Crítica breve al presidente Maduro

Decían mis antiguos maestros en las clases de catequética que había que tener caridad a la hora de hacer alguna crítica. Y que los santos eran particularmente prudentes en este tópico, siguiendo la admonición presente en alguna epístola, donde un apóstol, (no sé si el de los gentiles, Pablo de Tarso. Pero puede ser Santiago. El apóstol de la moral fundamental); quien reconvenía que para tener caridad en la verdad, convendría llamar a solas a aquel hermano equivocado en cuestiones de moral y de doctrina, la teología dogmática, pastoral o eclesiológica y, en privado, comunicar lo que a bien se tuviera. Con fines de su mayor edificación y en vistas al bien común.

Posiblemente sea lo que antes, en La Cuarta, nombraban “los canales regulares” del partido u otras organizaciones del Estado o la sociedad civil; y el adagio advierte pudorosamente aquello de que “Los trapitos sucios se lavan en casa”. Y así por el estilo, los diversos manuales de buenos modales son pródigos en consejos a este respecto. Pero cuando se trata de una figura pública de difícil acceso, ¿cómo se hará? En estos tiempos de exposición mediática y cultura de masas, tanto líderes como correligionarios suelen dirimir ciertos aspectos a través de los mass media, esa especie de “ventana mágica” o del hipertexto que Jorge Luís Borges denominara “El libro de arena” que ofrecía un vendedor de enciclopedias, biblias o cosas así.

Para el caso particular, queremos hacer algunas observaciones al presidente Nicolás Maduro que nos parecen relevantes en la actual coyuntura electoral (otra más, en esta Venezuela del Socialismo del siglo xxi); aunque estamos convencidos que nadie las leerá o al menos que las pueda leer el destinatario óptimo y su entrono o los jerarcas del psuv. Aunque ¿de cuándo a acá personas tan ocupadas distraen su atención en leer las disertaciones intempestivas de un desconocido? Además, para eso tendrán a sus expertos graduadas en París-de-Francia u otros grandes centros académicos de los EEUU, por los que muchos suspiran sotto voce al modo de vapores de la fantasía, o se han formado allí en maestrías y doctorados muy bien llevados y de lo que se enorgullecen legítimamente; porque, aquí, entre nos, están convencidos de que es uno de los lugares donde, en general se hace la ciencia y la técnica con relevancia y pertinencia. Sino pregúntele usted a un compatriota cubano que haga ciencia: se mueren por leer revistas especializadas, conozco dos, médicos ellas, que aprendieron inglés de esa manera y con mucho tesón, hay que reconocer. Es la ciencia, médica y la filosofía y literatura, entre otras disciplinas a la que hay que mirar, nos comentaban sin inmutarse; esa alta dirigencia del psuv también cree opina similarmente y mira hacia allá y no sólo como una quimera. Y no es mentira, hay experiencias concretas: envían a su prole clase media a aprender inglés y otras áreas del saber a los Estados Unidos. Ya que la nación norteamericana y su pueblo siempre suscitan admiración en todo el universo-mundo; no así sus gobiernos y las políticas del que llamaremos servicio exterior, que en general va unida a la defensa de los grandes intereses de las corporaciones económicas y políticas; una cara no muy amable de la “real politik”.

Las preferencias éticas y estéticas, así como el aprecio de los bienes tecnológicos mantiene enganchados a las nuevas generaciones al “american way of life”, ¿es que se dice? Pero, ¿puede ser ello objeto de crítica despiadada o burla soez? No lo creemos y si lo consignamos aquí es como una especie de comprobación de “sociología empírica”, porque, además, ¿a quién de nosotros, gente de pueblitos rurales y migrados a nuestros barrios populares beisboleros, integrantes de los sectores D y E, no nos gustaría disfrutar en el mero Imperio Moderno de una Serie Mundial o al menos de un jueguito? Será por eso que yo “raspo” con tanta ilusión mi tarjeta en los puntos de los negocios, me dice un vecino; porque no es que seamos “Pitiyanquis” sino que conviene sincerarse, y a nuestra edad crecida, por medio cupón, para qué nos vamos a engañar. Nos gusta el modo de vida americana, aunque también tropicalísimo con un pelín más de justicia o equidad…Ah mundo.

