Hacia el hombre nuevo y el tráfico de influencias

“O se lanza la locomotora a toda velocidad por la pendiente histórica hasta la cima, o la fuerza gravitacional la arrastrará nuevamente hacia abajo y se precipitará en el abismo con todos aquellos que con sus vacilantes fuerzas intentaban retenerla a medio camino”.
Carlos Marx.
 
Sin lugar a dudas, escuchar a algunos dirigentes hablando del papel que hoy acoge la Revolución, es algo anecdótico. Muy orondos se pasean por los medios televisivos y radiales, e incluso con declaraciones en la prensa escrita, de la necesidad de aprobar el proyecto de reforma constitucional, paso previo a transformaciones en esa transición al Socialismo del Siglo XXI y la formación del nuevo modelo de hombre.
 
Estos “dirigentes de papel” cuya única cualidad ha sido explotar el arte de la politiquería asumen posiciones que contradicen en hecho lo que declaran. El tráfico de influencias es un patrón que han adoptado como forma de obtener y recibir favores, obviando principios básicos que caracterizan ese nuevo modelo de hombre que tanto pregonan.
 
Algunos cargos de representación nacional, llámense gobernadores o alcaldes, gozan de cierta prerrogativa amplia en sus regiones y limitadas nacionalmente, no así el caso de los diputados a la Asamblea Nacional. Un ministro sin ser elegido en elecciones goza de poderes más amplios al ser designados por el Presidente de la República, gobernadores y alcaldes se postran ante la imagen de un interlocutor directo del Presidente.
 
Recientemente se suscitó un episodio digno de una novela de Corín Tellado con un diputado de la Asamblea Nacional, incidente que lo afectaba de manera directa, este compañerito solicitó la intermediación de un ministro del Gabinete para tratar de resolver su pequeño problemita ante un gobierno extranjero (su representación diplomática en nuestro país) mediante el auspicio de sus buenos oficios  a través de una cartita firmada, sellada y refrendada por el ministro.
 
De manera automática vino a mi mente las largas filas de compañeros que se apostan a las afueras de ministerios, gobernaciones, alcaldías, despachos de diputados, e incluso, en Miraflores para solventar algún problema que los pueda aquejar, la única intermediación posible es la paciencia y rogar a nuestro amado Dios que estos servidores públicos estén de humor y puedan acoger nuestra solicitud con la humildad y voluntad característica de ese nuevo modelo de hombre que queremos, que nos vean como hombres y mujeres desesperados que ante la imposibilidad e impotencia de subsanar lo que nos motiva a acudir a sus despachos, podamos ser recibidos en sus bunker y ayudarnos a resolver nuestros problemas.
 
La reflexión más importante es entender que habemos venezolanos de primera y de segunda, incluso hasta de tercera categoría. Compañeros que ayer deambulaban con nosotros, compartiendo las mismas penurias, el último rastro de dinero en nuestras billeteras, sentados a la mesa de nuestros hogares, distribuyendo en tres platos la comida de dos, hoy algunos trascendieron y han pasado a ser venezolanos de primera, se les olvidó que antes de la Revolución eran venezolanos iguales a nosotros, venezolanos de segunda, humildes y llenos de mucha solidaridad y con un corazón inmenso presto a ayudarnos mutuamente.
 
El tráfico de influencia entre los venezolanos de primera categoría es un hecho, muy a pesar del discurso, para ellos el hombre nuevo sólo es posible siempre y cuando no afecte su nuevo status de vida.
 
La Revolución Bolivariana  debe no solamente formar nuevos cuadros, prepararlos política e ideológicamente acércalos mas hacia ese nuevo modelo de hombre que reclamamos, debe trasformar a esa dirigencia que hoy se corrompe, dirigencia que se envilece con el poder, de lo contrario deberá excluirlos  ya que los mismo no son ejemplo de integridad revolucionaria. El tráfico de influencias debe erradicarse en la Revolución Bolivariana, ya que el carácter de la misma es principio conceptual de la naciente derecha endógena, pionera de la conspiración interna.
 
Patria Socialismo o Muerte…
Venceremos
 



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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

 chamosaurio@gmail.com

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