¿Nosotros parecemos o somos pendejos?

El título del presente artículo no es una ocurrencia nuestra o acaso, para llamar la atención. No. Lo hacemos a propósito, para recordar una expresión de nuestro inolvidable comandante Hugo Rafael Chávez Frías, creador y líder de la revolución bolivariana, que gustaba hablar con el lenguaje llano del pueblo. Por eso se hizo entender y de paso rescató expresiones populares que la impúdica oligarquía neo colonial mantenía satanizadas, calificadas como “groserías”, por ser expresión de pueblo. Escribir o pronunciar en público, una palabra del pueblo podía llevarnos a la cárcel, como ocurrió con Salvador Garmendia, por el cuento de “El inquieto anacobero”. Con razón” El Panita” Alí Primera, le dijo en su cara que: “ la peor grosería la dice esta sociedad”.

Entremos en el terreno del discurso del presidente Hugo Rafael Chávez Frías y leamos con atención este fragmento de una exposición, clara, transparente, “plena como la luna llena”, que al parecer hemos olvidado unos y otros, veamos:

“El estado burgués y la hegemonía que todavía, en distintos sectores de la vida nacional, ejerce la burguesía, la estamos combatiendo, luchando contra una cultura, unos valores, una estructura y una superestructura.

Esto que voy a decir es algo natural, inevitable, intrínseco a un proceso como el nuestro, dice Carlos Marx: la sociedad nueva nace contaminada de la vieja, con los valores de la sociedad capitalista, es imposible que nazca de la nada, y sobre todo en países como Venezuela: aquí nos inocularon pero a fondo, nos envenenaron hasta la médula, unos más, unos menos, tenemos ahí como un virus contra el cual hay que estar atento, siempre pendiente, Fidel me habla mucho, Chávez, los reflejos condicionados, eso es algo científico, a ti te acondicionan desde niño y a veces sin que tú te des cuenta se te disparan esos factores que están ahí condicionados, en tu subconsciente, sin que te des cuenta, entonces uno mismo tiene que estar revisándose permanentemente.

Desde hace años, uno ha venido enfrentando resistencias internas, muchas veces no se las expresan a uno directamente, así como cuentan algunos historiadores una consigna que había en tiempos de Gómez, llegaban las órdenes de Gómez por allá lejos, entonces decía Pérez Soto en Apure, bueno señores, llegó esta orden, “se acata pero no se cumple”.

Eso anda por ahí todavía, a veces uno firma un decreto, leyes incluso, instrucciones verbales o escritas y resulta que por allá alguien dice: “se acata pero no se cumple”, o un colectivo, a veces incluso sin decirlo, sencillamente, la actitud, la resistencia al cambio.
Ahora, me estoy refiriendo al tema de la creación de una corporación de importación y exportación pero Estatal, bueno, para quitarle a la burguesía la hegemonía importadora, nosotros parecemos pendejos, dándole los dólares a la burguesía, a la pequeña burguesía. Y ellos importan, subfacturan, sobrefacturan, compran en el exterior cualquier cosa que valga un dólar y vienen acá y lo venden por cinco dólares y el equivalente en bolívares y además piden más de lo que realmente cuesta, eso es un factor común, que hay que estar es luchando, es que es una cultura, eso está sembrado profundamente en los sectores de la burguesía nacional, que no es nacional, es más bien transnacionalizada, aquí nunca hubo burguesía nacional, por el modelo capitalista que aquí se creó, un modelo capitalista transnacional, éramos una colonia yanqui pues.

Entonces hoy firmé el decreto de creación de una corporación de importación y exportación para ir desplazando la hegemonía de la burguesía en el manejo de los recursos que son del pueblo, y además es una forma de luchar, ustedes lo van a ver, por eso yo pido que estudiemos porque esto requiere una acción coordinada del nuevo Estado que está naciendo, del Estado social de derecho y de justicia.”