Pero no es por allí que apunta esta crítica al camarada Nicolás Maduro, declaramos lo anterior de manera forzada. Nos molestan las posturas maniqueas y la hipocresía.

Esta crítica breve, decíamos, tiene que ver más bien con algunas percepciones atinentes a la focalización del discurso del compatriota Maduro (democracia, participación, gobierno de calle, elaboración y recepción de proyectos de desarrollo desde las bases, desde el seno de las comunidades populares, lo que nos parece genial, novedoso y necesario. Pero tiene al propio tiempo contradicciones flagrantes cuando en esta coyuntura electoral municipal designa los candidatos a alcaldes más importantes de manera vertical); el destinatario óptimo (la militancia chavista o los sectores de la oposición, y dentro de este sector, Capriles y Primero Justicia, la llamada burguesía amarilla); y el reencuadre que se considera habrá de hacer (ergo, no tiene el presidente Maduro que andar respondiendo siempre a cada momento al llamado candidato opositor, a fulano de tal que dijo determinadas sandeces, decía Chávez algo de las águilas y las moscas; no confundir esto con Las Águilas del Zulia y aquella obra del teatro clásico de Esopo (¿?) Las Moscas). Así como en las estrategias de gestión (en el gobierno de calle y el protagonismo que debe tener en ese contexto el poder popular, con el objetivo de alcanzar los objetivos del Plan de la Patria y en particular el artículo tres de la Constitución bolivariana), de donde se tiene que este texto se propone cosas muy ambiciosas pero se advierte que no hay el espacio suficiente para desarrollar lo que se anuncia, ni tampoco, y muy importante, creemos que tengamos las capacidades para semejante tarea. Eso se lo dejamos a los graduados en París-de-Francia y Harvard, etc.

Al pergeñar estas líneas sintonizo VTV y el presidente Nicolás Maduro recrimina a otro camarada, un candidato a la alcaldía en Barinas, egresado por cierto del Instituto Pedagógico de Barquisimeto en Educación Física y Deportes, si mal no recordamos: el Prof. Zamudio; ya que se inscribió por libre iniciativa y el respaldo de ciertos sectores políticos de esa localidad, a pesar de que el candidato escogido en Caracas es el embajador venezolano en Cuba, Lic. Y/o Doctor Edgardo Ramírez, (flamante docente de la UCV, Escuela de Estudios Internacionales, parece y que más bien odia a esa casa que vence las sombras o ciertas autoridades de allí, no sé bien). También ex ministro de educación superior. Por cierto no de muy grata memoria por los predios de la academia universitaria, que es que la ha hecho grandes contribuciones a la ciencia, la técnica y las humanidades. Duélale a quien le duela). En el lapso de su desempeño como ministro, pues, desperdició su tiempo en acusaciones contra autoridades universitarias que, en última instancia, como es común decir, no condujeron a nada si no nos equivocamos en esto también; pero, en fin, lo que queremos exponer es que, ¿ cómo es que el psuv luego de venir de unas elecciones de base meses atrás, ahora las candidaturas a alcaldes de municipios muy importantes y estratégicos, se designan así, desde Caracas como en viejos tiempos de los grandes momentos de la historia política en Venezuela contemporánea? ¿Por qué se resucitan esas viejas prácticas?

En la ciudad de El Tocuyo, municipio Morán, del estado Lara, también las mentes luminosas del psuv, su dirección nacional, imponen también un candidato a la alcaldía. Un tal Medina, que según dicen tiene cuarenta años que no habita en esa ciudad madre de Venezuela, haciendo a un lado a un alcalde como Fidel Palma que se ha fajado en esas comunidades. Esas cosas nos inquietan.

Otras cuestiones que hemos compartido con algunos compas revolucionarios a propósito de la celebración del Primero de Mayo, el Paro de 96 Horas convocado por FAPUV y después el insufrible paro de tres meses de nuestras universidades, el contrato universitario único y chucuto; por estos días de Dios hemos sufrido en la coyuntura tan dinámica y “oportuna” del reconteo o auditoría del CNE que pide la MUD. Ese comando de los niños de pecho Don Simón o del Tío Tom, en cuya cabaña, o embajada, es donde bajan la línea.

