Estamos nuevamente ante otro proceso electoral, el cual presenta por un lado un conjunto de características comunes a todos estos eventos, otras propias generadas por nuestra posición nacional frente a los poderes facticos imperialistas internacionales como es nuestro apoyo permanente a los sectores populares de la población y presenta también otras características que nos acompañan desde el inicio de nuestro proceso político y para las cuales parece que no se encuentra la oportunidad adecuada de superarlas. De todos estas características para mí la más importante es la ausencia de la participación de los obreros como clase en el proceso eleccionario que elegirá a las nuevas autoridades regionales en el país y que debían ser propuestos por el partido y el gobierno de la revolución.
Desde que el presidente Hugo Chávez declaro el carácter socialista de la revolución bolivariana, se espera que se otorgue un protagonismo mayor a los trabajadores activos en general y a la clase obrera en particular en la dirección del estado, del gobierno y del partido. Sin embargo esto no ocurre y vemos como otros grupos y clases sociales asumen altas responsabilidades públicas y políticas, en muchos casos sin tener experiencia en el área de trabajo que se le asigna. Tampoco se conoce si su formación ideológica y política es lo suficientemente fuerte para soportar los ataques que la derecha imperialista lanza desde que apenas asoman en el toril.
Es así como vemos que tanto la estructura del partido PSUV como los candidatos a los cargos de gobierno pertenecen en general a la clase media, entendiéndola como aquel grupo social que no participa directamente en la producción pero que por razones políticas o sociales tienen una mejor posición económica o personal que le ha permitido estudiar, muchos hasta el grado universitario y figurar en organismos públicos y privados. Pueden ser trabajadores o casi-trabajadores al momento de su incorporación a funciones de gobierno como es el caso de los dirigentes estudiantiles que en un número relativamente alto configuran nuestros equipos de dirigentes revolucionarios; oficiales y ex oficiales de la FAN conforma un grupo permanente en estas estructuras, siendo por supuesto su presencia necesaria y en algunos casos imprescindibles en muchas funciones; locutores, animadores, actores de cine, televisión, de otros medios, son, junto con los periodistas un grupo estructurarte del gobierno; por supuesto también tenemos políticos de carrera, que necesariamente deben participar en el partido y en el gobierno donde están acompañados por otros grupos sociales como campesinos, indígenas, glbti, etc..
Se entiende que con ello se busca la mayor representatividad nacional y popular pero consideramos que todos estos grupos reseñados presentan la característica de que son improductivos, no participan en la generación de valor, más allá de sus cualidades personales y de su dedicación al proceso, pero que para un proyecto político que se propone la construcción del socialismo en Venezuela el principal incorporado y de un manera creciente debe ser el obrero, la clase obrera, que venga directamente de un proceso productivo, manufacturero como señaló Carlos Marx, que como generador de la plusvalía conozca personalmente lo que es la producción y la explotación y tenga por lo tanto una confrontación de vida con el capitalismo y se halla incorporado a la lucha revolucionaria.
Este no es el caso de hoy en Venezuela, habrá uno o quizás dos candidatos a Alcalde que son de extracción y experiencia obrera. No hay candidatos obreros a las Gobernaciones. Ministros tampoco.
En la conformación del cuerpo político organizativo de la dirigencia revolucionaria pueden participar todas las clases y grupos sociales del país, es más, es conveniente que sea así para que entiendan que una revolución socialista si es participativa e inclusiva, pero junto con esos grupos con un carácter tendencial mayoritario deben estar los obreros, no solo en los pies, las manos, etc. de ese cuerpo político organizativo, sino en la cabeza, en la mente, concibiendo, aprendiendo y dirigiendo con su visión de luchadores contra la explotación a todos los venezolanos que la han sufrido de alguna manera y contra la cual se ha luchado tanto.
La participación directa de la clase obrera en la dirección del gobierno, del partido y del estado es una de las condiciones, que no estamos cumpliendo, necesarias para la aparición del socialismo.
