Las contradicciones entre valores humanistas y el capitalismo

Se entiende por valor una cualidad que se identifica como moralmente
correcta, y que, si es seguida por el individuo, lo caracteriza como sujeto
virtuoso. Los valores derivan de la visión moral imperante, y aun así pueden
diferir según los diferentes elementos de clase de los cuales la sociedad
del momento a estudiar se compone. Los valores no son innatos ni al
individuo ni a la sociedad; al contrario, los mismos son creados mediante la
vivencia y la practica. Los valores que el individuo adquirirá en su vida
serán construidos sobre las vivencias y enseñanzas provenientes de su
entorno.

Los individuos que componen una sociedad se encuentran envueltos en una
variada gama de relaciones que los influencian, cambian y demarcan. Dichas
relaciones abarcan todos los aspectos sociales: económico, político,
familiar, emotivo, educativo y demás. Los valores proponen, propulsan y
permiten relaciones sociales beneficiosas para todos los involucrados.

Es gracias a la presencia de valores que cierto tipo de interacciones pueden
surgir, pues sin ellos la convivencia entre individuos seria reemplazada por
la competición despiadada y la desvalorización de la vida humana. Sin
embargo, dentro de la misma superestructura social los valores se encuentran
en contradicción, pues en casos tales como nuestra sociedad actual los
valores que representan las relaciones sociales se hayan en directa
contradicción con los valores que representan las relaciones económicas
imperantes.

La convivencia entre seres esta demarcada por reglas que facilitan la
comunicación y la resolución de conflictos. Dichas reglas también le
proporcionan al individuo la capacidad de desarrollarse como ser humano sin
temer que otro individuo coarte dicha capacidad mediante la imposición de su
voluntad. Valores tales como la verdad ayudan a crear confianza entre
individuos. Y es que la verdad es el simple acto de expresar fielmente
mediante el lenguaje las condiciones objetivas del mundo.

Ejemplos de la importancia de la honestidad en las relaciones humanas pueden
ser encontrados incluso en la literatura infantil. Todos conocemos la fabula
del pastorcito y el lobo, en la cual el pastorcito abusa de la confianza de
la comunidad, solo para encontrarse solo en el verdadero momento de peligro.
La comunidad enfatiza dichos valores pues permite el desarrollo de la
solidaridad y la convivencia. El individuo sabe que al confiar en los demás,
y demostrar con sus acciones el que otros pueden confiar en el, construye un
puente entre el y su comunidad; dicho lazo emotivo permite una seguridad
que, de otra forma, no estaría presenta en la vida de los seres.

La capacidad del individuo de demostrar con sus acciones la importancia que
dichos valores sociales tienen en su vida se conoce como rectitud. El llevar
una vida recta es el acatar las responsabilidades correspondientes y el
responder de modo afirmativo y diligente a las necesidades y condiciones que
se crean mediante los valores. Ser recto no implica parecer serlo, la
importancia de la rectitud esta en la capacidad de responder concientemente
a las obligaciones sociales que nos envuelven como seres políticos que
somos. Ser recto implica ser honesto consigo mismo, y por lo tanto, con
todos aquellos con quienes entramos en constante interacción.

Para los seres sociales, las virtudes se complementan y expanden
mutuamente. De hecho, ciertas emociones pueden llevarnos a mantener ciertos
patrones de comportamiento en los cuales destacan el interés y la
preocupación por los demás. El amor es un ejemplo de dicho caso. Aun cuando
existen diferentes tipos de amor, el amor mas simple y básico en la sociedad
es aquel que el individuo demuestra por la masa que compone la misma. La
preocupación por otros, el deseo de superación propia en conjunto con el
respeto al derecho que otros tienen a su desarrollo personal, la voluntad de
vivir en un ambiente en el cual cada individuo se encuentre en un estado de
bienestar, todas estas características tienen tanto peso a la hora de
nombrar la palabra amor como lo tienen casos emblemáticos tales como el amor
materno y de pareja.

Aun cuando el amor como cooperación tenga en muchos casos raíces en la
educación de las personas, esto no significa que la simpatía que se genera
hacia aquellos que se encuentran en un estado de necesidad nazca solo de la
misma. La ayuda que un extraño presta a una persona en emergencia, la
cooperación entre vecinos que se ven afectados por un desastre, o el
sencillo hecho de ceder un puesto a una persona con una afección física o
mental son muestras del amor que el individuo tiene hacia sus congéneres.

Y es que en el amor se encuentra el respeto, y en el respeto se
encuentra la clave de la convivencia, y solo en la convivencia se puede
encontrar la paz. No obstante, la paz no puede verse solo como una ausencia
de conflictos. La paz, y por lo tanto la convivencia, solo pueden ser
encontradas realmente en una sociedad justa. La ausencia de conflicto
refleja no paz, sino un conflicto acallado.

No se puede hablar de paz mientras las relaciones económicas dictaminan
la explotación del hombre por el hombre, mientras mis beneficios se basen en
la pobreza y falta de oportunidades de otro. La justicia no es solo aquel
aspecto retributito, en el cual se trata de punir o remediar un mal hecho.
La justicia también es la verdadera igualdad de oportunidades. La justicia,
y la paz, son la capacidad de una sociedad para acabar con el despotismo
económico de unos pocos quienes en busca de beneficios personales cercenan
el derecho al desarrollo de cada persona.

El amor de un ser hacia otro no puede expresarse solo fuera del
trabajo, mientras que dentro del mismo quien dice amar explota y reduce a la
pobreza a quien cree ser amado. Si la rectitud ha de ser promulgada como un
valor moral, entonces esta tiene que ser aplicada en cada uno de las
diferentes facetas de la vida diaria. ¿Como puede hablarse de justicia en
una sociedad que dictamina la discriminación de oportunidades en base al
rendimiento del ser hacia el capital? ¿Como puede hablarse de valores en un
contexto en el cual la plusvalía dictamina las acciones cotidianas? Es por
ello que esta disertación comenzaba afirmando las diferencias e incluso
contradicciones presentes en los valores de clases. ¿Que visión moral puede
existir en un sistema económico en el cual el trabajador es robado desde la
firma del contrato? No existe visión humana en el capital. Es una hipocresía
hablar de valores mientras se defiende la reducción de la mayor parte de las
personas a la pobreza en nombre de los intereses egoístas de unos pocos.

La imposición de dicho sistema solo puede darse mediante la violencia,
¿pues de que otro modo la masa aceptaría el falso derecho de pocos a
cercenarle los medios de producción con los cuales se habría de satisfacer
las necesidades colectivas y con ello permitir el desarrollo personal e
integro de cada individuo? La violencia injustificada, aquella que cercena
derechos y coarta libertades, es esa la violencia que no puede ser aceptada.
El que un individuo ponga en peligro mi integridad física mediante la fuerza
me da el derecho a responder con un una fuerza similar en defensa propia, o
incluso en defensa de otros que no hayan hecho nada para merecer dicho
ataque. La no violencia esta incluida en el respeto, y es promulgada, al
igual que otros valores, de forma hipócrita en la hegemonía capitalista. Si
ha de llegar un momento en que los valores retomen su contenido humanista,
ese momento será aquel en que las relaciones económicas promuevan la
verdadera igualdad de hecho y derecho entre los hombres. Dicho momento solo
puede ser el día en que finalmente seamos socialistas.

Patria, Socialismo o Muerte!
Venceremos!
Sketss@hotmail.com


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Jesús Enrique Moreno


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