En fin son dos o tres cosas muy simples, porque para lo demás en el alto gobierno tienen a sus asesores ad hoc, Nicmer Evans y Pérez Pirela. Además, por supuesto, de Los Robertos, que por fin ahora si es verdad que parece los cerraron y mandaron pa´fuera, van fuera del aire. Pero particularmente Mario Silva y Vladimir Acosta. Dos tipos de cuidado, como en la conocida película mexicana de 1952. Ahora no sé cuál de ellos será Pedro Infante, el enamorado infortunado de esta revolución jovencita que muchos quieren arruinar; de donde se tendría de corolario que no sólo la intolerancia los ha silenciado de VTV o RNV sino que creemos que se hace más evidente la necesidad de la crítica y la autocrítica, que en su momento llegó a exigir el mismo Comandante Chávez, de tan grata memoria y tan cercano al afecto de todos nosotros en Venezuela (que muchos ahorita el pasado 14 de abril de 2013 cuando fuimos a votar al no verle como ya era tradición desde 1998 en el tarjetón electrónico se nos aguaron los ojos. ¡Qué vainas tiene la vida!

Por otra parte, después de observar las dos marchas del 1° de Mayo en Barquisimeto y Caracas, por televisión siempre, aunque aquí en Barquisimeto fui y caminé unos momentos con nuestros compañeros universitarios pero me salí al momento y ya cerca de la UCLA, porque aquello era una marcha estricta de la MUD y todavía con la musiquita y consignas caprileras; y a pesar de que yo tengo cantidad de amigos y colegas de la oposición, no aguantamos tanta estridencia sorna porque nos decían: “Epa, te equivocaste de marcha, Luís, j aja, aquí no hay chavistas, chico”; yo les dije que andaba ahí era por nuestras reivindicaciones universitarias y me creyeron a medias. Pero concluimos que la sociedad venezolana padece una grave anormalidad, se ha disparado la anomia social, la observancia de la ley y las normas de convivencia se asumen muy precariamente. No se reconoce al otro como un “auténtico otro” (Lévinas, dixit), con derechos inalienables y deberes de imperativo cumplimiento; sino que a ese otro se le pretende intervenir y petrificar, sin dejarlo ser, tal como diría una vieja canción de Los Beatles, creo Déjalo ser. O en la anécdota de José Santos Urriola con el maestro Rómulo Gallegos, que lo observaba con aprehensión cuando éste presentaba un examen y osó decirle al autor de Cantaclaro: Viva y deje vivir.

Ergo, por estos días la asfixiante política no nos deja vivir. Según Nicmer Evans unos cacerolean al vecino y otros cohetean al otro, por lo que el desasosiego fue el pan amargo de cada día, después del 14-A y hasta la sangre de muchos inocentes quedó regada por la intolerancia. ¿Quiénes serán capaces de alcanzar acuerdos consensuados? ¿No acertadamente José Vicente Rangel por esos días que este es el tiempo de la política?¿ Ah, y cómo queda ahí la cuestión de la democracia por la base, el hecho de que cada comunidad se de sus propios líderes o hay que imponer las candidaturas a alcaldes desde arriba? Ambos sectores, desde los llamados factores democráticos, tan variopintos; y los factores revolucionarios, no menos tales, que van desde los broncos y bizarros a las clases medias e intelectuales, ¿no nos reconocemos? Vea, usted va una conferencia, a la presentación de un libro, a una asamblea del gremio al que pertenece o quiere realizar cierta observación participante en algún acto o marcha de trabajadores y no falta quién le diga: “Oiga, se equivocó de sitio. Este no es una cosa chavista”, como me dijeron a mi ese día Primero de mayo en las afueras de la UCLA; los otros le recriminarán a Ud., por el hecho de estar ahí el día de los trabajadores, asomado, buscando lo que no se le ha perdido, le gritarán que hace parte de la comparsa de apátridas de la mud, pitiyanqui, imperialista; en fin, ambos sectores políticos pretenden que cada quien ande por su acera, como en África pre Mandela de los noventa.

