Auditórium

La ruina de Venezuela, no es un problema de ideologías trasnochadas

"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto". Georg C. Lichtenberg.

La ruina de Venezuela no es por causa de un izquierdismo trasnochado, este desastre poco tiene que ver con ideología alguna, ya que ni el presidente Maduro, menos los integrantes de su gabinete por sus declaraciones diarias, saben lo que es el: marxismo-leninismo, socialismo, estalinismo, fascismo, capitalismo etc.

El entreverado, y enredado caos socio económico venezolano, que ha devastado el país, empezó con las expropiaciones, sumándole ahora los desastrosos aumentos de precios, y la dolarización de facto, las hiperinflaciones diarias sofocantes, y la hostilidad desenfrenada del alto costo de la vida hacia el pueblo trabajador, profundizada ahora con esta cuarentena criminal improductiva y represiva.

Pero hay que alertar, y no centrarse en que el desastre económico de Venezuela es por culpa de una izquierda trasnochada, y del socialismo, es errar en el diagnostico del problema.

La economía venezolana, hoy esta en manos es una confederación de grupos criminales domésticos e internacionales, donde converge en este perverso rol capos de la mafia internacional. Lo que mantiene unido a estas mafias, no son por cuestiones de ideología, ni la búsqueda de un orden político rígido: es la lucha por el botín que emana de una vertiginosa variedad de fuentes ilegales.

Hemos consultado, averiguado, preguntado, de donde sale el dinero, para construir viviendas, edificios, centros comerciales, comprar lujosos vehículos, abrir bodegones, farmacias, markets, cafés parisinos etc. La visión es que esto no es producto de las ideologías socialistas o marxistas, la causa del colapso venezolano, sino de la actuación de grupos mafiosos, cuestión esta que es compartida por analistas, políticos, académicos, y servicios de inteligencia de gobiernos no afectos a Maduro. ¿El caso mas evidente y mafioso de corrupción, y alianza con estos grupos criminales, es el del nuevo alacrán opositor multimillonario, presidente de una comisión en la AN 2021, no hay quien investigue de donde sacó dinero para comprar una vivienda nueva en Lechería, y otras en El Tigre, todas en el Estado venezolano de Anzoátegui, hasta donde se sabe utilizando testaferros, en la compra de hatos, emisoras, bodegones, flotas de camionetas de lujos, explotaciones mineras etc.? Hasta el momento en el segmento más corrupto falsario, y prostibulario opositor venezolano, no hay reacciones sobre estos casos a la vista del empobrecido pueblo venezolano, la corrupción, que se ve, es pública, y notoria en forma impune, de lo que está saliendo de este pantano putrefacto venezolano. A ver, yo no veo que aquí se hagan cosas socialistas, donde el «extorsiónese», y el meterse con los negocios del lavado de dinero, todas esas arenas han traído estos lodos putrefactos. Hoy en este país se permite instalar cualquier tipo de negocio improductivo, donde se ponen a lavar dinero sucio, pero esos negocios no colapsan, como colapsó la economía productiva, y legal de Venezuela. Y colapsó no porque tienen una política socialista trasnochada, sino porque lo más importante que ser revolucionario, lo tiene es el ser militante de la corrupción, de la incompetencia militar, y de la ocupación extranjera de Venezuela por árabes, chinos, rusos, iraníes, farc, eln, fundamentalismo islámico etc. La variable más importante para explicar lo que ocurre en Venezuela son: el caos, y las mafias. Los disidentes y opositores se han tardado mucho en darse cuenta que Venezuela es un país ocupado por bandas criminales. Venezuela se ha convertido en un estado fallido pero también es un país ocupado por extranjeros de la peor ralea.

¿El colapso de Venezuela se ha acentuado en los períodos de gobierno, de Maduro o viene de antes?

La democracia venezolana con todas sus imperfecciones durante el siglo XX, fue una democracia subdesarrollada, imperfecta, defectuosa, pero pasamos de ser una democracia defectuosa, a una ‘revolución’ colapsada.

