Nuestros servicios están obligados a no ocasionar malestar a la gente

Hay quien se pregunta si acaso el malestar social no afectará a la Revolución Bolivariana y lo primero que me viene a la mente es un asunto que pareciera estar de anteojito, como es que una parte del funcionariado -no todos se asumen como servidores públicos- pudiese estar identificado desde hace mucho tiempo con la tarea de sabotear a la gerencia gubernamental.

¿Por qué escribo tal cosa?

Simplemente porque si nos vamos al sentido de la razón y lo que es lógico, nos encontramos con que son ellos los responsables de los servicios públicos (todo tipo de servicio, sin exclusión), quienes sabotean la gestión gubernamental.

¿Y cómo es eso ?

No es nada complicado. Si corresponde a un determinado servicio público resolver un problema de una tubería en plena calle, no puede pasar casi un mes, para que en la misma calle vuelvan a intervenirla unos metros mas allá y hagan otro hueco sin resolver el problema ocasionado. Esto ocurre actualmente en la avenida principal del Manicomio, a una cuadra de la avenida Sucre.  

La irregularidad -como puede ser llamada- genera otras situaciones en el desenvolvimiento del tránsito automotor y el cambio de las paradas de camionetas. La irregularidad sucede igual con las alcantarillas, aceras, tanquillas, huecos en las calles, filtraciones de agua que vienen del Waraira Repano y que van infiltrando el subsuelo, la llamada fiesta del asfalto que nunca llega, los cortes del fluido eléctrico y  de la línea telefónica, la internet y el Aba, el irregular transporte de pasajeros (no puede ser llamado servicio porque los dueños de las camionetas no lo entienden así), el accionar de Barrio Nuevo Tricolor, el cual responde si hay un consejo comunal que lo solicite y, como es de esperarse, de las situaciones de seguridad o inseguridad, como prefieran llamarlas.

La cuestión estriba en que tenemos una variedad de servicios que -por lo que se aprecia- no responden como es debido y ello genera malestar en la población y cuando alguien se pregunta cuáles son las razones por las que no atienden, la respuesta con sus razones salta a la vista.

Sucede que a muchos cargos van personas que no son profesionales, especialistas ni tècnicos en el área a la cual se dedica un determinado servicio. Simplemente que a muchos de esos cargos van cuotas y no personas que demuestren la capacidad que requiere el servicio. Tal irregularidad aunada a lo que tanto criticó el Comandante Chávez, es decir, la burocracia que retarda todos los procesos por su exagerado papeleo y pasos que deben darse para obtener las respuestas necesarias para resolver los problemas planteados.

El asunto es que todo ello genera malestar en los ciudadanos, que con dificultades les cuesta obtener respuestas de un eficiente organismo. La idea fundamental en todo esto es que si algo falla, bien sea una alcantarilla, el fluido eléctrico o unos huecos que dificultan el libre tránsito de los vehículos, tales problemas deben tener una respuesta rápida y eficiente. No puede pasar una semana sin resolver el problema, pero pasa hasta mas de un mes.

¡He allí lo que nos afecta!          

Entonces nada de extraño tiene que la gente se pregunte ¿Esos funcionarios que están al frente de ese servicio tienen que ver con la Revolución Bolivariana?



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Pedro Estacio


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