La conciencia proletaria

El Che Guevara nos plantea la necesidad de “proletalizar nuestro pensamiento” para llevar a cabo las transformaciones revolucionarias. La vida social es tan compleja que sólo de manera científica puede realizarse la revolución. La lucha de clases penetra en los más recónditos espacios de la sociedad en general y del individuo en particular.

La confrontación entre las clases es permanente y a través de los siglos se ha impuesto una psicología colectiva influenciada por las clases dominantes, de tal manera que la ideología de éstas penetra incluso en la mente de los oprimidos. La dominación no sería posible sin el consenso de las clases explotadas. La educación y la propaganda siembran los valores que justifican la explotación de la inmensa mayoría por parte de una escuálida minoría.

La Revolución es un problema de cultura en la medida en que es un problema de conciencia y no consiste en el solo conocimiento teórico sino se lleva a la práctica. Cuando la teoría penetra en las masas se transforma en una fuerza material. El materialismo histórico es una teoría que no se consigue si no se realiza en función de la práctica. Es un principio inherente a esta concepción que “la práctica es el criterio de la verdad”.

Cuando la teoría no es consustancial a la práctica se trata simplemente de pura charlatanería y el proceso revolucionario está condenado irremediablemente al fracaso. Proletarizar el pensamiento es tomar posición social, es decir, colocarse en la posición de las clases oprimidas y, en primer lugar, al lado de la clase obrera. El materialismo histórico es el modo de analizar la sociedad desde el punto de vista de la clase obrera y ello no puede realizarse adecuadamente si esta clase no participa activamente en la política, porque ésta es un medio indispensable para llevar a cabo la transformación revolucionaria. La clase obrera no puede emanciparse sino por medio de una revolución política, es decir, mediante la conquista del poder político.

En la sociedad y, por tanto, en la política no existe el vacío: están operando siempre los valores de la clase dominante y si ésta no es sustituida por la teoría y la práctica de las clases oprimidas, la clase propietaria estará siempre ejerciendo su dominación.

La experiencia enseña que aunque se proclame la condición de proletario si no se ejerce el poder en función de la clase revolucionaria se impone al fin el capitalismo. La Unión Soviética es el mejor ejemplo en ese sentido. La clase obrera fue sustituida por una casta burocrática y el resultado fue el derrumbe de un proceso que fue la primera revolución proletaria de la historia que se mantuvo en el poder. Para István Mészáros allí se derrotó al capitalismo pero siguió imperando el capital, porque éste es anterior al sistema capitalista y puede sobrevivir al capitalismo: continúan imperando la acumulación, la expansión y la división jerárquica del trabajo. Para este pensador, el derrumbe de la URRSS es el primer síntoma de la crisis estructural del capital a nivel mundial.

Para Carlos Marx se impone la necesidad del análisis de los problemas concretos ya que se ha logrado establecer teóricamente el mecanismo de operación del capital. El no llamó a su libro fundamental “El Capitalismo” sino que lo tituló “El Capital”. No es posible analizar científicamente al capital si la clase obrera, a la cabeza de las clases oprimidas, no protagoniza de la manera más activa la lucha política. Hoy, jueves 16, a las 5pm, en el CELARG tendrá lugar la presentación de la Escuela Clasista Daniel De León para Trabajadoras y Trabajadores, la cual se propone, consecuente con el marxismo, analizar la actual realidad social venezolana en el marco de la crisis estructural del capital desde el punto de vista de la lucha de clases. Igualmente tendrá lugar la presentación del libro del autor de esta columna “La Clase Obrera y la Revolución Bolivariana“.

Nos proponemos contribuir a la unidad y acción organizada de la clase llamada por la historia a encabezar el bloque histórico capaz de adelantar la Revolución Bolivariana.

robertohernandezw@gmail.com



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Roberto Hernández Wohnsiedler

Abogado y Sociólogo. Fue diputado, vicepresidente de la Asamblea Nacional, Ministro del Poder Popular del Trabajo y Seguridad Social y militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV). Es autor del libro La Clase Obrera y la Revolución Bolivariana.

 robertohernandezw@gmail.com

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