Una sana y oportuna provocación al debate en el seno de la izquierda latinoamericana, debería provocar la posición del ex ministro de finanzas y profesor universitario, durante el gobierno del Comandante Chávez, Rodrigo Cabezas; con su ensayo:”La izquierda latinoamericana rehén de su negación”, posición que lo sitúa con inobjetable precisión más allá de la visión panfletaria y dogmática de algunos dirigentes del continente e incluso de “intelectuales”, que tal como bien lo señala Cabezas en su obra, “siguen guiones de cancillerías”, y apoyan incondicionalmente algunos gobiernos, que por las condicionantes históricas de sus orígenes son calificados de “izquierda”, entre los casos más notables, pudieran señalarse Venezuela y Nicaragua.
Cabezas, en su ensayo, se escapa de la trampa y el auto chantaje de quienes creen que criticando a los nuestros se puede favorecer el proyecto neoliberal en la región; como si la posición imperial dependiera solo de los errores de sus adversarios; ese escape acompañado de valentía y gallardía política, no es nada fácil; sobre todo, porque cuando se nace en una trampa, donde los barrotes son dogmas de acero, es muy difícil salir de ella.
El ensayo en cuestión, prologado con singular inteligencia, por una persona de la estatura intelectual y política de Simón García; se aleja del calificativismo panfletario, para centrarse en una base argumental desde las ciencias económicas y desde el conocimiento de la realidad política latinoamericana; con análisis, cuanti-cualitativo, que desnuda con inusual elegancia los diversos esquemas dogmaticos, que en gran parte, junto a la burocracia, la corrupción e incapacidad política, técnica y científica para construir las bases materiales del socialismo adecuado a estos tiempos y los diversos espacios socio políticos, económicos y geográficos de la región, son causales de peso que han facilitado la restauración acelerada del neoliberalismo en la región latinoamericana.
Creo que quizás en la revisión de los elementos comunes más relevantes de la crisis de la izquierda latinoamericana, presentados en el ensayo; faltarían analizar el rol del militarismo, con independencia de sus orígenes, en los gobiernos de “izquierda”, así como, la posición de la izquierda latinoamericana frente al determinante papel de los medios de comunicación en esta era, cuando estos últimos, con o sin intereses velados transparentan los errores cometidos por la izquierda en el ejercicio del poder.
Ahora bien, los cinco elementos comunes relevantes de la crisis de la izquierda, que constituyen lo medular de ensayo, señalados por Cabezas: la economía, la integración económico-financiera, la corrupción, la democracia, así como, el tratamiento a la clase media y a la juventud, deberían obligar a un serio debate en el seno de la izquierda en la región, donde se pueda repensar con la “cabeza”, ya no solo, con la de Rodrigo Cabezas, sino, con la de toda la izquierda latinoamericana y empujar con el corazón un debate necesario, sobre todo en esta oleada de restauración neoliberal en la región latinoamericana.
A juzgar por los resultados de la izquierda latinoamericana, en el ejercicio del poder, salvo honrosas excepciones, la argumentación de Cabezas, sobre los cinco elementos de la crisis de la izquierda, resultan técnica, ética, política y moralmente irrebatibles.
Ahora bien, en el caso venezolano, el examen político a la luz de estos cinco elementos, genera la duda razonable, sobre si estamos o no, frente a un gobierno de izquierda, además” obrerista”; y lo más grave aún, la contribución de este accionar inexplicable al entierro de la izquierda democrática en América Latina, y a la pérdida de la esperanza de los pueblos que en el mundo que luchan por su emancipación, provocando además la pérdida de la V República.
Si en algún país, se requiere repensar con suma urgencia, los factores asociados a la crisis de la izquierda, ese país es Venezuela, y el momento es ahora, de allí la gran pertinencia que tiene el ensayo del Economista y profesor universitario Rodrigo Cabezas; Venezuela está frente de un drama sin precedentes, desde el punto de vista del colapso social, económico, financiero y político.
