Si bien “el método experimental” fue la forma de establecer la transición socialista en la Rusia de Lenin momentos en los cuales se hicieron avances pero también retrocesos sobre todo en el campo económico, no es posible pensar que a noventa y seis años de la Primera Revolución Socialista basada en las ideas de Marx y Engels se actuara con tanto desapego a las experiencias pasadas y se aplicara no ya lo bueno de ese proceso sino que en una cascada de suposiciones y fantasías se elaborara todo lo impensable para en una país petrolero con grandes recursos financieros sin situaciones de penuria sino todo lo contrario se produjera este desastre económico donde precisamente la administración del Estado está en manos de una burocracia con muchas maculas de un pasado corrupto con poca o ninguna conciencia revolucionaria pero además donde se han creado sin racionalidad alguna multitud de organismos que se extendieron por la falta de conceptos claros y precisos para contribuir al rápido crecimiento de la burocracia en el aparato del Nuevo Estado “socialista.
Así en el seno de la organización política dirigida y controlada por un solo hombre se impuso la corriente burocrática por encima del Partido y los trabajadores que acentúa cada vez más el burocratismo como fenómeno en la gestión en los casos de la administración pública y de la sociedad en general. El poder omnímodo de Chávez significo la consolidación en el Poder de la burocracia como capa social constituida principalmente por los militares ,dirigentes políticos ,altos cargos y directores en las empresas del Estado ocurrió entonces que los sindicatos se transformaron en instituciones burocráticas que han renunciado en buena parte a defender los intereses materiales e ideológicos de los mismos frente al Estado(patrón) A partir de esa intervención totalitaria la gestión de la economía y de la sociedad entera se transforma en una actividad burocrática. Paradójicamente el mismo proceso de surgimiento de una burocracia que llego a controlar el Poder Político y Económico se produjo en la mayor parte de los países de organización popular a partir de la terminación de la II Guerra Mundial y ese burocratismo frustro estas democracias populares para hacerlos fracasar como modelo de desarrollo material, ideológico y espiritual de los trabajadores.
Aquí y ahora esta vía está vigente y como quiera que se le endosa al autor del asunto parece difícil cambiar el rumbo de esta gestión cuya definición de objetivos choca con dificultades fundamentales por la sencilla razón de que es muy difícil tener pensamientos abstractos alejados de lo concreto económico y enfrentarse con un realismo social clamando por una vida al estilo de los países capitalistas circundantes. Este país no es una isla. Si bien esta favorecido “por ahora” por el Ingreso Petrolero no se puede vivir en forma constante en un “Socialismo Monetario” donde se reparten bolívares y dólares a la población además de a otros países ajenos a nuestras necesidades de ahorro e inversión porque esto nos lleva a una encrucijada de violencia dado el contraste entre una burocracia privilegiada y un pueblo desprovisto de seguridad, salud, educación y buenos salarios.
