Una Baruta más humana

Es imposible negar que las alcaldías son instituciones concebidas por las vetustas monarquías, que ya existían mucho antes de la llegada de Colón al Nuevo Mundo. Para aquella época el primer magistrado municipal dirigía un villorrio de pocos habitantes sin problemas de luz, ni salud, ni aseo urbano, ni vialidad…dado que no se habían inventado tales servicios. Más que todo, sus ocupaciones eran la de recaudar los impuestos, mantener el orden público y vigilar el funcionamiento de una burocracia parásita, que por lo general, lo único que hacía era cobrar un sueldo. Esta forma de gobernar predominó durante la colonia y con el tiempo desapareció, hasta que nuevamente resurgió en Venezuela durante la democracia representativa. Por fortuna, el alcalde Jorge Rodríguez le dio un vuelco a la antigua forma de gobernar, transformando la imagen de Caracas, de una urbe anárquica en una hermosa metrópolis. Contrariamente a lo ocurrido en Baruta, que durante muchos años dicha alcaldía ha estado en manos de copey, primero justica y actualmente, mal administrada por un nuevo adeco, perdón, un nuevo tiempo.

Forzosamente se debe dar un vuelco al funcionamiento de las alcaldías, sobre todo en el municipio Baruta. Ya no se trata de un villorrio, sino un conjunto de centro urbanos que van desde urbanizaciones de clase media alta, clase media asalariada, así como también, de urbes con graves necesidades y múltiples problemas. Sobre todo, tienen una cosa en común: sus habitantes son seres humanos y esto parece desconocerlo el alcalde Gerardo Blyde.

Tomaré por muestra una de las urbanizaciones integrada al municipio Baruta: Santa Paula, formada por más de cincuenta edificios, además numerosas quintas que reunidos todos juntos podrían llegar a más de veinte mil habitantes. De igual manera nos podemos referir a San Luis, Santa Marta, Santa Ana, Vizcaya, El Cafetal, Caurimare, Las Mercedes, Bello Monte, Minas de Baruta…cada uno de estos sectores con sus propios problemas que, sin un funcionario que resuelva las múltiples penurias la vida se convierte en un caos. Evidentemente son miles de personas para ser atendida por un solo burgomaestre y si este funcionario no está capacitado para resolver los inconvenientes habrá que sustituirlo por uno más eficiente. A manera de ejemplo, los dueños del Centro Comercial Santa Paula hicieron una “remodelación” de la edificación y como no pudieron alquilar el foso de una escalera lo taparon con tablas y así, como un verdadero rancho, ha perdurado durante años, sin ninguna concepción de ornato. De aquí resalta la importancia de los centros comunales y las comunas, son estas instituciones las que están en contacto directo y diario con los habitantes de sus municipios y, como conocedores de sus miserias, pueden darle una solución inmediata.

Debo insistir que, independiente de la zona donde se viva, las necesidades del municipio Baruta son de carácter humano, simplemente porque en tal jurisdicción vive gente y no animales. Veamos algunas “molestias” con las cuales deben lidiar sus moradores, para esto continuaré con Santa Paula como referencia por ser la urbanización donde resido y de seguro, dada la incompetencia del alcalde, serán similares a los embarazos en otras zonas del municipio.

Vialidad: me da la impresión que el alcalde de Baruta nunca ha intentado pasear por el bulevar del Cafetal entre las 6:30 am y las 9:00 a.m. y mucho menos entre las 5 p.m. y las 8 p.m. Cualquier vecino que pretenda conducir un auto durante el horario referido tendrá que “disfrutar” por lo menos dos horas de una cola aburrida. Tal situación se agrava con los permisos otorgados, por el alcalde incompetente, para la construcción y funcionamiento de una inmensa clínica privada y dos centros comerciales (calle circunvalación del Sol). Aunado a lo anterior, la avispada y lindante alcaldesa del Hatillo también autorizó la edificación y el funcionamiento de un inmenso centro comercial en Los Naranjos, antiguos autocines, y otros dos más que colapsará la única vía para salir y entrar a Santa Paula, además de otras urbanizaciones aledañas. Parece que para este alcalde y alcaldesa la vida gira alrededor de estas “magnas y modernas catedrales” que sólo sirven para sacarles dinero a los visitantes.

Transporte de pasajeros: debo resaltar que el único medio masivo de transporte oficial es el servicio de Metrobús, el cual favorece a los usuarios que no poseen auto. Para Gerardo, los medios de transporte masivo para pasajeros no es su problema.

