Un pueblo de 12 años en revolución es apto para discernir lo bueno y lo malo

Son muchas los pensamientos que nos advierten y lamentan con razón la ignorancia de los pueblos del mundo. Una ignorancia con sutilidad y descaro inculcada en los genes de nuestros pueblos, es cierto; “la ignorancia de los pueblos es una verdadera desgracia es el arma más eficaz para ahogar la lucha de los oprimidos”(1)  

“La ignorancia mata a los pueblos; por esto es preciso matar a la ignorancia”(2)  Razonamientos que duelen cuando se pronuncian como el anterior. Mientras otros son traídos a la superficie del conocimiento general cuando ya no aguanta más ese lamento por el pueblo.  “Lo que más lamento, lo que más duele en lo más profundo de mi corazón, lo más infortunado de mi amada tierra Latinoamericana…, es: su ignorancia, su explotación, su cobardía, su crueldad y su odio racial.”(3)

Obviamente que esas quejas humanas no sólo son contemporáneas. Es una lamentable observación desde los comienzos de la escritura occidental cuando en la biblia dice: “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Porque tú desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. (4) Teniendo en cuenta el lector, que quizás pensamientos inquietos como el anterior, seguramente fue dicho mucho antes, dados los últimos descubrimientos del verdadero origen de todo lo escrito en el libro hebreo.

Con las pocas oraciones de pensadores que describo arriba, y también con los miles de pensamientos que intelectuales, políticos y líderes revolucionarios de esta Venezuela actual, de esta Venezuela revolucionaria, se ventila la misma apreciación que se dice desde antaño. El primero en hacerlo es nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez, que en toda oportunidad y por todos los medios, recalca el estudio, la educación la lectura y en especial todas las formas de pensamiento con su ejemplo.

Nuestra revolución ya entró en la fase de 12 años y pareciera que nuestro pueblo no asimila lo que ocurre en todos los rubros socioeconómicos del país. Venimos culpando sólo a los corruptos que están infiltrados en las filas de nuestra revolución; culpamos los errores políticos y económicos, y también la agarramos contra la oposición que aunque tiene sus manos metidas en ese comportamiento, existe un pueblo que se deja manipular por que quizás le es más fácil. Tenemos todas las disculpas para aceptar ese supuesto desconocimiento del pueblo, esa supuesta ignorancia del pueblo, esas supuestas matrices de pensamiento que los enemigos de la revolución nunca ventilan sino que al contrario, atacan y atacan la mente del pueblo sin mencionar que es precisamente negando la ignorancia   cuando los convertimos en más ignorantes. Ignorancia política por ejemplo, que en mi personal caso no comparto a estas alturas de nuestro proceso.

Ejemplos crasos y recrasos se ven a montón. La señora que abiertamente dice. “a mí no me han dado nada” y está sentada en ese momento en Mercal esperando su turno en la caja. Del señor que camina derechito y sin dolencias porque la terapia de los médicos cubanos le hizo todos los efectos y ahora goza de salud, pero dice: “a mí la revolución no me ha dado nada”. El “rojito” que reclama un contratito de 200 millones, y a más de estos, están los y las que se les da casa y la venden para hacer rancho en otra parte y pelear otra casa para también venderla. Y también están los consecuentes “revolucionarios” que aceptan a sus vecinos escuálidos en los concejos comunales o en las comunas en construcción a ver si los ganan para la revolución y resulta que el vecino se los gana a ellos para la contrarrevolución.

A estas alturas de nuestro proceso, a estas alturas del conocimiento político de nuestro pueblo, a doce años de revolución cuando la mano del Gobierno socialista arropa todas las actividades y necesidades sociales de nuestro pueblo, no debemos seguir justificando esa “ignorancia”. El “castigar” con el voto a los corruptos, a los malos funcionarios y los infiltrados con la abstención o la traición en las elecciones cualquiera que sea, es el autocastigo más ingenuo que ese pueblo se flagela a sí mismo y no es por ignorancia.

No es por ignorancia, porque nuestro comandante habla y enseña todos los días, porque la programación en los pocos medios periodísticos que tenemos, aunque faltan, hacen un buen trabajo; no es por ignorancia, porque en cualquier vía de nuestros pueblos y ciudades o en  cualquier rincón del país, se ven cantidades de obras de todos los rubros que ejecuta nuestra revolución. ¡A que hay corrupción!  ¡sí la hay! pero no en la proporción de la quinta republica; ¡que hay malos funcionarios! ¡si los hay! pero sólo apoyando la revolución podemos detectarlos!  

Justificarle al pueblo que sabe todo lo que Chávez hace por su bienestar no nos luce. Aceptar que la ignorancia nos arropa cuando en este momento son casi 10 millones de estudiantes y se regalan libros en cualquier parte no nos luce. Más bien combatamos la viveza de ese pueblo y ayudémosle a recuperar la historia y su memoria que intenta olvidar el pasado inmediato que está fresquito. Debemos ser más enérgicos con nuestro pueblo que ya no es el ignorantes de hace media docena de años, debemos hacerlo, porque es aquí donde comienza una de las R.  

(*) Periodista

(1) Héctor Marabotto

(2) htpp://alfrangi.wordpres.com

(3) Javier V. Maldonado

(4) Oseas 4:6


¡Patria socialista o muerte!

¡Sin Chávez no hay socialismo!

¡Viva Piedad Córdoba!

¡Vivan los 98!

¡Libertad para los 5 héroes cubanos!

nandopico@yahoo.com


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Hernando Cortés Pico (*)


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