Una respuesta necesaria


Leí con detenimiento los comentarios del ciudadano venezolano que se identifica como Rider Cariño, a propósito de mi artículo titulado PREOCUPACIONES POR EL PROCESO, publicado por aporrea el pasado sábado 04/06/2005.

Calificar de “sarta de planteamientos demagógicos” el esfuerzo intelectual que realiza un ciudadano costarricense preocupado por los destinos de la patria de Bolívar, que trata de llamar la atención sobre asuntos fundamentales y de fondo de la evolución política de Venezuela e identificado totalmente con el proceso de transformación que encabeza el Presidente Chávez, es una demostración de ingratitud, que riñe con los más nobles sentimientos del pueblo venezolano.

Los juicios que externé no son el producto de un tratamiento ligero, en consecuencia de “sus típicos tours por el país” como lo expresa Rider Cariño en sus comentarios. En la valoración de situaciones políticas concretas no se ha usado el recurso de recopilar chismes callejeros y de salón. Horas de franco intercambio con combatientes anónimos del proceso, horas de mucha lectura de documentos públicos y privados del más alto origen, en que se analiza el camino recorrido y se plantean las hipótesis de construcción del futuro, experiencias acumuladas por medio del contacto directo con el ciudadano de a pié, con funcionarios y responsables políticos calificados y esos mensajes siempre orientadores y de estímulo al combate del Presidente Chávez, todo esto acumulado me ha servido para expresar mis PREOCUPACIONES POR EL PROCESO.

Una actitud militante en mi país, en la defensa del proceso bolivariano, que muchos compatriotas venezolanos conocen, me dan los suficientes argumentos, respaldos y capacidades, para que desde la perspectiva de la lealtad y honestidad, expresar en forma pública mis preocupaciones, sobre la coyuntura actual por la que atraviesa el proceso revolucionario. Desde la perspectiva de Rider por ser extranjero estoy descalificado para tomar partido y expresar mis opiniones sobre la situación interna de Venezuela. Que distinta seria la América Latina del presente, si todos nuestros próceres hubiesen desplegado sus iniciativas libertarias dentro de los márgenes estrechos de sus países de origen, poniendo de lado la visión internacionalista y solidaria, que ahora los tiene presentes en la historia única del continente.

Una lectura sin pasión y prejuicio de los comentarios de Rider me llevan a la conclusión que no ha entendido, pese a sus alardes ideológicos, los alcances estratégicos que el Presidente Chávez, con paciencia de educador y contenido de maestro, ha venido delineando, como parte de esa tesis de construcción de la sociedad venezolana del futuro.

Por respeto al lector no entro al comentario de las elucubraciones ideológicas de Rider, que por lo demás no soportan un análisis racional. Una visión dogmática de la actual coyuntura por la que transita Venezuela hace tanto daño como los planes en que están embarcados los factores internos y externos que todos conocemos para atentar contra el Presidente Chávez y descarrilar el proceso revolucionario. Una sociedad no se puede construir en base a consignas panfletarias que por lo demás carecen de contenido. En este sentido unos dirán, que en las actuales circunstancias por las que camina la sociedad venezolana, ahora le toca al pueblo pasar la factura, pero actuando en forma responsable, debemos pensar que ahora le toca a la sociedad, sin exclusiones de ninguna índole, tomar por nuevos rumbos.

fedepuko@yahoo.es


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Federico Picado Gómez


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