Con esfuerzo propio construir el socialismo. Y con amor

Recientemente hemos visto como la falta de amor por la gente, su país, los ideales y valores llevo a un grupo de dirigentes del mayor nivel chavista a cometer delitos de una magnitud inimaginable y sorprendente para los venezolanos.

Esto nos lleva a plantear que los esfuerzos propios que hagamos por superar la situación crítica del país y además construir una sociedad sobre nuevas normas y nuevos componentes, requiere que junto con este esfuerzo, es necesario que “el revolucionario verdadero esté guiado por grandes sentimientos de amor”, ya que sin él nada es perdurable y es un engaño. 

Claro, surge una pregunta práctica, ¿si la Contraloría como celosa encargada de la vigilancia no les pedía a aquellos la declaración jurada de bienes, quien se encargaría del amor, como actividad administrativa? 

Así que el amor, entendido como el afecto y la solidaridad hacia los demás y por las cosas que se hacen, es un elemento fundamental en la construcción del socialismo pues este sin amor, se convierte en un ideal vacío, carente de sentido y de empatía hacia los demás. Es necesario cultivar el amor como un sentimiento fundamental para crear socialismo sólido y perdurable, sin olvidar que aunque con amor se pueden obtener resultados prodigiosos, no es el cemento que une la sociedad capitalista donde este papel lo asume el capital, pero distorsionando lo humano. 

El avance hacia el socialismo requiere de un esfuerzo colectivo y solidario, en el que cada individuo aporte con su trabajo y compromiso, de cada quien según su capacidad, pero siempre entendiendo que la construcción socialista, es un proceso complejo y articulado en el que distintas partes interactúan sistémicamente.  Ello conlleva que las decisiones y acciones que se tomen en un área determinada tendrán repercusiones en otras áreas, siendo necesario la visión integral y orgánica del todo, aunque tropezándonos con el sistema educativo que nos enseña a ver la realidad, pero individualmente.

El esfuerzo propio implica la voluntad de trabajar en pro de un bien común, de contribuir con nuestras capacidades y habilidades para el beneficio de la sociedad en su conjunto, donde cada individuo se comprometa consigo mismo y con los demás, asumiendo la responsabilidad de construir ese modelo político, económico y social más justo y equitativo.

Sin embargo, esfuerzo propio y amor no es suficiente ya que en el caso del socialismo, su construcción implica la organización y coordinación de diversos elementos, como la economía, la política, la cultura, entre otros, para lograr esa nueva sociedad.

Hay que agregar además a la planificación como elemento ordenador de la estructura, de los recursos y las actividades manteniendo así la visión de integridad necesaria para comprender que cada acción y decisión que tomamos al tener un impacto en el conjunto del sistema, nos exige  actuar de manera consciente y responsable.

El avance hacia el socialismo requiere, sin duda, un gran esfuerzo propio a nivel nacional. Es necesario crear conciencia para que la población esté comprometida con la idea de construir esta sociedad y dispuesta a trabajar duro para lograrlo. El socialismo no es un sistema que se implante de la noche a la mañana, sino que requiere de un proceso de construcción largo, gradual y colectivo.

El avance hacia el socialismo demanda, tal como se señala acertadamente de un esfuerzo propio nacional para no estar claudicados a dependencias externas, pero también está la demanda del amor, de comprensión, que toda construcción es un sistema y que solo trabajando juntos y con un compromiso firme podremos avanzar hacia un mundo mejor para todos.

¡Nicolás es pueblo en campaña electoral!

 


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Oscar Rodríguez E


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