Estamos muy mal, nadie reconoce de entrada al otro sino que pretenden que uno ande con mucho giño, como Pedro Navaja, por las esquinas.

Los líderes, si es que, son tales y Nicolás Maduro lo va siendo cada vez más; y arrastran seguidores deben incorporar en un proyecto de nación a ambos toletes de la sociedad venezolana. Pero Maduro ni Capriles se les observa que estén interesados en desentramar esa cuestión, cada cual parece hablarle a su galería. Y aquí viene otra observación. “Por ejemplo, nos decía un compañero muy perspicaz, Nicolás debe dejar de hablarle a Capriles. El es el presidente (Nicolás, digo) y debe dejar de darle importancia al derrotado, que ponga a otro a responderle al majunche o que lo haga el psuv”, “El, Maduro, puede decir que el estado bolivariano de Miranda está abandonado por el gobernador, pero no referirse a Radonsky como si la campaña no hubiera terminado, él posee de hecho y de derecho la majestad de Jefe de Estado y no será cuestión de andar cazando moscas”; “Eso es un error, y parece que nadie se da cuenta de eso el psuv. A Capriles hay que dejarlo que metafóricamente se queme solo, en su propia salsa “. Maduro debe considerar la pragmática y re encuadrar su discurso, así como definir sus destinatarios óptimos.

No sé si estamos faltando a la caridad al decir que Maduro, (le comentábamos a los compañeros/as con quienes sostenemos estas tenidas ideológicas, como antes se decía), parece confundir que sólo los obreros son trabajadores y él es un aguerrido sindicalista, que paralelamente es un bravo de la salsa que revienta la tumbadora y la clave en los barrios caraqueños; luego esa trabilla de felicitadores que tiene al lado no le advierten, si fuera el caso de que los universitarios, por decir algo también son (somos) trabajadores y no dispuso que para el 1° de mayo también les tirara algo, por caridad de los perros. Más bien en la víspera se arrechó cuando alguien desde las tribunas le exigió a voz en grito que le metiera el pecho a la discusión de las contrataciones colectivas: “Bueno que se discutan esas convenciones colectivas de trabajo”, dijo, o algo así pero se notó claramente que no le gustó ese escardillazo; luego arremetió contra la forma tradicional de discutir beneficios laborales de los sindicatos nacionales, con mayor énfasis en la parte monetaria y no piensan en el salario social. Se preparaba la famosa contratación única del sector universitario, que a tantas contradicciones ha llevado, por sus cosas buenas y otras no tantas, pero sí se ha notado que el presidente-trabajador está haciendo un gran esfuerzo por innovar y dar respuestas apropiadas hasta donde puede a sus compañeros, no se puede ser mezquino.

Finalmente, el gobierno de calle parece una estrategia novedosa pero por la experiencia desarrollada creemos que debe tener mayor protagonismo en ello el poder popular, las comunidades y crear sinergia con todos los sectores productivos. Sin miramientos ideológico, sino actuar en atención a los objetivos estratégicos de la nación venezolana en su pluralidad, ¿pero cómo hacerlo si no reconocemos al otro si no que se le descalifica, y sobre todo cuando estos sectores industriosos, del comercio y la cultura son opositores? Además, esos encuentros deben ser sencillos, cotidianos, sin ese aparato de seguridad y la burocracia, con cosas como preparadas y artificiales. No sé, que me perdonen. Ese es un gran reto, porque el tan nombrado parlamentarismo de calle no ha pasado de ser unas reuniones sin mayor novedad y donde estuvieron los de siempre en el salón de algún consejo municipal; y fue una cosa medio clandestina. Ergo, de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.

