Acabando con la historia

Desde que llegaron los invasores a esta tierras, comenzó el plan de convertirnos es en eunucos mentales; llegaron con la fijación de encontrarse con débiles sumisos: al principio se dieron cuenta de nuestra valentía, después utilizaron la manipulación contra los debiles que encontraron (como siempre los ha habido) nos engañaron con el poder que proporciona la fuerza, en este caso la obnubilacion por la aparición del petróleo.

La identidad que traíamos de PUEBLO honestos, empezó a deteriorarse con influencias descompuestas y los malos hábitos traídos de otros lugares, empezaron a penetrar la identidad humilde que por naturaleza teníamos de seres puros, con valores que habíamos heredado de la historia.

La influencia delincuencial, comenzó a penetrar la simiente de la PATRIA grande del sur y no la pudimos detener, porque tenían el objetivo claro de lo que perseguían; tratando siempre de explotar lo único que concebían cómo importante en esta tierra y para lograrlo tenían que acobardar y con el tiempo impusieron marramusias y las fueron convirtiendo en costumbres que hoy nos quedaron como forma de vida, en herederos de malos hábitos que no aprendieron a respetar.

Nos propusieron un país de delincuentes, que solo conoce como valor "cuánto hay pa' eso" y lo que persiguen, es solo interés por tener, acumulando superficialidades para competir con el que tenga más habilidad, para delinquir.

Los extremos de indolencia están llegando a efectos tan degradantes de pasar por encima del cadáver sin asegurarse que ya es difunto.

Los ejemplos que están heredando los que vienen, no son dignos de poseerlo, para dar continuidad a un mundo sustentable.

El que más delinque, es el más aceptado entre sus iguales y la competencia se hace desleal, porque es entre tramposos que lo único que tienen de honestidad, es el recuerdo de unos ancestros, que no se dieron cuenta, que cambiaron el vivir, por dejarle a sus desendientes una existencia vacía, donde el amor no vale nada.

Hoy estamos llenos de líderes que da vergüenza seguir, porque lo que representan es una imagen de delincuentes confesos: que no tiene nada que merezca un apice de confianza, porque desconocen lo que significa respetar la consigna que dice: PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
DIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.



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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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