No existe una sola decisión que hayan tomado los organismos jurisdiccionales que toquen a estas mafias que tomaron por asalto a Venezuela, o una ley que haya pasado por la Asamblea Nacional que vaya contra este caos. La separación de poderes, los procedimientos democráticos, darle voz, y espacio a la oposición, todo eso desapareció del espectro político venezolano. Se puede criticar a la democracia cuarto republicana, tanto como se quiera, pero ahí no existían las barbaridades, y los crímenes contra presos políticos con la perversidad que vemos hoy en la revolución, ni de políticos exiliados como arroz, las elecciones eran verificadas, había observación internacional. Las opiniones del totalitarismo, de que la democracia cuarto republicana era mala, no es mas que una falacia, malo es esto que estamos viviendo en la Venezuela del siglo XXI, y lo dice el suscrito que trabajó duro para que Chávez ganara las elecciones de 1998, lo demás son ideas tendenciosas, mendaces, ignorantes, y mal intencionadas para justificar este desastre.

El colapsó de Venezuela: ¿Es un problema de mafias o de la profunda implosión del país debido a una aberrante cleptocracia?

El saqueo de los inmensos recursos por una banda de criminales despiadados que actúan dentro, y fuera del país no tiene parangón.

La demonización, denuncia y desprecio del que opine lo contrario es fascismo. El presente y futuro es catastrófico con este modelo político, lo mismo que ha hecho el totalitarismo cubano todo el tiempo durante 62 años. Para este tipo de gobiernos totalitarios es muy importante demonizar, y mentir abiertamente sobre de quien es la culpa. No hay nada del llamado puntofijismo, y perezjimenismo, que merezcan ser reivindicados, sino esa perversa narrativa de que todo lo pasado fue malo.

No lo sabemos, ni lo sabremos. Hoy la corrupción es invisible, secreta, nadie la ve, ni las autoridades lo pueden saber. No hay duda de que en revolución apareció una nueva oligarquía, asociada al gobierno, a los familiares, amigos, socios y aliados, de la revolución, del PSUV, y de los militares. Eso nadie puede dudarlo. Patas en el suelo, que jamás habíamos oído se volvieron oligarcas.

Esto no ocurre porque PDVSA, las empresas de Guayana, y el sector empresarial privado estén produciendo más, y creando empleos productivos. Este desastre ocurre por las enormes distorsiones que han creado.

Que se espera del mequetrefe de Guaidó después de la euforia del 23 de enero del 2019. La devastación que estamos viendo es mayor que cualquier guerra. La caída del PIB, la destrucción de la riqueza nacional, la destrucción de la capacidad productiva, la devastación institucional, eso no se había visto en ningún país que dice ser socialista.

No se percibe una solución a corto o mediano plazo, la solución es que ese le acabe la gasolina a Maduro, y a Guaidó ¿será así?

¿"Estará el gobierno dispuesto en un nuevo dialogo, a hacer concesiones que hasta ahora no han estado dispuestos a hacer. Soltaran a los presos políticos; permitirán que regresen los que están exiliados; terminaran la violencia contra la oposición; elegirán un Consejo Nacional Electoral que siga siendo un apéndice del Gobierno, se realizaran elecciones supervisadas por la comunidad internacional de verdad. Esas deberían ser las condiciones antes de sentarse a negociar nuevamente"?

Ahora Venezuela está enfrentando unas grandes expectativas con Joe Biden como el nuevo presidente de los Estados Unidos, en lo referente a las sanciones, si serán suspendidas, ampliadas, o intensificadas, ya que el deterioro del país sigue su marcha hacia el precipicio, por los momentos no se ve, que haya una posibilidad de un cambio. Vamos a ver que pasa en los próximos 100 días de Biden. Porque las altas expectativas siempre son una incertidumbre.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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