El bochinche eterno

Nuestra amada Venezuela anda como un caballo salvaje en la llanura, entreteniéndose en los juegos de remate de caballo y los Parleys. Viviendo a modo propio la desventuras amorosas de los artistas de televisión, criticando con insistencia la camisa o la blusa que se puso tal o cual…. Estamos en una calma preocupante como si la resignación formara parte de nuestro destino. Los venezolanos estamos pendientes de los “puentes” vacacionales, de la fiesta y de la cerveza sin control ni medida.

La insensatez reina en las calles de mi patria, aceptamos el desabastecimiento precario como algo usual, que termina con el día especifico de la semana que corresponde con nuestro terminal del numero de cedula; mientras se esboza la situación económica, política y social en filas largas para adquirir alimentos.

La política ha quedado relegada a aquellos que administran el estado, entre los cuales se hayan unos pocos buenos y la inmensa mayoría nefastos.

Hemos perdido el rumbo del sentido de la patria. Nuestros gobernantes no dicen nada que permita al país, iniciarse en la productividad y en la transformación de la materia prima. Hablan de crear, crear, y crear y nunca concretan nada. El gobierno vende barato el petróleo, el gas, el hierro y el aluminio, y aun así nos endeudan con los chinos (por 5000.000.000 de dólares) incluyendo el caudal infinito de importaciones, y aun así el silencio colectivo sigue.

Mientras las colas y el desabastecimiento reinan, los bachaqueros se hacen más ricos. La comida esta dolarizada a precio paralelo, pero no dejamos de comprar el Kino, cuyo monto asciende a miles y miles de millones cada semana, soñando con ganarlo, cosa que nunca pasa. La harina de maíz precocida si desaparece de los anaqueles de los supermercados, pero la cerveza se consigue en la última bodega de cada barrio venezolano. Nadie se preocupa sobre los destinos nacionales!!!

Las instituciones del estado están llenas de gestores, fraude y corrupción. Muchos puestos, muchos cargos, pero poca gente trabaja. Solo nos preocupamos por el quince y el último, mientras al país se lo desangran y se lo comen a pedazos cual torta en fiesta de carajitos.

Nuestra amada Venezuela se ha puesto al revés!!, donde los directores de los ministerios ganan veinte veces más en la oficina y con aire acondicionado; que el policía que arriesga su vida en las calles contra una delincuencia desatada, que lanza granadas y dispara cartuchos de fusiles de guerra.

El amor al dinero hace de las suyas, porque mientras PEQUIVEN tiene un año sin producir UREA ni TRIFOSFATO para la tierra, nuestros campesinos están irremisiblemente obligados a un éxodo masivo, teniendo que vender sus tierras a precio de gallina flaca por falta de insumos, quedando los terratenientes modernos comprando todo y acumulando riqueza, es decir, la brecha entre los ricos y los pobres, tristemente se ha ensanchado!!!!

Las empresas del estado y las zonas industriales de cada ciudad de mi amada patria parecen camposanto. Nadie produce, nadie crea, nadie hace nada. Ni siquiera los insumos que la industria petroquímica produce, se consiguen. Así de mal estamos!!!!!

El gobierno es débil y carece de autoridad. La revolución está al borde de un precipicio; un abismo muy hondo cuyo fondo es encumbrado y difícil de salir, aun así, los venezolanos asumimos los problemas como mamadera de gallo, despreocupados, normales, como si nada!!!

La pobre moral abunda, mientras algunos pocos militares hablan de socialismo, por otro lado la otra inmensa parte de castrenses revenden los carros Chery Orinoco por las redes sociales a precios exorbitantes (uno solo vale 4 millones de bolívares).

El futuro esta tan claro, que asusta!!! Algunos pocos estamos impotentes ante tanta inutilidad social y gubernamental. Nos llaman quinta columna, chavistas trasnochados, izquierdosos entre otros, pero parece que la verdad les da en la madre, pero se sacuden cual perros con sarna, lanzado improperios, y donde inclusive, silencian las noticias que el país necesita escuchar, como este diminuto articulo. Los que gobiernan viven en la burbuja, donde asumen con vehemencia que todo es felicidad, usando camionetas importadas del imperio, mientras los demás, hacemos largas colas para montarnos en un bus que nos lleve a esos destinos invisibles de mi patria.

Lo que somos y a donde hemos llegado, es la consecuencia lógica de no debatir, de no opinar, de creer en promesas electoreras bastante falsas, de no argumentar; de conformarse con un sueldo o con un cargo en la administración pública, es decir, de no pensar con conciencia.

Hubo un señor llamado SIMÓN del cual aprendí hace muchísimo tiempo, que la moral y las luces son los polos de la república, y que si una república no tenia moral era similar a un barco que iba a estrellarse con una piedra gigante del mar, y que era necesario sanear al país, para poder arrancar al desarrollo. También me dijo que era obligatorio independizarnos de aquellos que siempre han querido subyugarnos.

Otro señor que se llamaba HUGO, me enseñó que una revolución debe ser, a pesar de las mil adversidades, eficiente y eficaz. Que los problemas se enfrentan sin miedo y que no se descansa hasta resolverlos. Que la politiquería esta demás, y que el pueblo merece siempre la verdad. También me dijo que la mayor ayuda la da el pueblo, es por ello, que el soberano debe vivir con la mayor suma de felicidad posible.

DESPIERTA MI VENEZUELA, EXPROPIA Y NACIONALIZA TU FUTURO. NO DEJES QUE OTRAS POTENCIAS MANDEN SOBRE LO NUESTRO (CHINA, VIETNAM Y ESTADOS UNIDOS)………

ES HORA DE CREAR, DE INVENTAR, DE IMPULSAR. ES TIEMPO DE RETOMAR NUEVAMENTE EL CAMINO Y REVOLUCIONAR.

Post data: para los que piensan mal, yo si soy Chavista y amo este país. No sería capaz de irme. Solo deseo que las cosas se acomoden para que todos vivamos bien. El gobierno debe ponerse las pilas y solucionar los inmensos problemas que nos atañen. Deben dejar atrás la ineficacia, la ineficiencia, el burocratismo y la corrupción. Metan presos a los corruptos y los dilapadores del erario público que en su gran mayoría son “camaradas chavistas”. Acepten las críticas con amor como se les envía, y cambien para bien. Tomen mis ideas, no las vendo, se las regalo. Es hora de continuar haciendo historia, ayudándonos como hermanos venezolanos.



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Iván Martínez


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