Como ven, a nosotros nos ha dolido mucho, pendejo que es uno, que en el mppeu no valoraran sino tardíamente y con mucho guillo con esa tabla de sueldos y salarios, el talento humano que existe en las organizaciones educativas universitarias. Nos parece que por prejuicio político, en ese punto el gobierno ha estado muy mal, ¿podrá recuperar ese espacio ahora por efecto de la contratación única de los trabajadores universitarios del país? Pero fapuv y sus filiales también, no logran desprenderse de la coyuntura electoral y están como Sísifo empujando una roca que suben a un punto de la ebullición y luego dejan caer, metafóricamente como ingrediente político y empiezan de nuevo con la misma treta; donde, paradojas de la politiquería nuestra, gobierno y oposición sacan algún provecho. O creen que lo obtienen, cuando en realidad toda la sociedad pierde y desdibuja el proyecto nacional contenido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Con todo, hay también un asunto paralelo a considerar también. Nos decía un amigo en una tertulia, que en los años recientes la convocatoria a paros universitarios no tienen la misma contundencia que antes, y ello cree él que es por una razón muy sencilla: ya las universidades autónomas y experimentales tradicionales más bien son unos reductos de los sectores políticos más reaccionarios y que oportunistamente usan las legítimas aspiraciones de mejores condiciones de vida, ambiente de trabajo y seguridad social que indudablemente tenemos en las universidades para apoyar y ampliar las resonancias de sus pendencias político electorales, pues con nada más uno oír someramente las intervenciones de los líderes gremiales se advierte el talante opositor-golpista de los paros, marchas y asambleas de fapuv y sus filiales; así, nos sigue diciendo este amigo, el 1° de mayo hicimos “observación participante” en la famosa marcha en Barquisimeto de la mud y sus adláteres; aquello daba era grima: el mismo discursito descalificador y falaz de los Capriles-Aveledo- y supuestos justicieros nazifascistoides, aquello era insoportable y nos dijimos: “No, qué hacemos aquí, vámonos…Aquí nadie nos quiere”… y si se hubieran enterado que éramos un grupito de chavistas que andábamos regados por ahí haciendo un registro etnográfico, hasta nos hubieran podido agredir. Pero, claro, uno tiene amigos en todas partes y compartimos puntos de vista distendidamente y nos respetamos, como en los viejos tiempos del bipartidismo.

Perdón, nos ataja de un brazo, queríamos decir que ahora los paros universitarios no son ya los mismos de los años de la década de los 1980 y 1990, porque lo que hemos llamado aquí nuevos dispositivos docentes universitarios, según la categoría del maestro Orlando Albornoz, UNEFA, UBV, MISIÓN SUCRE, UNIVERSIDADES POLITÉCNICAS TERRITORIALES, ALMA MATER, UNIVERSIDAD LATINOAMERIANA DEL DEPORTE, LA ESCUELA LATINOAMERICANA DE MEDICINA, y otros convenios que soportan la acreditación de los programas nacionales de formación de la Misión Sucre, UNELLEZ, UNESR, UNEFM, COLEGIO CARACAS o tantas otras como la UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL YARACUY, UNEY, que siguen a pié juntillas las políticas educativas de la revolución bolivariana, etc., han ampliado de manera nunca antes vista la oferta de educación universitaria en Venezuela, han destronado del sitial que por tantos años habían tenidos en el ámbito nacional las universidades tradicionales y el acceso del pueblo a la educación es amplísima. Hay una revolución educativa.

Como podrá comprenderse este fue un recado breve para Nicolás Maduro Moros y va no solo de quien esto escribe, aunque es el responsable último y hasta de los errores de la sintaxis o la ortografía, sino de varios compañeros anónimos que quieren paz universitaria y convivencia ciudadana, esfuerzo en la que el presidente también está claramente comprometido. Si hemos dicho coas muy duras es porque queremos que la revolución bolivariana sea viable para todos.

¡Chávez vive en nuestra sensibilidad y en nuestra acción!

Postdata:

Queremos reiterar que ese discurso cuasi religioso que a veces usa Maduro nos parece detestable, que no es sino una estrategia centralista y antidemocrática, de decir, por ejemplo: compañero fulano de tal, Zamudio, por caso, rectifique, Ud tenía otro destino decidido por el partido; como si uno fuera miembro de una cierta orden religiosa a la que jura obediencia y disciplina con votos perpetuos; eso no es democrático, hay que permitir que las bases se expresen, las instancias jerárquicas del psuv deben saber oír la voz de su militancia, desechando esa antigua actitud de que es una cúpula la instancia que decide los destinos de los individuos adherentes por filiación ideológica, ¿qué estará pasando que ahora se ha vuelto esa vieja treta?


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Luís Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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