Discordia

Para llegar a la guerra hay que caer en la locura, decían en Grecia.

La diosa Discordia enfureció porque a todo el mundo se le olvidó invitarla a una boda real. Fue cuando tuvo la perversa y genial idea de lanzar la manzana de la discordia, de oro, con un vistoso y provocador letrero: «Para la más bella». Cundió la discordia, aunque pronto solo quedaron las diosas más pesadas —Hera, Atenea y Afrodita— aspirando a ser la que estaba más buenota. Y ardió Troya. Cuando los gemelos Discordia y Ares (el dios de la guerra) nacieron, eran ya tan detestables que su madre Hera los lanzó por una ventana del Olimpo. No murieron porque eran dioses —así cualquiera. Desde entonces nos infunden tales locuras que terminamos matándonos, desde una riña de taberna hasta la bomba de Hiroshima, solo una mente desquiciada será capaz de apretar el botón de la guerra nuclear, ese planetario borrón sin cuenta nueva.

En Venezuela ese par de deidades ha probado toda su panoplia de trucos para enloquecernos. Con mucha gente lo han logrado, como convencer de que es mejor mendigar en Lima que desplegar en Venezuela el estoicismo que ha mantenido nuestra cordura, que hemos sabido controlarnos ante las tentaciones más enloquecedoras, desde las guarimbas hasta drones explosivos. Nadie ha salido a saquear a pesar del desabastecimiento orgánico, nadie ha clamado venganza después de 29 compatriotas incendiados vivos, no hemos dejado de votar a pesar de las demenciales denuncias de fffRRRaude, organizamos la exposición Camarada Picasso en medio de este berenjenal, seguimos construyendo millones de viviendas, curando incluso gente que nos odia, no hemos cerrado una sola escuela. Solo los servicios más exigentes se han visto afectados por falta de medicinas, alimentos, sin olvidar quienes se han corrompido dentro de la Revolución, porque no os vamos a olvidar, contad con esta memoria de acero, hueste corrupta, pronto nos interesaremos por vosotros y sabremos interrumpir y castigar tanta crueldad como la que nos estáis infligiendo.

¿Cómo lo hemos logrado? Con la conciencia política más formidable de la bolita del mundo. Ven a vernos, humanidad, no nos van a inducir la locura que hace falta para la guerra civil con que sueña el Imperio para nosotros.



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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