En un proceso "Cívico militar policial" como se le llama a la caricatura de lo que un día fue la esperanzadora Revolución Bolivariana, hasta que se aceleró su desliz a la derecha autocrática, corrupta, torturadora e incapaz con el advenimiento del Presidente Maduro, y donde se hablaba de "gobernar obedeciendo" al pueblo, se derivó en gobernar sin el pueblo a costa de lo que sea; predomina en este "proceso" el léxico militar sobre el lenguaje civil; es así como, escuchamos con frecuencia hablar de "Comandante Maduro", "Alto Mando Político Militar" , "Orden se Operaciones", "Patrullas", "Patrulleros y Patrulleras", "Puesto de Comando en Miraflores", "Batallones", todo complementado con la aparición del Presidente Maduro en varias apariciones públicas luciendo el uniforme de Comandante en Jefe de la FANB y pare de contar.
Para acompañar ese nuevo léxico ajeno a la tradición democrática, tendría que decir que, Diosdado Cabello, en la política nacional, hasta este 5 de diciembre 2021, tenía un rango equivalente al de un General en Jefe, dado su prontuario gubernamental como Ex Vicepresidente de la República, Ex ministro, Ex Gobernador, Ex Presidente de la Plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente y Vicepresidente del PSUV, y hoy como Jefe de Fracción Parlamentaria, llega al equivalente de Sargento Supervisor, sobre todo si consideramos que en la tradición histórica del Parlamento venezolano, este tipo de cargos era asignado a dirigentes en ascenso con buen potencial político, es probable que Diosdado Cabello desconozca este aspecto histórico del parlamento.
El nuevo jefe de la Fracción Parlamentaria, Vicepresidente del PSUV, cuando se le cuadre a los presidentes Nicolás Maduro y Jorge Rodríguez, no tendrá una tarea muy complicada, ya que, de 277 diputados, 276 son aliados y uno solo es opositor, un parlamento por el que sufragó un 18 % del padrón electoral no tendrá una presión social que le reclame, porque, además los pocos votantes del Polo Patriótico, a quienes respetamos en nuestra condición de demócratas, también son víctimas de la represión y de un férreo control social, la Asamblea Nacional será sin duda otra ANC, que más allá de los límites de la ilegitimidad se constituye en el cerrojo de la más bestial autocracia que azota la sociedad venezolana.
La procesión en el gobierno y sus aliados va por dentro, esta nueva realidad en la AN es una señal notable, del vaporón entre civiles y militares puertas adentro de Miraflores; en una de las jugadas del Presidente ya le había dado un zarpazo al hijo del Furrial, con el pase retiro a la mayoría de sus aliados en las FANB, hecho que quizás paso desapercibido, y esta situación que deja a Diosdado Cabello con un premio de consolación en la AN se esperaba, sobre todo después que, en la pasada reunión del Presidente y los gobernadores, Diosdado Cabello, haciendo supremos esfuerzos de una diplomacia para lo cual no es competente, calificó al gobierno de ineficiente, desestimó la planificación del país y la visión estratégica. Ya sabemos que Diosdado dirá públicamente: soy un soldado.
Aquí los venezolanos esperaremos sentados la sentencia del Presidente de que la nueva AN interpele a sus ministros y lo interpelen a él, retomando su función contralora; que resuelvan la situación económica con la Ley Anti bloqueo y que ahora si se llegará la prosperidad económica con la "nueva AN".
Con el paso de los días y semanas sabremos que negoció el Sargento Supervisor y Vice Presidente del PSUV con sus oponentes para estar tan conforme, aunque a veces traicionado por el lenguaje gestual en sus últimas apariciones públicas, que son señales de incomodidad; lo cierto es que, el Presidente Maduro, consciente o inconscientemente reasegura con los Rodríguez la presidencia en caso de alguna situación sobrevenida, al tener a los hermanos Rodríguez, una en la Vice Presidencia de la República y el otro en la Asamblea Nacional.