Alimentación: el municipio patrocina varios mercados abiertos, pero como los comerciantes deben pagarle un impuesto al ayuntamiento el costo de los alimentos tiene el mismo precio de los automarcados. Por fortuna la misión Mercal se hace presente en esta zona, abaratando el costo de la canasta alimenticia.

Educación: indudablemente, para el alcalde de Baruta la educación está privatizada, y nunca se la ha ocurrido fundar ni siquiera una guardería. En el entendido, según él, que los habitantes de esta zona tienen dinero para gastar a montones y pagar el colegio de sus hijos. En esta zona solo existen escuelas y liceos nacionales, lo demás son privados.

Salud: de igual forma, para nuestro alcalde Gerardo, la salud es un problema empresarial. Si se da un paseo por el bulevar del Cafetal, Caurimare y por Santa Paula, es factible enumerar la proliferación de clínicas privadas que funcionan en esta zona, lo cual contribuye a colapsar las vías de comunicación. Parece ser que para el primer magistrado municipal el fundar, aunque sea un ambulatorio para una emergencia en estas urbanizaciones, no es su problema. Por fortuna la zona cuenta con el CDI Salvador Allende fundado por mi comandante Chávez. Este centro atiende las enfermedades y auxilia de los residentes de la urbe, así mismo, socorre a los sifrirnos(as) intoxicados(as) con alcohol y otras sustancias, algo raras, durante los animados viernes y sábados nocturnales.

Recreación: para eso están los centros comerciales. Ciertamente, para nuestro actual alcalde la recreación está privatizada. Los ancianos no tienen un sitio de reunión para compartir, jugar cartas, dominó, para bailar, entre otras formas sanas de pasar un rato. Y qué decir de los niños, niñas y adolescentes. Los centros comerciales les ofrecen tiendas a granel y comida chatarra, responsable de la obesidad. Así mismo, cines ubicados en sus locales, donde se atiborrarán con un balde cotufas y una gaseosa mirando un bodrio hollywoodense.

Hábitat. ¿Qué eso? Señor alcalde dese un paseo por el bulevar del Cafetal y mire con detenimiento el deterioro de lo que anteriormente fue un hermoso paseo. Camine por la calle Circunvalación del Sol, al igual que el bulevar las raíces de los árboles han roto las aceras, ante la mirada inmutable de los funcionarios municipales. Basura, huecos, alcantarillas destrozadas, aceras rotas, ciertas vías en la oscurana, borrachos que han hecho su morada en algunos lugares de la zona, bolsas de basura extendidas sobre las aceras durante muchos días, “perfumando” el ambiente con un aroma que usted debería disfrutar y unos “hermosos gusanos y ratas de colección”. Este será el hábitat que un nuevo tiempo ofrecerá a sus vecinos durante próxima campaña.

Seguridad: parece que este tampoco es una ocupación del alcalde. Los atracos, los arrebatones, los robos de autos, los apartamentos y quintas visitadas por los amigos de lo ajeno, los secuestros, entre otros delitos, son las contravenciones con lo que tienen que lidiar diariamente los residentes del municipio Baruta. ¿Y el alcalde? Esto no es de su incumbencia.

Finanzas: las alcaldías son instituciones improductivas, nuestro corregidor solo se dedica a gestionar el situado que le corresponde, así mismo cobrar los impuestos municipales, simplemente para mantener una burocracia parásita. Con un agravante: los habitantes de Baruta desconocen en que se utilizan sus tributos.

Vías de comunicación: esto tampoco es obligación del alcalde Gerardo. Por fortuna después de varios años de gestión descubrió, ante la proximidad de las elecciones, que debía asfaltar las calles. Perece que las molestias de vialidad reaparecieron ante la inminencia de la escogencia de un nuevo alcalde. Debe ser que el sufragio le despertó algún centro o resquicio del cerebro que le recordó que un alcalde debe ocuparse de los problemas humanos.

Vuelvo insistir, el crecimiento del municipio Baruta obliga la activación de los centros comunales y las comunas, que son las que deberían atender los trances de la colectividad para darle una solución rápida, sin los engorrosos trámites de la burocracia, que al final, contribuye el disminuir el presupuesto que podría darle solución a una dificultad. Comuna o nada tal como afirmó mi comandante Chávez y así lo reitera el presidente chavista MM.


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Enoc Sánchez López


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