósitos de animar y evaluar todas las iniciativas y políticas públicas desarrollada por el gobierno.

La comuna debería contar con comuneros y estos comuneros tienen que ser fundamentalmente sujetos políticos, con capacidad para ubicarse POLITICAMENTE en cada momento del proceso e impulsar las iniciativas que vayan surgiendo. Los comuneros en su condición de sujetos políticos críticos, deben tener las herramientas para actuar por convicción en el campo donde actualmente se desarrolla la lucha social política.

En estos momentos y en un futuro no muy lejano, la lucha se define como una lucha de cuarta generación y su objetivo parece estar muy centrado en una especie de colonización intelectual y cerebral, que no es posible resolver simplemente con desplegar un intenso amor y respeto por el líder de la revolución.

Martín Guédez tiene razón al asumir que las comunas deben ser un espacio para exaltar los valores de solidaridad y amor. Su idea tiene mayor pertinencia cuando expresa que la comuna debe servir para “compartir sin perder, aumentar al dar y afirmarse al recibir”, pero ese esa especie de “rinconcito calido”, no debe ignorar que la lucha política y la lucha por el poder y por la construcción del socialismo va a depender en gran medida, por la actuación y desempeño que tengas las clases y grupos afines al proceso.

Ese desempeño exige de mucha fortaleza ideológica, porque estamos frente a unos adversarios (opositores) que no son solidarios con el país.


evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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