¿Democracia?

Es probablemente el concepto político más utilizado, bienaventurado y a la vez mal-decido desde la antigüedad hasta el mundo moderno. Sabemos que la palabra como tal viene del mundo griego (Platón-Aristóteles) pero sabios desde otros costados del mundo como Lao-tse maestro del Tao en China, Zaratrusta, Cristo, hablaron del ser gobernante o del modelo gobernante desde una visión anticipada de la armonía y la igualdad colectiva inscrita en el espíritu humano que trataron de inspirar. Es la utopía que dentro de un cuerpo social esclavista como era el caso de Grecia y la república romana pero donde la lenta aparición de la soberanía individual y colectiva y la igualdad general que mas tarde con las revoluciones modernas se hará universal, se condensa en lo que la burguesía revolucionaria llamará "ciudadano" paralelo a la formación del mercado propiamente capitalista. Así mismo la esclavitud que Aristóteles designará como condición natural del ser humano continuará hasta el siglo XIX. El ciudadano, el mundo naturalizado, contrasta con esta continuidad esclava, pero que de todas formas seguirá imponiéndose bajo otra modalidad "igualitaria" con la revolución industrial; marcando a la sociedad a través del trabajo asalariado y la desigualdad social ascendente hasta el mundo de hoy.

Allí es donde la "democracia" como utopía de sabios, filósofos, liberales, republicanos, movimientos de liberación nacional contrastará con ella misma. La democracia aún estando legitimada por legalidades de estado que la usan como apellidos de su constitución siendo en su esencia aparatos de sostenimiento del mundo capitalista, seguirá manifestando su condición utópica de igualdad, libertad, derechos, por todos los movimientos de lucha, que en ciertos casos (formación de la Unión Sovietica, Revolución China) de tomar los poderes de estado extenderán el concepto con el signo de "popular, socialista", etc. Pero en ese contraste serán primero el filósofo Spinoza y luego los movimientos anarquistas que des-estatizarán, y regresarán a sus orígenes utópicos el concepto con los principios de "democracia absoluta" y "democracia directa", verdaderos principios del deseo colectivo de emancipación, algo muy parecido a lo que ocurrió con el comunismo en sus primeras etapas. La democracia tenderá a utilizarse para dualizarse o hacerse elemento siempre presente en los ambos lados de una misma lucha de clases entre trabajo, marginación, migración forzada y capital. Es una confrontación histórica en el plano inmaterial del pensamiento y su práctica que el bloque hegemónico del capital global necesitará utilizar hasta que logra convertirlo en un discurso de manipulación del sueño político libertario. La democracia ya desde los "socialismos reales stalinistas" hasta los formatos liberales o autoritarios que de diversas maneras se hacen presentes en el "decirse" de los gobiernos y estados se sustrae a un discurso preferente de partidos o formatos vacíos que son diseñados desde el alma discursiva de los poderes globales (ONU, servicios de gerencia burocrática, mercantilismo electoral, virtualismo y tecnocracia totalitaria, vaticano) y todas las formas del poder global y las carátulas de derecha incluso de izquierda que usan como actores de su mismo teatro. Discurso estándar recogido de una ancestral utopía, lo mismo ocurrido con el comunismo y socialismo en más de la mitad del mundo hoy desvanecientes. La democracia quedó para el uso de su contrario histórico (ese es el dualismo vacío). Una estética -no una política- palabrera, horrorosa en sus consecuencias….aunque ya nos dieron permiso; ¡todos somos demócratas!. Ya sea como banda armada, narcotráfico, o su perfecta complementariedad en la secta evangélica, fundamentalista, monarquías petroleras, o simplemente "demócratas" desde el más pobre hasta multimillonarios como Soros o Bill Gates.

