Una reflexión necesaria

Son complejas y diversas las causas que hoy irrumpen la tranquilidad y el porvenir de nuestro pueblo venezolano, ese que siempre ha sido alegre, emprendedor, familiar, lleno de metas y de tantas cosas extraordinarias, ese que hoy desde hace mas de 15 años aprendió a conocer y a exigir sus derechos, a manejar términos, normas, conceptos que solo eran visibles para quienes en un momento dominaban todos los elementos que hoy vuelven a prevalecer en una fulana guerra inducida con el objetivo de tener el poder político, y arrasar con todo lo que se pudo lograr gracias al Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, y a muchos compatriotas ,hombres y mujeres que desde las verdaderas bases del poder popular, brindaron acompañamiento y crearon herramientas para la construcción del socialismo del siglo XXI, que El Comandante plasmo en el libro azul, el libro rojo, miles de escritos, planes, pensamientos basados en el plan nacionalista de nuestro Libertador Simón Bolívar, y otros grandes que dieron todo la verdadera independencia y soberanía.

Hoy todo esto sigue amenazado por quienes históricamente han prevalecido en un sistema capitalista, consumista, lleno de hambre, decidía y pobreza, de ver todo desde el ámbito monetario, privatización y explotación, así como el mínimo de atención para quienes surgen, o sencillamente emprenden con sacrificio la marcha de la dignidad y la fuerza para transformar el mundo para iguales, incluyendo a todos, respetando credos, oficios que dignifican, esos que jamás tuvieron el impulso de dar todo por sus familias y por su país, esos excluidos de una educación digna, de una alimentación justa de un grado de atención de salud necesario, de reivindicación y apoyo justo, ese derecho de producir, de construir, de surgir y tener lo necesario para estar a la par de las circunstancias que hoy necesita la patria que nos vio nacer.

Hoy mucho de esos grandes esfuerzos están en peligro por ataques sistemáticos de quienes siguen pretendiendo ser dueños del mundo, pero no solo podemos verlo desde ese punto de vista, si bien es cierto los imperios siempre han estado allí como carroñeros buscando la oportunidad de preservar su caduco sistema y prevalecer con fuerza bélica y política como modelo a seguir, también debemos reflexionar y ser objetivos a la hora de ver quien está bien y quien está mal, que pasa o porque no funciona o avanza una lógica planteada que venía desarrollándose mas allá de ser abogado del diablo, o sencillamente sensato a la hora de determinar qué podemos hacer para equilibrar y retomar el camino verdadero, ese que sigue llevando la fuerza revolucionaria, esa que nos eyaculó Chávez con la historia real, ese amor por lo nuestro, el tener la convicción y lealtad para defender la construcción de nuestro propio modelo social, económico, ese que hoy peligra por ineptitud, por arrogancia, por prepotencia al no saber escuchar, a no entender que la única opción es estar a la par de un pueblo que hoy resiste una campaña brutal contra su familia a través de la escases, de la violencia inducida, donde el descontento y la avaricia de unos pocos.

Hoy han tocado lo más sensible, lo más delicado, que es el sentimiento de un pueblo que hoy clama soluciones, que hoy exige a través de las instrumentos que Chávez nos dio, justicia, respuesta, reconociendo una conspiración desde los políticos que con un gran resentimiento han creado caos y zozobra, causando un efecto domino que puede ser revertido, si nos unimos mas y escuchamos mas, es decir, menos discurso y mas acción, la praxis debe ir desde lo micro a lo macro, en defensa de la constitución nacional, ser contundentes a la hora de aplicar un plan, una orden, ver a su alrededor, ser implacables, hacer seguimiento de todas las ordenes que se emiten, sin demagogia, ser sinceros y directos sin complejos, el pueblo está claro de lo que quiere y necesita, hoy el mundo peligra.

La Patria Grande sigue siendo fragmentada, la derecha retoma un segundo aire, es necesario que revisemos y fortalezcamos todo paso que demos en todos los ámbitos necesarios, en los partidos, en las organizaciones sociales, es hora de retomar los cambios generacionales, aquellos que ya dieron lo que podían apartarse sin mezquindad y humildad y darle paso a los nuevos liderazgos, esos que se han formado en revolución, esos que siempre han sido héroes nacionales con el espíritu de Robert Serra, de Otaiza y otros tantos en el campo, en la industria, en el estudio y masificación del sentido real y popular que acompañe a nuestro Presidente sino que prevalezca y sean los garantes de una democracia participativa y que sean escuchados y sean los instrumentos de la construcción del socialismo bolivariano y revolucionario.


El pueblo es sabio y paciente, pero tiene sus límites, hay que saber escuchar.



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John Duarte Zambrano


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