Aumento salarial: Precios viajan en avión y sueldos en bicicleta

Ante el tradicional aumento salarial otorgado el 1ero de mayo día del trabajador, ratifico mis convicciones de cuando me desempeñaba como abogado recién graduado (2002-2005) de la Central Comunista de Trabajadores del Estado Aragua (CTA), con sede en La Victoria bajo las enseñanzas de mi maestro el abogado Pedro Ortega Diaz, al lado de personajes como el emblemático Luís Morillo Baez, y el no menos combativo Antonio Rodríguez. En las luchas revolucionarias, dijo alguien: Eres joven pero no eres nuevo.

En la CTA fuimos intransigentemente anti patronales tanto en el sector privado como en el público, siempre defendiendo los intereses de la clase obrera.

Hoy, con las mismas preocupaciones por el buen vivir del pueblo trabajador, invito respetuosamente a reflexionar a los responsables de tomar decisiones y de igual modo intento proponer soluciones; no pido dolarizar los sueldos, sólo pido bolivarizar los precios.

Ha llegado la hora de imprimir el billete de 500 bsf y 1.000 bsf pues la moneda criolla se ha debilitado significativamente.

El dólar aumenta de acuerdo a sus propias leyes capitalistas a nivel internacional. Las leyes nacionales difícilmente lo detienen. En el segundo semestre del año 2014 el billete verde costaba 75 bolivares, ahora en mayo de 2015 cuesta 275 bolívares. O sea casi el cuádruple o cuatro veces más caro.

Si se quiere calcular la inflación o la devaluacion venezolana no hace falta ser economista, de hecho Marx no lo fue (era abogado). Basta usar la lógica elemental. En la práctica el dólar se ha impuesto como máxima referencia económica venezolana (nunca tanto como ahora millones de compatriotas chequean DolarToday.com más allá se ideologías) en virtud de que la mayoría de productos vendidos en Venezuela se comportan como esa bendita moneda imperialista (nos guste o no nos guste) incluyendo bienes vitales como alimentos y medicinas.

Nótese que en un año el deterioro económico del poder adquisitivo del compatriota venezolano pudiera estimarse del modo siguiente, si antes nos alcanzaba el sueldo para comernos cuatro arepas al día pues ahora tenemos dinero para sólo una.

Es decir como todo aumentó cuatro veces por la inflación dolarizada, el venezolano sobrevive con un cuarto (1/4) o 25% de su antigua capacidad monetaria.

Veamos un ejemplo sencillo de que todo vale el cuádruple, yo vendí hace un año mi humilde carro obrero popular (Chevrolet Optra 2007) en 200 mil bsf. La semana pasada revisé el periódico y vi uno del mismo año y versión en 800 mil bsf. Hay muchos más ejemplos: Viviendas ofertadas en 1 millón bsf hace un año, en la actualidad aparecen en 4 millones bsf. Así las cosas, un profesional asalariado jamás podrá adquirir un techo para su familia.

Pero el tope salarial de un empleado venezolano con mucha suerte llega a 30 mil bsf, casi igual a un año atrás. Con aumento salarial del 30% llega a 39 mil bsf.

En resumen los productos aumentan 400% anualmente según como sube el dólar y los sueldos sólo 30%. La única solución es reducir el ritmo acelerado general con que están subiendo los productos, o sea, disminuir la inflación.

Hasta hoy tecnócratas, academicistas y gurúes han fallado en esa misión. Nosotros, humildes y necios estudiosos del marxismo, El Capital, la plusvalía y la teoria del valor, sugerimos dos estrategias (advertimos no tener aspiraciones ministeriales a fin de no preocupar a terceros).

Primero: Promover politicas para incentivar y apoyar la producción nacional en el marco de leyes que atiendan los fines de la utilidad pública y el interés social consagrados en la Constitución a fin de erradicar la dependencia de las importaciones y evitar la especulación de precios inspirada por el dólar.

Segundo: Mientras revitalizamos la producción nacional, luce conveniente ampliar convenios con nuevos socios comerciales que admitan, total o parcialmente, otras condiciones y formas de pago como el trueque, intercambio, los servicios o el pago con derivados del petróleo (venta de productos petroquímicos poseen valor agregado y son mucho más lucrativos para Venezuela que la venta del barril de petróleo crudo). Considerando la simpatia entre gobiernos, urge sesarrollar una política clara de alianzas económicas mirando hacia China, Rusia, Irán, Mercosur; ello en sistemática e irreversible sustitución de EEUU y Colombia. Sólo así desdolarizamos la inflación y bolivarizamos nuestra economía.



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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