Venezuela no es una excepción del caso. Sin hablar de lo que es su misma decadencia que la conocemos por lo menos desde hace diez años, la democracia que se quiso dar la nominación de "protagónica", de allí paso a ser una democracia corporativa, representativa, burocrática y en la medida que el proceso de deterioro material –industrial, monetario, sueldo cero- va profundidándose se convirtió en una "nula democracia" sin ningún tipo de "institucionalidad democrática". Es en realidad un perfecto laboratorio neoliberal, completamente distinto a lo que era la separación entre estado y sociedad y la confrontación con un enemigo claro entre la sociedad pobre y el estado vigilante y represivo. Hechos perfectamente distinguibles, lugar de guerra en la lucha de clases -27 de febrero 89, neto retrato de esta realidad-. Hoy no es el caso, el estado sigue siendo ese aparato de vigilancia y represión de siempre, pero el miedo sobre él y en la representación consciente e inconsciente que nos hacemos de él, pasa a ser un aparato de segundo orden, cuyos principales jefes no son mas que ordenadores del verdadero orden social que impone el mercado monopólico –de los cuales sus jefes son parte- y todas las formas de violencia criminal y paraestatismo fundidos en la misma sociedad. Un fenómeno netamente inscrito desde nuestramérica hasta el resto del sur del mundo y buena parte del norte explotado por el globalismo. La estética macabra de la democracia es para su inmensa mayoría su discurso de presentación y legitimación dentro del mercado dominante donde todas las derechas políticas e izquierdas "democráticas" funden su discurso aunque sea con la bandera nazi como es el caso de las bandas ucranianas. Esto ya no es un miedo real y tangible que aborrecemos al ser sus víctimas materiales, se construye y manipula en nuestro cerebro a través de la instrumentalización informática y del laboratarismo que se despliega para garantizar el miedo y el control social. El problema es que sabemos de sus consecuencias pero el donde y el cómo de este neomodernismo de control y miedo no lo conocemos mas allá de sus actores y cumbres mundiales entre ellos, aunque sí podemos decir que Venezuela no por ser país pobre sino superempobrecido, es un laboratorio perfecto, donde el sueldo cero y la destrucción de las riquezas sobre y dentro del suelo, preferiblemente energéticas, pasaron a ser la fotografía natural de nuestra tragedia.

¿Qué se hace?. Estamos en el momento en que los grandes valores y principios que forjaron el pensamiento político, dándose el papel de utopías que tomaron cuerpo los primeros años de la revolución bolivariana y muchas otras se convierte en una "distopía". El papel de los sindicatos y tradicionales movimientos populares, incluso sus versiones mas críticas y antimaduristas, no afecta el proceso de laboratorio que sigue su curso. Necesitamos desde las células organizadas en una cuántica generosa de energías como ya lo hablamos en artículo anterior, necesitan saber y crear conociendo esta estrategia de laboratorio social y político. Palabra distinta, de quiebre y alzamiento permanente, ¿qué quiere decir esto?, que debemos conocer las nuevas estrategias del poder oculto global –el supramercado, tan lindo en los multiplicados bodegones que día a día se inauguran- que busca por todos los medios poner en sus manos el agua, los recursos energéticos, minerales, técnicos y sobretodo garantizar el control social. Esa es una operación distinta a los tradicionales mecanismos de dominación. Salvar la cuenca de Orinoco, del Amazonas es prioritario. Estrategia de despliegue territorial y sabotajes variados tácticos al poder constituido. Eso es una organización pensante, geométricamente multiplicante, y por supuesto en lucha. La épica por una Civilización Democrática como diría el líder kurdo Ocalam es sin duda un camino que choca y trasciende la civilización capitalista, pero la democracia como anexo al discurso representativo de derecha e izquierda es un grito vacío, jugando con la manipulación generalizada de la población mundial a través de la mediática, por favor excluyámoslo del discurso guerrero de nuestras resistencias. Ya entramos en otra era posmoderna, posindustrial, manejada por la posverdad, la "verdad" a deseo de la necesidad individualizada de cada quien exportada por celulares y computadoras…seguimos el recorrido.



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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