Mas claro imposible. ¿ Pero le hemos hecho caso y hemos cumplido con ese legado? Nada que ver seguimos creyendo en pajaritos preñados, Mendoza y compañía, Fedecámaras, Consecomercio, Fedeagro y las demás mafias que gobiernan la línea de comercialización y distribución de la cesta básica alimentaria, de equipos y otros insumos, que requiere el pueblo para satisfacer sus necesidades, siguen siendo los reyes de la importación y la distri-especulación, con dólares suministrados por el Estado, los cuales desvían y convierten en capital para alimentar el mercado paralelo o mal llamado con toda mala intensión “Negro”, (Todo lo malo es negro ¿Casualidad?), que presiona la espiral inflacionaria.

El Estado importador y distribuidor, se quedó en los sueños del Comandante, mientras nosotros seguimos creyendo en el “Diálogo” con el sector Sanguijuela, que se autodenomina productivo y que cada día quiere más dólares para continuar con la fiesta de Blas y financiando, las guarimbas, el contrabando de extracción, la guerra económica y psicológica contra el pueblo.

Seguimos creyendo en la buena fe del gobierno de la hermana república de Colombia, pendejada que es retribuida con destempladas declaraciones, tales, como las de la cancillera de ese gobierno, que cuando surgieron las protestas por el control nocturno del tránsito fronterizo, puesto en vigor por Venezuela, luego de los acuerdos, en la reunión presidencial, para atacar el contrabando, la vocera oficial, haciéndose la loca afirmó , que esa era una medida unilateral, por no decir arbitraria de Venezuela, porque no estaba contemplada en la agenda que discutieron Maduro y Santos.

Nuestro fraterno hermano Juan Manuel Santos, en el encuentro con empresarios del mundo en el marco de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, en rueda de prensa ofrecida en un fluido inglés como corresponde a los hijos putativos de Washington, expresó que Colombia es un territorio de paz y seguro para la inversión, que los inversionistas extranjeros no tienen nada que temer, porque allí tienen asegurado el respeto a la propiedad privada, nadie va a ser expropiado y se garantiza la seguridad jurídica para el capital extranjeros,”Porque allí no se trata de un Castro-Chavismo”, sino de un sistema democrático con todas las garantías vigentes. Elogios del buen vecino.

Seguimos siendo los pendejos, que nos caemos a cuchillos, porque alguien “viva la pepa”, con muy definidas intenciones se le ocurre darnos casquillo, por alguna situación fortuita que surja en el espectro político del país. Caso concreto la medida temporal, humanitaria, dictada por el Poder Judicial, a favor del Comisario Ivan Simonovish. Ya es un motivo para atacar a Nicolás Maduro, como si su condición de Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, le concede atribuciones de juez para conceder tal medida. Todo porque alguien, con muy definidas intenciones se le ocurrió anunciar que había sido puesto en libertad el responsable de la Masacre de Puente llaguno. Ocultando deliberadamente, que la medida lo único que hace es cambiar de sitio de reclusión, mientras recupera su salud· Medida como esta, es una manera de castigar moralmente a quien fue formado en el FBI, para la tortura y la muerte, aprendizaje que practicó desde sus tiempos en la antigua PTJ, hasta su designación de Jefe de Seguridad del Distrito capital, por parte de Alfredo Peña, Alcalde Mayor, electo, por unos pendejos obnubilados, que creímos en semejante atorrante.

Esa decisión judicial, que lo único que debiéramos hacer, es vigilar que se cumpla en todas sus partes, ha sido convertida en un arma en contra de la unidad revolucionaria, con aptitudes que confunden a la militancia de base, haciéndole creer que ha sido traicionada por el presidente Maduro, como si se tratara de un indulto, o medida de gracia. Pues no señores. El señor Comisario, sigue con su sentencia de 30 años y nadie le ha dado libertad. No permitamos que el odio nos prive del sentido común. Exijamos justicia, llegado el momento, pero no exijamos la práctica del odio, porque ahí si que estamos atentando contra el legado del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Hay cosas más importantes que discutir en esta hora de dificultades y de necesarias rectificaciones. Necesario, apremiante, es tomar conciencia, desechar la volatilidad verbal, no confundir la denuncia infundada con la crítica, discutamos la rectificación de rumbos, y sobre todo preguntémonos desde el alma: ¿Nosotros parecemos o somos pendejos?


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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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